Narra Tomás
Ya habían pasado días desde que tuve mi primer cita con Pilar, hasta tuve más de una con ella. Cada día hay un nuevo regalo en su casillero y cada vez que lo recibe me ve y me sonríe como yo a ella.
Cuando me levanto me siento bien y respiro profundamente, siento que esta apuesta me a hecho y me bien, ni pienso en salir de fiesta en cada momento y en mis problemas personales, bueno no mucho, todavía siguen ahí pero ya no me cuesta mucho tener que distraerme para no pensar.
En cada cita con ella hablamos, para romper el hielo ella siempre comienza a hablar del colegio y me pregunta como me va en las materias, sabe que no soy muy bueno en algunas y yo le respondo que estoy mejorando, Mia ayudo mucho en ese tema y me agradaba que sea mi tutora en la mayoría de las materias, aunque desde la vez que fue a mi casa preferí que estudiemos en la biblioteca del colegio, no quería que lo de mi madre se repita.
Miro a Manuel quien sigue durmiendo y me doy cuenta de la actitud rara que tuvo Pilar hace unos días. Habia veces en que me hacia preguntas muy raras, primero sobre mi, luego sobre Pablo y al último sobre Manuel. Cuando hablaba de él hacia mas preguntas de las que hacia sobre mi o Pablo, pero no le di importancia, a muchas chicas le da intriga Manuel y las entiendo, él es reservado para muchas cosas entonces seguro tiene mucho que guardar para que lo sea.
Mi mirada se dirige a Pablo que se enderezó en su cama y sonrió por la cara de dormido que todavía tiene.
Pablo estos días estuvo más estresado de lo normal, no se podía quedar quieto un segundo y a contrario que a mi la apuesta le estaba haciendo mal. No me dijo que paso con Marizza pero creó que no le estaba yendo bien.
Él bosteza y me mira con los ojos achinados.
— Hola —dice con voz ronca y se frota los ojos.
— Hola.
Él dirige la mirada a Manuel y se lo queda viendo a lo que yo hago lo mismo. Al parecer él se habia despertado pero el problema era que no sé en que momento.
— Ya comenzamos desde temprano ¿no? —le pregunta Pablo a él molestandolo, Manuel literalmente estaba mirando a la nada, seguramente metido en sus pensamientos como siempre y Pablo aprovecho la oportunidad para molestarlo por eso.
Él pestañea y pasa su mirada entre nosotros.
— ¿Eh? —nos mira confundido y Pablo sonríe ladeadamente.
— Nada —mira para abajo.
— Saben... —alzo la voz— Creo que es momento...
— ¿Momento de que? —pregunta Pablo.
— De que le diga a Pilar que sea mi novia... de que gane la apuesta —digo y miro a Manuel quién se perdió de vuelta en su mente— ¿No?
— ¿Eh? —sale de su boca.
— Ya sali muchas veces con ella y... además ustedes no parecen avanzar de donde están —me miran con el ceño fruncido.
— ¿A que te refería Tomas? —inquirió Pablo y suspiré.
—No sé como le esta yendo a Manuel, pero a vos no tan bien... solo mírate como estás, —se observó con las cejas hundidas— Ya ni pareces vos mismo, estas palido y hasta tenes ojeras, creo que es mejor que esto termine...
— Claro que si, va a terminar cuando gane —respondió y suspiré.
— ¿Entonces no vas a descansar hasta que uno gane cierto?
— No —sonrió y negué con una sonrisa de boca cerrada. Miramos a Manuel y esta vez no estaba metido en su mente sino dormido—Escuchaste Manuel, la apuesta no termina.
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La Apuesta: Rebelde Way [Cancelada]
Teen Fiction2 grupos de amigos. 2 apuestas distintas que cumplir. ¿Podrán lograrlas? ¿Se arrepentirán de hacerlas?