-Oye, Luis. ¿Qué tal tu mujer?
Era una mañana fresca de finales de otoño, los árboles estaban empezando a tomar unas tonalidades anaranjadas y unas pequeñas ráfagas de viento helado comenzaban a intuirse. Hacía tres semanas que el nuevo curso había iniciado, trayendo consigo alguna que otra cara nueva...
-¿Luis?- repitió Eva María.
-¡Ah! Sí, éste verano nos hemos divorciado.Eva se quedó unos segundos en silencio, sorprendida por la noticia.
-Pero... ¿Qué ha ocurrido?- preguntó intrigada.
-Pues... Realmente no entiendo por qué... Parece ser que estaba casada sólo por compromiso y una vez que todo se calmó, recogió sus cosas y se fue con los niños.
-Oh...
-Yo la amaba, ¿sabes? Habría dado todo por seguir con ella.
-Debe... Debe de haber sido duro.
-Bueno,- suspiró- al menos no se llevó al gato.Eva sonrió ligeramente, desde que empezaron a trabajar juntos siempre se había sentido ciertamente conectada a Luis. Estar con él le provocaba sentimientos que nunca antes había experimentado por un hombre. Tal vez ese divorcio podría ayudarla a acercarse un poco más a él.
-Pero, bueno, la vida sigue- dijo Luis con una sonrisa melancólica.- ¿Te has enterado que viene un nuevo profesor de plástica?
-Sí, estuve leyendo los horarios y las listas de profesorado. Tú sabes lo que me gusta revisar ese tipo de cosas.
-Jaja, manías de los de ciencias, ¿no?- bromeó Luis.
-¡Oye! Que tú siempre pides una redacción de lo que hicieron los pobres chiquillos en verano, Dios, cómo odiaba hacer eso.Y así, Luis y Eva siguieron hablando de temas mundanos mientras organizaban sus papeles.

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Artes y lengua
RomanceUn ""fanfic"" de un sueño que tuve hace años que envolvía a mi profesor de plástica y el de lengua de 1° de ESO.