✓ 𝗠𝗔𝗡𝗜𝗔𝗖 ━━ fear street

𝗢𝟭𝟴. sinners

Capítulo 18: Pecadores

Todo era oscuridad y silencio en el pueblo, todos cerraban sus puertas temprano debido al miedo que empezó a recorrer el antes alegre y feliz pueblo de Unión, aquella tragedia había marcado un antes y después para las personas del pueblo, todos pensaban en aquel lugar que de verdad el Diablo había llegado, todos tenían miedo y más encima el loco Thomas era el primero en decir cosas para asustar a todos.

Jane y toda su familia esta aterrada.

El Diablo había llegado, y alguien de verdad lo había invocado.

Esta vez no era un tonto juego para asustar a los niños. Era verdadero.

Cuando la oscuridad fue pintada en el cielo, proclamándola como la noche, habían decidido en hacer una reunión para saber con más detalles que había pasado y deducir quien había invocado al presunto Diablo.

Ahí, entre Isaac y Oliver con sus padres detrás, Jane jugaba con sus manos con nerviosismo mientras escuchaba los reclamos de los pueblerinos de Unión, gritando del miedo ante de que algo peor podría pasar en el pueblo.

—¡Atención, atención, buena gente de unión!—El señor Berman gritaba.—¡Para acabar con esta desgracia debemos encontrar al culpable!—Jane le lanzó una mirada preocupada a su hermano, él hizo una mueca y tomó la mano de la pecosa con fuerza.

—¡Jacob, por favor! ¡Señor, Berman!—intentaba pararlo Solomon—¡El responsable está muerto! El pastor Miller..—lo interrumpieron.

—El pastor...nuestro Pastor, era un hombre de Dios.

—Así es..—empezaron a apoyar.

—Y este no era él.—Jane confirmó, asintiendo con la cabeza.—¡Estaba poseído por el mal!

—¡Sí!

—Mi niña, mi querida Constance, y muchos otros más...están muertos, nuestro futuro. ¡Nos han arrebatado nuestro linaje! ¡Alguien debe pagar!—los gritos para conseguir la justicia empezaron a llegar a los oídos de la pelirroja, Jane tragó saliva y miró a Isaac asustada, él acarició su brazo levemente.

Thomas no tardó en subir para decir sus palabras de testigo, aquello no pudo evitar poner nerviosa a la pelirroja, debido a que hace tan solo unas horas decía cosas incoherentes de Sarah y Hanna.

—Vi a unos jovencitos del pueblo...¡reír y coquetear en la última luna llena!—aquello hizo que Jane se tensara y por supuesto Isaac también, él apretó el brazo de ella y ambos se miraron con preocupación, Oliver mordió su labio y miró a la pareja. Las manos de ambos empezaron a temblar.

Jane bajó la mirada, no solo por el hecho de que se fue con Isaac, si no que si sus padres se enteraban que estuvo bebiendo en la última luna llena, estarían completamente decepcionados de su mal comportamiento y el simple hecho de escaparse con un chico...¡La encerrarían de por vida!

Isaac se levantó de su lugar y alzó la mano.—Yo puedo hablar ante eso.—los gritos volvieron a reinar en la sala, negando de que él no tenía nada que opinar, Oliver puso los ojos en blanco y lo apoyó:

—¡Él puede ser testigo de lo que pasó en la última luna llena, déjenle hablar!—Solomon miró a ambos y asintió.

—¡Es cierto, déjenlo hablar!—los gritos pararon, y aquello le dio victoria a Isaac que no tardó en encaminarse hacia arriba, al llegar, la mirada de la pareja chocó, Jane tomó aire y le asintió.

—¡Bebimos aguardiente de manzana! bailamos. ¡Somos jóvenes, eso no es un crimen!

—¡Paganos, paganos!

—¡Han pecado, han pecado!—gritaba Thomas, Jane le miró mal.—¡Observen a sus hijos, ellos llevaran la marca del Diablo! ¡Brujería, sí, brujería!

—¡No es cierto!—gritó Jane completamente ofendida.—¡No tienen pruebas! ¡No tienen pruebas!—sintió que alguien la tomó del hombro bruscamente.

—Cállate, cuando lleguemos a casa tendrás mucho que explicarnos.—su madre la miró mal, ella tragó saliva y se puso recta en su asiento.

—¡Yo tengo pruebas!—todos empezaron a murmurar cuando Caleb se levantó de su lugar completamente decidido, Isaac y Jane se miraron.—Fue hace unas noches, la luna llena se situaba junto al sol. Ella se me acercó mientras yo dormía. Me embrujó y condujo al bosque, estaba desnuda..—los murmuros se hicieron más intensos, el ceño de la pecosa se frunció.—montaba una mula roja. La mula se volvió un hombre con cuernos, y me obligó a ver como tenía sexo con el Diablo.

—¡¿Quien?!

—¡¿Quien?!

—¡Como ambas tenían sexo con él!

—¿Ambas?—susurró Jane.

—¡Hannah Miller y Sarah Fier!

—¡No!—gritó horrorizada la señora Miller. Jane apretó la mano de Isaac cuando sintió todo su cuerpo tensarse, ambos se miraron asustados ante aquello.

—¡Brujas, brujas, brujas!—exclamaban todos.

—¡Brujas! ¡Las brujas!—gritó Caleb señalando la ventana. Todos enseguida se levantaron de su asiento y empezaron a correr para perseguirlas. Oliver suspiró con fuerza y cerró los ojos.

—Debemos ayudarlas..—susurró hacia ambos al ver como sus padres salían corriendo también. Isaac y Oliver la miraron.—Debemos ayudar a escapar a Hanna y Sarah.