Capítulo Único

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La noche caía cuando Odín salió del baño. Había sido un día agotador en Asgard, sobre todo por culpa de Thor y Lü Bu que no dejaban de romper cosas con sus enfrentamientos, y una ducha caliente era justo lo que necesitaba para aliviar un poco la tensión en su cuerpo y poder relajarse. Terminó de secar su cabello con la toalla y, mientras entraba a su habitación, soltó un pesado suspiro.

—¿Un día agotador? —Volteó a ver al dueño de esa cálida voz, encontrándose con el rostro sonriente de Lu Shang, su pareja. Se encontraba vestido ya con su pijama y sentado en la cama que ambos compartían, listo para irse a dormir.

Odín guardó silencio, sin tener ánimos para hablar o siquiera asentir con la cabeza.

—Hace rato me encontré con Loki en el pasillo —empezó a relatar mientras salía de la cama y se acercaba a una pequeña mesa que estaba en el centro de la habitación—, y dijo que lucías tan molesto que incluso los sirvientes huían cuando te veían. —Rio un poco ante el recuerdo de las palabras del dios del engaño—. Así que decidí ir a la cocina a prepararte esto para ayudarte a relajarte.

El rey de Asgard observó durante unos segundos la taza que el otro le ofrecía antes de tomarla. El calor que se filtraba a sus manos resultaba agradable y la fragancia de las plantas que se usaron para elaborar la bebida inundaron sus fosas nasales, calmándolo al instante. Tomó un pequeño sorbo y un suspiro de satisfacción abandonó sus labios en cuanto el líquido viajó por su garganta. Sintió un ligero tirón en la manga de su ropa cuando Lu Shang lo guio gentilmente hacia una silla e hizo que se sentara.

—Parece que te gustó, me alegro. Solía tomar ese té cuando llegaba a casa después de una larga jornada de trabajo. —Odín sintió como las hábiles manos del chino se paseaban por sus hombros, masajeándolos durante unos momentos antes de pasar a sus largos cabellos y comenzar a acariciarlos. Sabía que Lu Shang amaba su pelo; siempre que podía, le pedía permiso para peinarlo y juguetear un poco con el, mientras que él simplemente se dejaba hacer—. Termina de tomar tu té, yo te ayudaré a desenredar tu cabello. Definitivamente haré que quede muy suave.

A pesar del dulce tono que usaba su pareja, el dios sabía que, sin importar lo que opinara, terminarían haciendo eso, por lo que simplemente asintió. Pronto sintió como el cepillo pasaba suavemente por su cabeza, desenredando los nudos en su cabello.

—Así que, ¿tuviste mucho trabajo?

—Sí.

—Y supongo que Thor y Housen no ayudaron.

Negó con la cabeza. —Destrozan cada maldito lugar en el que entrenan.

—Lamento eso, sabes cómo se emocionan cuando están juntos. —Rio un poco—. Si quieres quejarte para sentirte mejor, soy todo oídos.

—No. No quiero seguir pensando en eso.

—¿Entonces quieres que nos quedemos callados mientras termino?

Guardó silencio durante unos minutos, meditando sus opciones, antes de responder.

—Cuéntame qué hiciste hoy.

—Si eso quieres. ¿Recuerdas que te dije que visitaría a Adán? Al parecer su esposa, Eva, estuvo aprendiendo repostería ¡Es muy buena! Me explicó cómo preparar... —comenzó a relatar su día.

Pronto, sus palabras perdieron sentido para Odín, que únicamente podía centrarse en el dulce tono de la voz del contrario y en las suaves manos pasando lentamente por su cabellera acompañadas por el cepillo. Lentamente fue olvidando cada uno de los corajes y las preocupaciones que fue arrastrando a lo largo del día, dejándose llevar por las agradables sensaciones a su alrededor. Aún le sorprendía cómo es que Lu Shang, un simple humano, había hecho grandes cambios en él, logrando que sus problemas se esfumaran en cuestión de minutos cuando estaban juntos y haciendo que anhelara con más frecuencia que el día pasara con rapidez para poder encontrarse con él en su dormitorio. Realmente lo amaba.

—...al parecer ese chico, Jack, ha empezado a confiar en ellos y a ser más abierto con lo que piensa. ¡Se veían tan contentos! —Bostezó, llamando la atención de Odín—. Cuando volvía a casa me encontré con Hermes y dijo que venía a visitar a Lo...

—Lu Shang.

—¿Sí?

—Vamos a dormir —dijo mientras tomaba una de las manos que se encontraba en su cabello y la acercaba para besar el dorso de esta. Un adorable rojizo adornó las mejillas del chino mientras mostraba una enorme sonrisa. Amaba cuando Odín se comportaba de esa manera.

Fue solo cuestión de minutos para que ambos se encontraran a oscuras en la habitación, refugiándose bajo la calidez de las mantas. Lu Shang, aún adormilado y con la cara oculta en el pecho de su pareja, continuó acariciando su larga cabellera, disfrutando del tacto en sus dedos. Odín solamente lo abrazó con fuerza y, esbozando una diminuta sonrisa, disfrutó del cariño que le brindaban, sintiéndose el dios más afortunado de todo el Valhalla.

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Nota de la Autora:
Culpo completamente a Wipi_Wipa por la creación de este drabble :v
Lamento tomarme la liberta de estiquetarte, pero por ti me enteré que existía esta pareja en Twitter, después ya fui yo la que fue a buscar los fanarts y pues, la carne es débil y no pude evitar escribir algo de ellos(?
Sabía que tarde o temprano escribiría para este fandom, pero no esperaba que la primera historia que publicara fuera de esta pareja xd
Honestamente, me ayudó muchísimo a salir del bloqueo creativo que tenía desde hace un año.
La temática de "Cepillar el cabello" está basada en el Flufftober organizado por la página de Facebook "Es de fanfics", pero como realmente no participaré en este, decidí publicar esta historia independiente.
No tengo nada más que añadir, espero que alguien que también los shippee haya encontrado esto y le haya gustado. Hasta la próxima.

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