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Un nuevo día significaba tener una vez más esos intensos ojos de siempre pegados en su nuca, siguiéndolo a todos lados. Ese nuevo día también traía miles de escalofríos a su cuerpo, además del temor recorriendo sus venas al sentirse en peligro, otra vez. Chuji, su mejor amigo, insistía en que estaba exagerando, pero Byeonghee no podía terminar de entender por qué Jeon Doyum no hacía más que observar a su persona por largas horas con sus pequeños y fríos ojos. Ya se había planteado la pregunta miles de veces, pero jamás había llegado a una conclusión que le convenciera más que Doyum planeando asesinarlo y luego enterrarlo en el jardín de la escuela, porque sino... ¿Qué más? Jeon Doyum nunca lo vería como algo más que un buen sujeto para exterminar de la faz de la Tierra. Ni siquiera como un amigo.

Doyum y él se conocían desde que tenía memoria, literalmente. Compartieron mucho tiempo juntos en el jardín de infantes, pero ni siquiera se hablaban tanto como sus madres querían —ellas siempre habían querido que fueran mejores amigos, al fin y al cabo—, luego fueron compañeros de clase en Secundaria pero se separaron en Preparatoria, Doyum siendo de la clase B y Byeonghee de la clase A. Pero que hubiesen compartido una cantidad inhumana de tiempo en un mismo ámbito no significaba que fueran cercanos, aunque tampoco significaba todo lo contrario. Byeonghee ya había estado en la casa de Doyum, por ejemplo, junto con Lim Jimin (otro de sus amigos) para hacer un proyecto en el último año de secundaria. De hecho lo recordaba perfectamente: cómo Doyum era un chico amable pero extraño; él también era tan sumiso algunas veces y otras tan agresivo, además de que se avergonzaba con facilidad. Era adorable, a decir verdad, tanto que Byeonghee se fue de su casa habiendo contado al menos cinco ocasiones en las que las mejillas de Doyum se habían prendido fuego mientras estaba hablando con Byeonghee. Dios, era precioso, y además despertaba unas ocultas ganas de proteger en Byeonghee. Mas volverse cercano con Doyum había sido un trabajo tan imposible que fue incapaz de completarlo, y luego de que los separaran de clase iba a ser aún más ilógico acercarse e intentar ser amigos.

No obstante, al comienzo de la Preparatoria, Byeonghee había sido consciente de que intentar ser amigo de alguien no podría ser tan difícil, así que decidió acercarse a Doyum para hablarle apenas lo encontrara entre el tumulto de estudiantes, pero sólo se vió como un pez tratando de respirar como un ser humano, moviendo sus labios, tratando de formular alguna palabra, perdiéndose en los brillantes ojos de Jeon Doyum que se veían en pánico, hasta que esas mismas orbes desaparecieron de su espacio visual, porque Doyum corrió lejos suyo al Byeonghee haber parecido un rarito observándolo sin poder siquiera decir una palabra.

El Byeonghee de hacía un año podría haberle dicho cualquier cosa a Doyum, desde un "Hola" hasta un chiste tonto para intentar romper el hielo, mas ni siquiera ese Byeonghee podría haberse atrevido a hablar al ver a ese Jeon Doyum.

La primera vez que Byeonghee lo vió con otros ojos fue cuando Doyum tenía dieciséis, y se sintió tan estúpido que quiso ser enterrado debajo de las baldosas blancas de su escuela.

El problema era que Doyum se veía muy distinto a cómo habían terminado el año anterior. Unos tres meses habían cambiado de una forma exagerada a Doyum, y Byeonghee no estaba realmente listo para observarlo con los ojos de un chico que sabe qué es lo que quiere y qué es lo que le gusta. Sólo un ciego podría ignorar lo precioso que se veía Doyum.

No lo malentiendan. Byeonghee siempre fue consciente de que Doyum era un chico adorable. Byeonghee podría haber sido el primero en fundar un Escuadrón de Protección para Jeon Doyum por lo tierno y apachurrable que se veía en el día a día. Pero verse así, como si su único objetivo en su vida fuera atacar a Byeonghee con sus bellos intrigantes ojos y su cabello brillante y sedoso, su nariz perfecta y suave piel haciendo que los dedos de Byeonghee tengan pequeños espasmos por la necesidad de tocar, al igual que sus labios rojos que... Dios, no podía ir ahí. No debía ir ahí.

kill me or love me (i don't mind) ◇ byeonghee/doyum (just b)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora