𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋-𝐒𝐀𝐄𝐁𝐘𝐄𝐎𝐊

El Comienzo

Era un día como cualquier otro. Un día en el que había que buscar dinero para  poder pagar nuestras deudas.

–¿Tienes idea de adónde podemos a buscar o robar algo hoy?– preguntó mi novia, Sae-byeok.

–Pensé que tal vez podamos ir a él sitio de apuestas. La gente consigue bastante dinero ahí, si tenemos suerte, encontraremos al ganador y le quitaremos su dinero. ¿Te parece?–

–Claro–

Alistamos nuestras cosas, tomamos nuestras mochilas y salimos para allá.

(...)

–Señorita ¿puede decirnos quien ganó el premio de la carrera de caballo? Esuqe creo que fue nuestro papá, y no lo vemos desde hace tiempo. ¿Podría describir os como vestía?– le dije a la chica de la caja tratando de sonar amable.

–Lo lamento, pero no puedo decirles eso–

–Es urgente. Necesitamos saber dónde está– Insistió Sae.

–Bien. Su papá vestía una gorra azul y un saco gris claro–

–-¡Gracias!– dije para luego retirarnos.

–Si lo vemos, fingiré chica con él, luego le quitaré el dinero.– me susurró al oído.

–Entendido–

No mucho después de eso vimos a un hombre con esa misma descripción correr entre las personas. Sae se atravesó y chocaron provocando que ambos calleran al suelo.

–!Sae-byeok!– dije fingiendo.

–Lo siento. Niña, ¿estas bien?– dijo el hombre. Sae no dijo nada. –Lo siento– dijo y siguió corriendo.

Reí por lo bajo y me acerqué a mi novia.

–¿Estas bien?– ella sonrió y me enseñó el dinero. –!Oh mierda! ¿Cuánto es?–

–Vamos afuera– se levantó. –Lo cantaremos ahí.

–Bien–

–Vamos–

Sae tomó mi mano y juntas caminamos afuera a un lugar apartado de los demás. Ella sacó el dinero y empezó a contar por lo bajo, la verdad se veía que era bastante.

–¿Y...?–

–¡Son 4 560 000 Wones!

–Vamos bien ¿no crees?–

–Esto ya es un buen avance– dijo con una sonrisa.

–Disculpen... Jovencitas.– dijo un hombre.

–¿Quien es usted?– pregunté.

–Pueden llamarme "El vendedor"–

–Creí que se equivocó de chicas. Vamos ____...– dijo Sae mientras tomaba mi mano.

–Jeon _____, Kang Sae-byeok– dijo el hombre.

–¿Perdone?

–16 años. Sae-byeok nacida el 2 de enero y ____ en 27 de agosto. Ambas deben una gran cantidad de dinero–

–¿Quién es usted? ¿Y porque sabe todo eso de nosotras?––

–He venido aquí a invitarlas a participar en un juego por seis días. Ahí ganarán más que suficiente para pagar sus deudas––

–¿Como sabemos que esto no es una estafa?–

–No estafaría a dos niñas. Esta es mi tarjeta. Llámenme, no pierdan la oportunidad.– dijo y se fue.

Miramos la tarjeta, en la parte de adelante tenía un círculo, un triangulo, y un cuadrado, y por detrás tenía un número telefónico, 8650 4006.

–¿Que diablos fue eso?– dijo Sae.

–Ni idea, pero fue muy raro.–

–¿Pagar todas nuestras deudas? ¿Ganar dinero jugando juegos por seis días? Que estupidez–

–No se que creer hoy en día Sae. ¿Que pasa si es real?–

–Suena estúpido, pero... Tal vez si lo sea. No lo sé–

–Con tal de pagar nuestras deudas y escapar de esos idiotas que nos persiguen todos los días haría lo que sea–

–Bien... Llamaremos en la noche–

–Me parece genial.

(...)

Eran las 9:30 de la noche, Sae-byeok y yo estábamos en nuestra casa. Si se le podía llamar así, en realidad era un apartamento de bajo costo. No era mucho, pero era suficiente.

Saqué mi celular y empecé a marcar el número.

–¿Hola?– dijeron an otro lado del teléfono.

–Somos las dos chicas a las que les dió la tarjeta en la tarde...–

–¿Desean participar en el juego?

–Si–

–Sí desean participar, digan sus nombres y sus fechas de nacimiento–

–Bien. Jeon ____, 27 de agosto. Kang Sae-byeok, 2 de enero–

–Entendido, esperen afuera de su apartamento. Una camioneta negra deberá llegar en 5 minutos. Por cierto, la contraseña es "Luz Roja, Luz Verde" –

–Esta bien, gracias– dije y colgué.

–¿Que te dijeron?–

–Sae recoge tus cosas, nos vamos en 5 minutos.–

–Bien–

Tomamos nuestras cosas, entre ellas nuestras mochilas, celulares, una navaja y alguna que otra cosa más.

Salimos del apartamento y esperamos un poco, hasta que una camioneta negra aprecio alumbrandonos con sus luces frente a nosotras.

–¿Kang Sae-byeok y Jeon ____?– preguntó un hombre vestido de rojo con una máscara de oxígeno o algo por el estilo.

–Si– respondimos al mismo tiempo.

–¿Contraseña?–

–Luz Roja, Luz Verde–

El hombre no dijo nada y abrió la puerta de la camioneta. Adentro habían varias personas durmiendo y solo dos espacios libres.

Ambas subimos algo desconfiadas a la camioneta que seguidamente se cerró. De pronto un humo empezó a salir de alguna parte.

–¿¡Que diablos es esto!?– preguntó Sae.

–¿Sae-byeok?– dije mientras me mariana un poco.

–¿____?

–¿Sae? – dije para luego caer inconsciente.