Más cerca.

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Tenía que ir a las 10 así que me preparé bien.
Me di una ducha, pensando en ella, todavía no sabía si era real o un sueño.
Abrí mi armario, y agarré una ropa atrevida. Casi nunca la use, hoy era el día perfecto.

Se hizo la hora y fui tan rápido como pude.
Ella ya estaba ahí, la vi de atrás. Tenía un short ajustado que le marcaba bien sus nalgas.
Se dio vuelta, nos saludamos y entramos a la habitación.
Se sentó en la cama, yo tenía puesto un abrigo. Me lo quite, me miró de arriba hacia abajo viendo mi vestuario.
Me puse frente a ella, me acerqué a su cara y la bese desesperadamente.
Luego ella fue mordiendo y lamiendo mi cuello, algunas veces se me salían jadeos por lo excitada que estaba.
Ansiosamente desabroché su camisa, la tire a la cama y le fui mordiendo los pezones.
Las dos teníamos la respiración muy agitada.
Nos quitamos la ropa, ella sacó un condón del bolso que traía.
Se lo puso, me lamí los labios, de un tirón entró en mi. No pude evitar gemir.
Me agarró de la cintura y aceleró su miembro dentro de mi. Sus movimientos eran tan excitantes. Hasta que las dos llegamos al orgasmo, dimos un gritó al mismo tiempo con nuestra respiración entre cortada. Nos separamos un poco, me puse de rodillas, mire hacía su miembro con deseo. Directamente me lo metí a la boca y escuche sus gemidos rápidamente.
Todo era tan perfecto, aunque sólo iba a ser por esa noche.
Me agarró de la cabeza para que lo haga más rápido, pero tuve que parar cuando le llegó la erección junto sus gemidos y jadeos infinitos.
Le lamí la punta y ahora era el turno de ella.
Me puse hacia atrás para que ella pueda tener una buena vista de mis nalgas, me las apretó y después las abrió un poco y la empezó a lamer.
Lo hacía muy bien, exquisito, delicioso, y también sabía que mis gemidos le encantaban.
-Hazme tuya, ¡ahora! Ah...ah...- dije desesperada y entre cortada por los gemidos que me hacía tener.
-A tus órdenes- exclamó con una voz sensual y segundos después la sentí dentro de mi, moviéndose con rapidez.

No se en que momento me quedé dormida y estaba en la casa de Jennie, pero fui a mi casa y me cambie para ir a trabajar.

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Ya estaba en la oficina, encendiendo la computadora. Me puse a ver mails pero no podía concentrarme pensando en la magnífica noche que había tenido. Cuando todo volvió a la realidad al enterarme que Jiu estaba en mi oficina.
-Rosie, te noto pensativa- dijo con una vos traviesa -¿Qué pasó?- agregó. Se divertía de verme "sufrir" así.
-Nada- exclame un poco nerviosa
-Anda. Se que te pasa algo. Cuéntame, no le contaré a nadie. Tenemos confianza entre nosotras ¿verdad?-
-Es que- me quedé unos segundos en silencio. Cerré los ojos y dije -¡me acosté con una amiga!- al menos eso creía que era.
-¿¡Como!? ¡Rosé! Nunca creí que fueras a hacer eso- yo también estaba sorprendida.
-Tampoco lo creí al principio-
Luego tuvimos que detener la conversación porque escuchamos al jefe gritar el nombre de Jiu.
Seguí con mi trabajo tranquilamente, mire el reloj y ya era la hora del almuerzo. Pensé en ir a un lugar con Jennie, le debía una en realidad.
Le mandé un mensaje preguntándole eso y aceptó.

Fuimos a un lugar para comer algo rápido y aproveche para agradecerle.
Me hizo conocer a Lisa, con quien pase una maravillosa aventura. Pero me pase esa parte.
Nos fuimos y me di cuenta que tenía todo el trabajo terminado así que fui a la casa de mis padres para jugar con mi hermanita y hablar con mis padres de algunas cosas.

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Después salí a una fiesta con unos amigos, ese día fue un poco agotador pero me divertí mucho.
Fui a mi departamento y al frente de la puerta había una caja. No había pedido ningún paquete, así que lo abrí y vi par de regalos, abajo unos condones. Se calló una nota, la agarré y decía:
"Por cierto, me enteré que querías un par de cosas así que de regalo, ¡aquí tienes! No me tienes que revolver nada y si hacía falta. Aproposito, abajo hay una cosa que te puede servir para alguna otra ocasión. Jeje, buenas noches.

Jiu".

Dios, esa niña. Me reí un poco, entre con la caja y cerré la puerta.
Entre a mi habitación, puse en un costado la caja, me di un baño caliente para estar mejor, me puse el pijama y me dormí profundamente.

Último amor \\ Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora