𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋-𝐒𝐀𝐄𝐁𝐘𝐄𝐎𝐊

Llegada

Desperté debido a una terrible música que estaba sonando. Mire a mi lado y ahí estaba Sae-byeok, luego. Me miré a mi, tenía un suéter y una pantalón color verde azulado con el número 068 en el. Abajo de eso había una camisa blanca con el cuello del mismo color que el pantalón.

–¿Estas bien?– le pregunté a Sae mientras despertaba.

–Eso creo... –

–Deberíamos ir, todos se reúnen en el centro.–

Bajamos de las camas en las que estábamos y fuimos al centro, en dónde estaban todos los demás.

–Miren a quiénes tenemos aquí– dijo un hombre mirandonos.

Oh no, era Deok-su, un hombre al que le debíamos dinero. Y, además de eso, nos dio un techo por un tiempo, nos enseñó tácticas de pelea, entre otras cosas más. Pero nos habíamos ido de ahí desde hace tiempo.

–¡Perra!– volvió a decir mientras le lanzaba un golpe a Sae.

–¡Sae-byeok! ¡¿Que mierda esta mal contigo!?– mire a Deok-su.

–Cielos– miró a Sae quién se levantaba.

–No puedo creer que las haya encontrado aquí. Mira esos ojos. Tu carácter no ha cambiado.– se acercó peligrosamente a Sae. –Pero claro, no eres de las que retroceden después de unos golpes.–

–No te acerques a ella– defendí.

–Tú tampoco has cambiado. Las alimenté, les di un techo, hasta les enseñé mis habilidades? y me traicionan?

–Ya me quitaste más de lo que te debo– respondió mi novia.

–Si es cierto ¿por que huyeron?–

–No huimos, nos independizamos.– él sólo se limitó a reír.

–¿Se independisñzaron?– rió de nuevo.

Trató de golpear a Sae pero ella lo esquivó. Al no lograrlo con ella me tomó de la ropa y me tiro al suelo. Traté de levantarme pero volvió a hacer lo mismo.

–¡No te le acérquese!– gritó Sae con un tono enojado.

Douk-su me tiró al suelo, me patió el estómago y luego me tomó del pelo.

–¿Se independizaron? ¿Quiénes se creen que son Yu Gwan-sun o que? Sal a ondear una bandera. Claro. Son del norte, así que indea la bandera de Corea del Norte.

Él me iba a golpear de nuevo, pero un hombre se atravesó corriendo a Douk-su, luego me me agarró de él cuello de la mi ropa.

—Esa cicatriz en el cuello de la otra chica. ¡Si, son ustedes! Devuelvanme mi dinero. ¿Dónde está mi dinero? ¡Devuelvanmelo!—

Reconocí a ese hombre, fue al que le robamos su dinero en el lugar de las apuestas.

Douk-su se levantó y lo empujó fuertemente, provocando que me soltara. Sae me ayudó a levantarme rápidamente y nos hicimos a un lado.

—¿Que diablos?—

—¿Quien eres?— pregunto Douk-su
—¿Quién diablos eres?

—¿Yo? Bueno... Soy Seong Gi-hun, de Ssangmun-dong.—

—Oye ¿Ssangmun-dong?—

—¿Si?—

—No termine con estas zorras—

—Lo siento, pero yo también tengo algo urgente que discutir con estas muchachas—

—Maldito. ¿Cuál es tu relación con ellas?—