Celos del medio demonio

1.8K 112 2
                                    

Kagome cojio a Shippo en brazos y se adentraron en el bosque, cuando llebaban media hora, Kagome decidió que tenian que descansar, se subió a un árbol y se quedo dormida con Shippo en brazos.

Por la mañana a Kagome  despertó con un Yukata que le tapaba todo el cuerpo, reconocería ese olor en cualquier parte, no conocía muy bien a su amo, pero sabía quien era. Se bajo del árbol y se fe hacia donde estaban sus amigos y el tonto de Inuyasha.

Sango llebaba toda la noche sin pegar ojo, también Miroku, quien la acompañaba en el sentimiento de preocupación por Kagome. Kirara no es que durmiese profundamente, pero descansaba los ojos. Inuyasha era el único que durmio toda la noche tranquilo, porque no tenía que  preocuparse por la seguridad de Kagome ya que ella sa había marchado. Un leve ruido que provenía de los arbustos alarmó a los miembros del grupo, era Kagome y Shippo quienes volvían de pasar toda la noche en el bosque.

-No puedes vivir sin mi ¿verdad, Kagome? -dijo Inuyasha poniendo de los nervios a Kagome.
-¡Mira Inuyasha no estoy de humor como para discutir con tigo!-dijo enfadada con Inuyasha
-¡Uy! Que miedo me dás, mira como tiemblo del miedo- respondio Inuyasha haciendo que Kagome se enfadase más aún-ja ja ja-rio el hermano del Dayõkai
-Osuwari (abajo) Inuyasha - dijo Kagome activando collar de Inuyasha que hizo que este se diese contra el suelo, cuando cayó se formó un gran agujero con la forma de inuyasha.

A continuación Kagome se fue con Miroku,Sango, Kirara y Shippo à sentarse con ellos, entonces en ese momento se dio cuenta de que Miroku y Sango tenían ojeras de no dormir y se sintió culpable, con las peleas de la sacerdotisa y de el medio demonio nadie notó que Kagome llebaba el yukata de Sesshomaru, dos días después se toparon con un río, allí Kagome y Sango decidieron laver sus ropas y ponerse unas que llevaban de recambio en la gran mochila de la miko, después de bañarse en el río Sango y Kagome se cambiaron de ropa, Kagome se puso un traje de sacerdotisa y Sango su traje de cazadora de demonios. En ese momento e la nada aparece Rin, la protejida de Sesshomaru con Jaken el siervo de el Daiyõkai, Kagome se acercó a Rin y le pregunto porque estaban aquí.

-Señorita Kagome, Lord sesshomaru nos permitió parar aquí a descansar - dijo Rin con una sonrisa dibujada en la cara señor Jaken - prosiguió Rin - tendriamos que presentar a Kagome al lord Sasshomaru, el me dijo que os estaba buscando - dijo dirijiendose a Kagome.
-Rin yo tengo algo que devolverle a Sasshomaru, ¿os puedo acompañar?-prosiguió Kagome después de que Rin terminase de hablar.

Cinco minutos después de encontrarse a Rin y Jaken, Sango y la sacerdotisa fueron a ver a Sesshomaru, quien estaba sentado en un árbol muy alto.
- Rin, ¿porque has traído a la miko y a su amiga hasta mi?-pregunto con un aire calmdo y frio, ese era el Sasshomaru que había fascinado a Kagome meses antes, la primera vez que ella piso estas tierras tan extrañas.
-Lord Sesshomaru, no culpe a Rin, yo el pedí que me llebase hacía usted.-suplicó la miko a el joven Lord del Oeste, esas súplicas hicieron que se le subiese el ego a este, rápidamente bajó del árbol y le di un beso a Kagome.

Entonces apareció Inuyasha.

-¡hey! Hermano, suelta a mi Kagome - dijo Inuyasha el ver que se besaban ¡Ella es mía!-lo que dijo el híbrido enfado a Kagome.
-¡Inuyasha osuwari!-cuando Inuyasha ya estaba en el suelo que no se podía mover dijo Kagome - escúchame híbrido no soy tuya, I tubiese que ser de alguien seria de Sesshomaru, pero di ti...-remarcó la ultima palabra de la frase - nunca - esa palabra se le quedo en la cabeza a Inuyasha, quien decidió salir a buscar a Kikio y olvidarse de kagome,

En lo más profundo de el bosque había un lago, allí fue donde el híbrido y la sacerdotisa de barro se encontraron esta vez.
Ellos tenían cosas muy importantes, que explicarse mutuamente.
Inuyasha invocó a Kikio mediante estas palabras:
-Kikio necesito verte - después suplicó con un-por favor
-Dime que quieres - dijo Kikio después de aparecer delante de él - ¡ah! Ya se, te ha dejado Kagome y ahora vienes a suplicarme venga con tigo en alguna de tus alocadas aventuras por los quatro territorios - Inuyasha se quedo sin habla, Kikio lo habia adivinado todo, sin el más mínimo error.
-¿Como lo has sabido ten rapido? - pregunto desconcertado
- Hay, mi pobre Inuyasha, debes saver que por tu culpa, por que me mataste me convertí en un fantasma, y gracias a eso puedo saber lo que piensas sin haberlo pensado tu.

Me di cuenta que amo cuando te perdi  [concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora