Hola holaaa!! Esta es una historia de romance (que espero que me quede corta) sobre Mitsuya y una OC inventada. Espero que os guste y si es así por favor, hacédmelo saber en comentarios.
Los unicos personajes que son mios son la protagonista, parie...
Mitsuya al momento la tomó del hombro mientras pensaba "Otra vez siendo irresponsable, es que no ha aprendido nada o que? Tan estúpida y temeraria es, para dejarse destrozar por Draken?" pero solo le dijo: -¿Estás segura? Te saca mínimo dos cabezas.
-Si, segura, además, cuanto más grande es la columna, más duele la caída. De todas formas insisto, no quiero pelear ni lastimar a nadie así que en cuanto uno de los dos tumbe al contrario se acabó la pelea ¿Os parece bien? No quiero hacerle daño.
-Que tu me vas a hacer daño a mi? no soy como los enclenques contra los que te pegaste el sábado. Te esperamos a la salida de las clases, Mitsuya si quieres puedes venir así ves como la dejo por los suelos. Vamos Mikey, antes de que se acaben las banderitas.
Los chicos se retiraron no sin antes Mikey con ese aire infantil despedirse de T/n y Mitsuya con un "Hasta más tarde". Tras eso T/n comió su bento mientras Mitsuya volvía a reñirla por imprudente, diciéndole que estaba mal de la cabeza si pensaba que podría con Draken y más en el estado que se encontraba toda llena de heridas y moratones. T/n le repetía una y otra vez que no se preocupara, que ella era más fuerte de lo que aparentaba. En realidad no es que fuese fuerte, sino más bien que tenía muy buena técnica. Su maestra le enseñó que no hacía falta tener mucha fuerza bruta para poder defenderte y había practicado mucho, sabía cómo salir de un combate uno contra uno ilesa.
Como el rubio dijo, Mitsuya y T/n a la salida se saltaron el club y se reunieron con el dúo para acabar detrás del instituto de estos. Draken con pensamiento de que iba a ganar la pelea sin pestañear no se preparó en cambio T/n hizo un poco de estiramientos de brazos y piernas, le seguía doliendo todo el cuerpo a rabiar pero quería acabar con eso pronto así que tenía que ser hoy si o si.
Una vez lista fue el alto quien empezó a intentar golpearla con mucha fuerza explosiva pero ella bastante serena esquivaba todos los golpes no fue hasta que consiguió agarrarla que ella contraatacó, libró sus brazos del agarre y le pegó un golpe en la nuez hundiéndosela hacia dentro lo cual provocó que por un momento Draken no pudiera respirar. T/n aprovechó el momento para colarse por debajo de su pierna y desde atrás le torció el brazo el cual luego aprovechó junto con meter una pierna entre las del contrario para impulsarlo y hacer que el grande acabará en el suelo. A Draken no le dió ni tiempo de pensar que estaba sucediendo. En un pestañeo ya estaba en el suelo y T/n a su lado ofreciéndole su mano.
-¿No te he hecho mucho daño no? ¿Estás bien? -Preguntó mientras el otro se incorporaba un poco y soltaba una risotada. Mitsuya y Mikey estaban de público y no se podían creer lo que acababan de ver. La expresión del primero era indescriptible, mikey en cambio balanceaba las piernas como un niño mientras aplaudía entusiasmado. Cuando Draken se levantó Mikey se acercó a T/n y la levantó por los aires. Los tres adolescentes restantes se quedaron sin entender por qué lo hacía.
-Ken chin es justo lo que buscábamos! tiene muy buena técnica ¿Nos la podemos quedar? Porfaaaaa! -Suplicó haciendo falsos pucheros mientras la dejaba en el suelo. Parecía que estaba hablando de adoptar una mascota.
-Oe Mikey no es un perro sabes? Si quieres que se nos una al menos pregúntale y háblale como a una persona normal. -Añadió el rapado limpiándose la ropa.
-Seamos amigos T/n! Con nosotros nunca te pasará nada y siempre tendrás momentos de diversión, eres una chica fuerte y nosotros valoramos a los que luchan por proteger a los demás. Únete a nosotros si?
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- Te esperamos dentro de dos días en el Templo Musashi a las 20:00 - Tras decirle la fecha y hora se fueron el dúo de rubios dejando solos a Mitsuya y a ella.
En el camino a casa los dos fueron en silencio, ella se sentía avergonzada y poco femenina por haber tumbado sola a un tipo que le sacaba más de dos cabezas frente a él y él, aún asimilando que había tumbado a Draken sin siquiera despeinarse a la vez que intentando buscar las palabras para decirle que pertenecía a la toman. -Esto... Esta es mi casa... -Dijo la joven con un tono suave que denotaba un poco de decepción por haber llegado a su destino sin cruzar ni una sola palabra durante el camino. Sacó las llaves para abrir la puerta pero Mitsuya le cogió de la muñeca.
-Esto, yo, bueno...tu..¿Dónde has aprendido a pegar esas patadas? bueno...lo que quiero decir es...-La chica le miraba extrañada, al final sus sospechas se habían vuelto realidad y por lo visto la consideraba poco femenina y una bruta.- Lo que quiero decir es que eres super fuerte!
-Ya bueno...aprendí artes marciales cuando vivía en España...puedes soltarme, por favor? -Le dijo algo entristecida, todo se había ido a pique en su cabeza y ya se estaba temiendo que su relación cambiara a partir de ese momento. El chico como todo un caballero hizo caso a su petición y la soltó sin entender por que tenía el semblante triste ¿Había dicho algo que le había sentado mal? ¿estaría triste por que la habían prácticamente obligado a pelear? No lo sabía pero esa expresión suya le revolvía por dentro generándole tristeza como si no la fuera a ver nunca más cuando sabía perfectamente que la vería en el instituto o en la reunión.
La chica se despidió formalmente y procedió a entrar en casa cerrando la puerta tras de sí. Sin decir ni una palabra subió a su cuarto y se tiró en la cama cubriéndose la cara con la almohada. Tras eso suspiró y se preguntó en voz alta por qué le importaba tanto como él la viera si cuando la miraban los demás le daba igual.
Su madre que ese día había tenido turno de mañana la había escuchado subir a su cuarto y le preocupaba que le pasara algo malo o se hubiese metido en alguna pelea de nuevo ya que llegaba muy tarde. - T/n cariño ¿estás bien? ¿ocurre algo? -Le preguntó tras tocar a la puerta de su cuarto y abrir la misma, su madre sin recibir invitación se sentó en el borde de la cama observando cómo su hija se molestaba ella sola consigo misma. La joven no tuvo más remedio que explicarle la situación a su madre y ésta se rio suavemente.
- Cariño me parece que lo que a ti te pasa es que ese chico te gusta pero tu eres muy inocente a veces y no te sueles dar cuenta de esas cosas. Además, a ti nunca te ha interesado gustarle a los chicos por lo que no sabes cuando te gustan pero es normal que suceda. Tenéis gustos en común, os habéis divertido juntos en el club últimamente, te ha dado cariño, comprensión, aprecio y palabras bonitas además de que os pasáis mucho tiempo juntos, es natural que te pueda llegar a gustar.
-Pero mamá yo no quiero que me guste, pensará que soy una machota y una bruta, se pensará que soy como un gorila pero en chica...-Decía ella mientras apoyaba la cabeza en el regazo de su madre como hacía cuando era una niña. Las inseguridades rondaban su cabeza y la hacían suspirar una y otra vez.
-T/n yo pienso que tú aunque eres una chica fuerte e independiente que se vale por sí misma también eres delicada, tierna, sensible y femenina cariño - Su madre le acariciaba el cabello a la par que decía aquello. -Eres bonita y te comportas como una chica normal de tu edad por lo que si tu no le llegas a gustar a él, él se pierde a una chica magnifica. No necesitas la aprobación de un chico ni gustarle para que seas toda una mujer con todo lo que eso trae. Puedes ser femenina y fuerte al mismo tiempo si es lo que quieres y a quien no le guste que se vaya, porque tu lugar es al lado de las personas que te quieren tal y como eres. Además, mientras tú subías a tu cuarto he visto desde la ventana del salón como el muchacho se ha quedado en la puerta de casa un ratito con cara de lelo, no se que le has dicho antes, pero lo has dejado roto, no creo que te vaya a rechazar.
Al decir su madre aquello T/n se levantó de golpe sonrojadisima a grito de "Mama! no hagas eso!" lo que provocó la risa de su madre.
-Ves? eres una chica también, aunque seas una guerrera y ahora baja, que la cena está lista.
La pelirroja obedeció a su madre sintiéndose un poco mas calmada aun que sus inseguridades no se desvanecieran por completo pero sabía que lo que le había dicho era cierto, que tenía razón y debía organizar sus sentimientos hacia Mitsuya.
