¿Llegué a tiempo?

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He vuelto :D

Traigo una nueva historia que espero les guste, si va a ver supercorp pero en segundo plano, aún así ojalá también les llamé la atención leer esta historia.

Sin más que lo disfruten.

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Lillian era una mujer dedicada a la calle, antes fue una exitosa abogada, sin embargo, el estrés y la presión, seguida a una terrible racha económica la dejó en una esquina ofreciéndose por unas monedas, hasta que llegó Lionel Luthor, un cliente habitual, mal carácter, pero muy bueno para pagar, a veces le daba hasta el doble o triple por su exclusividad.

Entonces ella quedó embarazada y él se fue.

Por cinco años Lillian tuvo que cuidar de su hija Lena en su precaria situación, sobreviviendo. Tristemente una noche mientras ella trataba de salir de un viaje de drogas que un cliente le obligó a tomar Lionel vino por Lena, resulta que él y su nueva esposa no habían podido concebir, la mujer quería un hijo, así que con su dinero e influencias Lionel no tuvo problema en quedarse con su custodia.

Habiendo perdido a su hija y sin haber podido hacer algo para evitarlo, Lillian decidió rehabilitarse y recuperarla. Pasaron años hasta que su situación económica mejoró como para librar la batalla legal contra Lionel, hasta que finalmente lo consigue, la rica pareja ya tiene otro hijo, por lo que tampoco pone tantas trabas.

El juez toma su maso.

-Bueno, ésta corte determina que Lena Luthor fue robada de su madre y que los señores Luthor mantuvieron su custodia de manera ilegal. Si bien, le proporcionaron los cuidados necesarios que necesita un niño, sus acciones son consideradas por el estado California como secuestro infantil. Por lo tanto, le cedo su custodia a su madre Lillian Walsh, quién ha demostrado ante ésta corte, cinco años de sobriedad, así como poseer una casa y un sueldo estable para mantener a la niña, la cual, consevará el apellido de su padre, además deberá pasar un fin de semana al mes con su familia paterna. Caso cerrado- decreta golpeando el estrado.

Lillian se abraza a su abogado Clark Kent, al sentirse rebasada por la dicha ¡Lo logró! Recuperó a su hija.

-Aunque debo advertirle- dice el juez-. Estará recibiendo visitas mensuales, si la niña denuncia maltrato o no vive en condiciones dignas, usted señora Walsh, perderá nuevamente la custodia ¿Lo entendió?

-Si, señoría- contesta la mujer decidida.

Al salir de la corte se encuentra con Lionel, su esposa y su hijo.

-Puede que el juez fallara a tu favor Lillian, pero Lena ni siquiera te recuerda- se burla el empresario.

Ella levanta la mirada, no va permitir que la humille.

-¿Y de quién es la culpa Lionel? ¡Tú la alejaste de mi!

-Creo que todos queremos lo mejor para Lena- interviene la esposa, Eve Luthor-. Desde que este proceso empezó ella ha estado intermitentemente en servicios infantiles, necesita un hogar cálido y quiero pensar que toda esta guerra es por amor a tu hija y no solo para molestar a Lionel.

-Eve, querida, no pierdas el tiempo con esta mujer- dice el hombre.

Y a Lillian también le fastidia que le hable desde una superioridad moral que no tiene, se impuso como madre de su hija. Su capricho fue lo que hizo que Lionel fuera por Lena y ahora deshace de ella sin más solo porque los tratamientos de fertilidad dieron resultado.

No tiene porque soportarlo por lo que se da la vuelta para alejarse de la pareja, sin embargo, Lionel la toma del brazo y le susurra al oído.

-No cantes victoria, a fin de cuentas, solo eres una puta. Mi niña rogará por volver a casa.

¿Te recuperé a tiempo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora