one

148 22 2
                                    

la verdad no supe que decir cuando ella escribió eso, no sabía cómo reaccionar, ni siquiera sabía cómo debía actuar en ese momento.

"tenemos que hablar..."

¿sabía lo que estaba por pasar? Sí

¿sabía lo que iba a decir? Sí

Si no hubiera dicho adiós tantas veces antes, posiblemente no sabría lo que pasaría. Muy predecible a decir verdad, y llega hasta tal punto que sé que mi corazón saldrá más herido de que lo ha estado desde hace buen tiempo. 

[...]

Salí de mi casa sin apuro, e incluso me tomé el tiempo de preparar mis palabras. No me preocupé en contestar su mensaje, no tenía por qué hacerlo de todas maneras. De alguna otra forma no sentía nada de culpa ni temor.

Toqué su puerta, y esperé unos segundos antes de que esta fuera abierta abruptamente, sintiendo una delicada mano agarrar mi camiseta y jalarla con fuerza, con el fin de meterme en la casa. 

Seguido de eso sentí unos labios presionarse contra los míos con violencia; lo seguí de inmediato (no porque sentía algo, simplemente extrañaba la calidad de sus besos). No esperaba nada de su parte, sin duda. Su mano bajaba lentamente por mi pecho hasta llegar a mi pantalón, tratando con suma eficacia de desabotonarlo. La alejé. 

— Por favor...Te necesito— se acercó, y rápidamente trató de hacer lo mismo que antes. Terminé alejándola de nuevo.

— Yo no 

—Hirai...P-Por favor— suspiré. No quería que esto pasara, porque siempre terminaba en lo mismo. Y tal vez, solo tal vez, si no fuera porque estaba completamente cuerda, la excitación y el deseo del momento hubieran tomado poder en mí, mandando a la mierda la poca cordura que me quedaba y olvidando la verdadera razón del por qué había ido allá.—

— Me llamaste para algo, ¿qué querías?

La escuché suspirar, posiblemente tratando de evitar cualquier movimiento precaminoso hacia mí de nuevo, ocultando cada pensamiento de esos tipos en el proceso. Volvió a hablar.

— Viajaré a Osaka. Me surgió la oportunidad y quería que lo supieras 

Oh, mierda. Sin duda esperaba todo menos eso. Y no es que no lo quiera, no. Es solo que cayó como balde de agua fría. 

¿Por qué siempre tiene que pasar esto? Le entregué todo tipo de cosas para alimentar su apetito, pero al parecer es algo difícil mantenerla satisfecha. Supongo que esta es otra de sus despedidas, ¿no es así?

Ella se alejaría de mí, probablemente por un largo peridodo de tiempo. Y aunque eso es lo que más quería, no soporto la idea de ella conviviendo con otros; no soporto la idea de verla con alguien más. 

— Eso es bueno...Supongo —me rasqué el cuello con incomodidad. No sabía qué decir. No sabía qué hacer —

— ¿Eso es lo único que pretendes decir? 

— Sí, perdón por tan poco 

la vi asentir múltiples veces antes de pensar en una respuesta totalmente madura.— ¿Qué pasará con nosotras después de esto?

reí incrédula — ¿Siquiera hubo un nosotras? Maldición Mina, me lo hubieras dicho antes de acostarte con cuantas mujeres se te peguen.

— Por favor...Sabes que no fue en serio. Lo único que me importa eres tú y nuestro amor, no hay nada más aparte de eso.

— Pues dile eso a todas las fotos que me llegan en las madrugadas, fotos donde se te ve encima de otras. No trates de hacerte la inocente,  pretendiendo sentir lo mismo que yo cuando ni siquiera lo haces, ¿o me equivoco?

Agachó la mirada. Bingo, le di en el clavo.

Camino hacia la puerta de la casa en busca de la salida, pero siento mi muñeca ser agarrada. Ella me está reteniendo en el lugar, obstaculizando mi salida.  

— Por favor...No te vayas

Volteo a mirarla, y por un momento, — un pequeño momento — puedo notar sus ojos brillar, apuntando a posible llanto.

— No hagas esto más difícil. Por favor no hagas esto más difícil y déjame ir. — Odiaba ser tan dura con ella, odiaba tener que contestarle de una manera fría y cortante. Pero tenía que hacerlo.

Necesitaba hacerlo.

Pero ella no planeaba alejarse. Y verla ahí, llorando de rodillas contra mis pies, me generaba una sensación de disgusto y humillación.

— ¡POR FAVOR! H-HARÉ LO QUE TÚ ME PIDAS. PERO NO TE ALEJES DE MÍ, NO ME D-DEJES SOLA — comienza a sollozar con más intensidad que la de antes, tanto así que podría asegurar que unos cuantos residentes suyos entraron en alerta al escucharla.

A este punto, estoy comenzando a especular dos cosas: realmente me ama, o solo detesta el sentimiento de soledad.

Me inclino más por la segunda opción.

Y aunque verla así de rota y vulnerable me rompía el corazón. En el fondo sabía que era lo mejor para mí — quizá siempre fue lo mejor, pero estaba muy enamorada para saberlo.—

Me agacho a su altura —  Déjame decirte una cosa antes de que te vayas — levanté su mentón con el anular y junto mi mirada con la de ella, sintiendo una pizca de decepción en esos lindos ojos cafés.— No esperes que pretenda regresar, ya no lo haré Myoui. Porque al fin de todo, sé que tú nunca serás capaz de sentir mi corazón, tú nunca serás capaz se tomar este amor enserio. Aun cuando lo haya intentado muchas veces, todas serán en vano, puesto que en ningún intento fui lo suficientemente buena para sacudir tu tonto corazón. Solo olvida todo eso y permíteme alejarme de ti de una vez por todas, porque sé que eso es lo que quieres que yo haga. — me acerqué de a pocos a ella, y junté nuestras frentes— te amo Myoui Mina, pero no eres para mí— dejé un suave beso en sus labios y me alejé de ella. Abandonado la vivienda en cuanto pude, y escuchando sus llantos desgarradores al momento que desalojé su casa. Trato de contener mis lágrimas, pero me es imposible.—

Después de todo, sé con certeza que este amor nunca existió, incluso puedo admitir que esto nunca fue amor, solo fue un juego en el que yo misma me metí, pretendiendo ganarlo a toda costa, cuando al final terminé resultando un propio peón.  Y aunque, por primera vez estoy escuchando su corazón quebrándose delante de mí, sé que es lo mejor para las dos. Puesto que este amor, solo cobró el precio en ambas. 

Ella ha dicho adiós demasiadas veces antes, y espero sea la última, porque no le diré adiós nunca más.

Ella ha dicho adiós demasiadas veces antes, y espero sea la última, porque no le diré adiós nunca más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
this love | mimo osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora