Capítulo 1: La Noticia de un Líder Caído

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Hoy es un nuevo día en la tierra del sol naciente. Buenos días, Les saluda Hiroshi Daigo y les entrego las noticias de la mañana.


El clima de la mañana permanecía fresco, gracias a la brisa la cortina que adornaba humildemente la ventana de aquel pequeño departamento daba un vaivén sereno y Takemichi se acerco para poder situarlas cómodamente hacia los costados y al observar por la ventana, supo que ese día llovería.

Tomó entre sus manos el control remoto y le subió el volumen al televisor, de una patada apartó varias bolsas acumuladas del suelo para así aproximarse a la cocina e invadir la nevera en busca de algún bocadillo. Se sentía aliviado de haber pedido el día libre, luego de haber encontrado las golosinas que había olvidado la noche anterior inmediatamente se lanzó en su futón en el suelo con una sonrisa satisfactoria, saboreo con sumo gusto el azúcar en su paladar mientras miraba las noticias.


Para empezar el reportaje especial, ¿Recuerdan las últimas noticias de la semana pasada de la peor organización criminal actual de Japón, Bonten? Los crímenes cometidos por dicha pandilla no tienen descanso, continúan mortificando y asustando a la población de Tokio.


— No es cierto, ¿En serio?.— comentó el morocho sin dejar de masticar la golosina.


Es dirigida por su líder Sano Manjiro, misma persona que fue encontrada muerta horas de la madrugada de este martes a las afueras de Retro Bowling Alley que hasta la actualidad sigue abandonado.


Ante el shock del momento, una de las golosinas que iba directo a la boca de Takemichi cayó al suelo. De un salto se levanto de inmediato, para así acercarse a la televisión pequeña, sosteniéndose sus hebras azabaches con ambas manos mientras que en sus iris azules desprendían estupefacción, el noticiero continuo mostrando imágenes de una zona descuidada de la ciudad.


En el lugar de los hechos estamos con la periodista Tachibana Hinata. Buenos días, Hinata.¿Qué tienes para nosotros por allá?


Detrás del hombre dejó de mostrarse escenas del lugar mencionado para así mostrar a una joven castaña que luchaba un poco contra el viento que insistía en llevarse su gorro café y para evitar cualquier inconveniente, ella sostenía la misma con su mano izquierda mientras que con la derecha tenía el micrófono lista para dar inicio con su reportaje.


— Buenos días, Hiroshi. Aquí Tachibana Hinata en el lugar de los hechos, nos encontramos a las afueras del Retro Bowling Alley en la escena del crimen.— La castaña con una seña de manos le indicó al camarógrafo que le siguiera y se acercaron con discreción hacía el gran grupo de personas que rodeaba la escena junto a un escuadrón de policías que intentaban mantener el orden y se aproximo a uno de ellos.— Noticias del mañana, ¿Algún comentario que pueda darnos oficial?

— Sin comentarios.

La castaña frunció el ceño al verse ignorada, y sin perder tiempo corrió hacia el oficial nuevamente para luego acercar con insistencia el micrófono a la cara del mismo.

— Estamos en vivo y en directo, y repito, ¿Algún comentario que pueda darnos oficial?.— preguntó con una sonrisa cerrada, y el hombre sudo al ver el aura que desprendía la contraria.

Tragó seco y tosió levemente.— A las cinco de la madrugada fue reportado el cuerpo por los habitantes del lugar, y según los informes pudo ser suicidio, el muy hijo de p* se lo merecía.

— Gracias por su colaboración.— comentó Hinata con una voz automática para luego dirigirse a la cámara e ignorar al hombre uniformado.— En las horas que siguen continuaremos informando, ¡Vamos contigo Hiroshi!

Muchas gracias Hinata por tu reportaje, ahora los deportes...


Takemichi al retroceder y sin recordar en qué momento se había aproximado tanto a su televisor retrocedió unos pasos, tropezó con algunas cosas que tenía regadas, cayendo de golpe en el suelo. Se mantuvo allí mientras tenía su mirada azulada fija en el techo de madera, pensativo, no tenía fuerzas para levantarse y tenía un mal sabor de boca consigo después de escuchar las noticias.

Su celular en la mesa sonó.

Se apoya de sus manos para poder levantarse, y tomar su celular. Mientras sonaba el aparato regresó al mismo lugar donde estaba recostado, de igual forma tomó el control remoto, apagó la televisión y contestó la llamada.

— ¿Bueno?

¿Viste las noticias?

El silencio fue su respuesta.

Vamos Takemichi, ¿Acaso no estás feliz por mi hermana?.— comentó burlón la voz del otro lado de la llamada.

— Oh, vete a la mierda Naoto.— expresó frunciendo el ceño, para luego patalear en el aire como berrinche.— ¡Se robó el reportaje especial! ¡Yo lo quería!

Perdiste, ahora me pagas.— Takemichi bufó.— Sé un buen perdedor o ya no volveré a apostar contigo.

— Está bien, está bien. Te pagaré.

Takemichi hizo un mohín resignado, nada le salía bien. Lleva más de cinco años trabajando para Noticias del Mañana y hasta ahora no ha podido alcanzar alguna primicia que le haga ganar más salario del que tiene, si no fuera por los hermanos Tachibana ni le alcanzaría para mantener su nevera con alimentos comestibles.

Tachibana Hinata apenas empezó a trabajar hace un mes y ya lo superó por una milla.

Ahora se arrepiente de haberla recomendado.

El sonido de dos manos impactando en sus mejillas se escuchó en su departamento, Takemichi con ambas mejillas rojas se levantó recuperado. No, no se arrepiente de haberla recomendado y debería de estar feliz por ella.

Tiene que estarlo, está muy feliz por ella.

Takemichi sé que debes de estar en tus debates existenciales de todos los días.— el azabache se sonrojo al darse cuenta que aún estaba en llamada.— Pero no te llamó solo para cobrar mi dinero.

— ¿Ah no? Vaya sorpresa.— comento irónico.— ¿A qué entonces?

Mi hermana quiere que vayas a la empresa en unas horas, me mandó un mensaje.

— ¿Y por qué no me llamó en su lugar?

¿Bromeas? No tiene tiempo para estar llamándote y si te manda mensajes ni los llegas a leer.— Takemichi tosió disimulando su vergüenza.— De verdad que no sé qué vio ella en ti.

Eso se pregunta todos los días, y no consigue la respuesta.

— Esta bien, voy en camino.

Hablamos luego.

Al finalizar la llamada, el rubio se quedó viendo el aparato en su mano en silencio para luego suspirar. Adiós día libre, hola vida de adulto que nunca quiso pero debe de afrontar hasta que se vaya al otro lado.

Se levantó de forma vaga, y al ver la hora en su celular ni llegaba al medio día.

Rápidamente se cambió de ropa y al ver su desastre habitual, las cosas necesarias en mano y su mochila vieja. Tomó rumbo a la salida abriendo la puerta de su departamento, alzó la mirada hacia el cielo que estaba libre de las nubes grises anteriores que visualizó hace unas horas atrás.

Quizás, ese día no sea tan de mierda como los demás.

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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El Molesto Fantasma de mi Habitación | TakemikeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora