- ¿Me recuerdas? –Dijo sorprendido.
Me quedé perpleja tras escuchar esas palabras.
Podría ser…No, quizás me esté confundiendo.
- ¿Quién eres? – Dije intrigada.
- Soy Brian, el que te salvó aquella noche. ¿Recuerdas? – Preguntó.
- Muchas gracias, no sé cómo podría agradecértelo –Dije sorprendida.Ahora que me fijo mejor, es bastante guapo.
- De nada, ¿por cierto te gustaron las rosas que te mandé? –Dijo sonriente.
- ¿Fuiste tú? –Pregunté.
-Sí, sé que te encantan las rosas – Respondió con una sonrisa.
- ___ no te entretengas, ya podrás hablar con tu novio más tarde – Dijo Noa con una sonrisa pícara.
- ¡No es mi novio! – Dije mientas sentía como mi cara se ponía roja como un tomate.Cuando me estaba dirigiendo al mostrador una mano me agarró fuertemente de la muñeca.
- Te espero hasta que termines tu trabajo y hablamos – Dijo Brian susurrando.
Asentí y seguí con mi trabajo.
- Oye, ¿quién era ese? -Dijo Noa.
Y ahora, ¿qué le digo?
- Emm… Un amigo –Dije con cierto tono de inseguridad.
- ¿Desde cuándo?, no me lo has presentado nunca -Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Es que lo conocí hace poco –Hablé unos segundos después de pensarlo.
- Bueno…si no quieres admitir que es tu novio está bien -Dijo entre carcajadas.Uf…que día más largo me espera. Siempre que ve que hablo con un hombre se hace ilusiones, bueno, después de todo nunca he tenido un novio o algo serio con alguien.
7:45PM
¿Seguirá esperándome? Ya han pasado horas desde que nos vimos.Recogí mis cosas y salí del restaurante. Al salir, miré a los lados y ahí estaba, fumando.
Odio los hombres que fuman.
Cuando me vio apagó el cigarro y se dirigió corriendo hacia mí.
- ¡Por fin! – Dijo Brian.Apesta a tabaco.
- Bueno, ¿de qué querías hablar? –Dije un poco cansada.
- En verdad solo quería estar un rato contigo e invitarte a tomar algo. -Dijo mientas se acercaba un poco más a mí - ¿Te apetece?Estuve unos segundos en silencio, pensando en que ya era un poco tarde y que mi madre se preocuparía.
Es un desconocido, no sé si debo fiarme de él. Pero, la verdad es que si es quién dice ser, me gustaría recompensárselo.
- Bueno, vale. Pero primero le tengo que avisar a mi madre para que no se preocupe-Dije buscando el móvil en el bolso.
-Entonces, - dijo abrazándome por la cintura- ¿a dónde quieres ir?