Capitulo 10: the trooper.

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Todo era paz y tranquilidad en la ciudad de Orario, exceptuando por todas las casas destruídas por los disturbios de Ares, y por las explosiones y ataques que Bell realizaba.

Pero, hablando del lobo, ¿donde está?

Pues esa pregunta se responde fácilmente al ver las condiciones del bar de la jefa de su maestra, el bar de la fertilidad, que aunque estaba un poco mejor que muchas otras construcciones, no pudieron salvar una gran parte de esta, pero eso era lo que menos le importaba a Mia, ya que con el dinero que el Gremio les dio y con ayuda del can de la elfa, podrían volver a abrir en poco tiempo.

Mía:¡Muy Bell, solo un poco más!-Fue el grito animado de la patrona hacia el lobo que subía un letrero con su gran tamaño.

Bell:¿Afui?-Pregunto apenas entendible el lobo.

Mía:¡Si, buen trabajo Bell, puedes descansar!-Agradeció Mia mientras este regresaba a su tamaño normal.

Mia:¡Puedes ir a descansar Bell, después tendremos muchos pedidos de aventureros hambrientos!-Fue el grito eufórico de la mujer.

Bell no dudo ni un momento y desapareció en una sombra.

Con esta situación acabada, nos dirigimos a la verdadera protagonista de la historia, Ryuu Lion, conocida como una de las chicas más fuerte en Orario por ser la portadora de la criatura que más problemas le puede causar a Orario si se descontrola.

Pero esta estaba completamente centrada en algo que no la había dejado antes, era sobre lo que Bell le había dicho en su sueño, "¿acaso era posible dividirse así?", era la pregunta que le rondaba, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por un choque que se escuchó junto a uno de los pies de la cama de la elfa.

Pero cuando la chica dirigió la vista al sitio donde se escuchó el golpe no encontró a nadie, ni siquiera un alma, pero al enfocar su vista, notaba un ligero cambio en ese sitio, como si de una grieta en el sitio, pero ese no era el caso, cuando Ryuu tocó o al menos lo intentó, lo que sea que estaba ahí se alejó en una esquina.

Pero Ryuu al no poder verlo, sabía muy bien donde estaba, no sabía que era, no sabía de donde venía, pero si sabía que no era malo, algo dentro de ella le decía, no, le gritaba eso. Así que a paso lento se acercó a la criatura hasta estar a un metro de distancia de la criatura, cuando Ryuu pudo divisar un poco mejor la forma de la criatura, noto cómo está estaba temblando, era como ver a un conejo asustado pensó la elfa con una sonrisa.

Ryuu:(Espera...un conejo...)-Fueron los pensamientos de la chica al notar al ser.

Pero inconscientemente el ser, estaba haciéndose poco a poco visible a los ojos de la chica, dejando a ver, una figura algo tierna a sus ojos, era como ver a un muñeco completamente hecho de arcilla. Era delgado, sin llegar a lo exagerado; un poco pequeño, de más o menos 1.68, tenía alrededor de su cuerpo algo parecido a una armadura de pura arcilla con algunas grietas a lo largo de esta.

Pero lo más notable era que debajo de las placas había un líquido negro ensuciando la armadura, pero de donde provenía la mayor cantidad de líquido era de sus ojos, los cuales estaban pintados de este color. Pero Ryuu conocía esta figura, conocía esa mirada, era la mirada que tenía Bell antes de cada una de sus torturas.

Y como si nada más importara, pudo ver el sentimiento que este ser reflejaba en su mirada, era tristeza, tristeza absoluta.

Ryuu:Bell...¿eres tú?-Pregunto la elfa mientras veía como el ser se asombraba por ese nombre.-¿Puedes entenderme?

Más no recibía respuesta, solo podía ver la confusión del ser frente a ella justo en sus ojos, pero de la total oscuridad de sus ojos, puedo ver un pequeño brillo salir de estos cuando escuchó el nombre de la anterior promesa. Pero ese momento se vio cortado por una chica la cual entró a la habitación de golpe.

¿donde quedo mi sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora