LOVESONG [JaeDo]

8. avoiding the inevitable.

–Listo, dejaré las cesiones–entró con rapidez al departamento, asustando a TaeYong y Ten–.

–Espera, espera, ¿Cómo que dejaras las cesiones?.

–Como oíste TaeYong, yo ya estoy bien ya no nesesito ir de nuevo, te cumplí el capricho de ir, ¿Cierto?. Tu mismo lo dijiste, puedes dejar de ir cuando te sientas listo, pues ya me siento listo–dijo antes de irse a su habitación–.

TaeYong se quedó con las palabras en la punta de la lengua. Volteo a ver a Chittaphon; él menor veía a su amigo irse.

–¿Lo acabas de ver?, ¿Que mierda fue eso?.

–Un DoYoung enojado.

–Hace unos días todo estaba bien, ¿Qué pasó?.

–No lo sé. ¿Habrá tenido un disgusto con Jung?–miró con brazos cruzados a su pareja–.

–No lo creo, él nunca ha tenido queja alguna, o al menos eso me dijeron.

Solo les quedaba esperar a que DoYoung mismo les dijera que había pasado.

Y DoYoung no mentiría, aquellas palabras aceleraron, un poco, pero muy poco su corazón. Y sintió miedo, miedo a enamorarse de alguien más. No estaba preparado para soltar a Johnny, aún sabiendo que eso tarde o temprano debía pasar. Le daba miedo asimilar que su corazón latió por alguien más.

La parte del apego a John seguía con él. Estaba mal el sentirse apegado a él, pero era la verdad, ¿cómo se podía enamorar de alguien con tan poco tiempo de muerto Johnny?. Sí, él mismo le dijo que volviera a hacer su vida con alguien más, pero ahora no. Era muy temprano para hacerlo.

–¿Mm?, ¿Qué pasa JeNo?, ¿Por qué la patada? –acarició su vientre, era raro que su pequeño lo pateara–. A tu papá le hubiera encantado sentir tu patada–rió con nostalgia–.

Las cesiones funcionaban pero sus recuerdos seguían. Siempre seguirían.

Y las palabras de YoonOh le daban una respuesta verdadera a su situación. Johnny lo quería ver feliz con alguien más, porque él sabía que DoYoung lo recordaría. Estaba seguro de su amor.

Johnny veía de una forma muy hermosa el significado del amor. Y, DoYoung fue la persona que experimento ese singicado que Johnny tenía.

–El amor sobre pasa la muerte, el corazón latera por alguien más pero los recuerdos del primer amor nacerán, crecerán y morirán con nosotros.–gotas saladas recorrían por su mejilla, estaba tan entretenido acariciando su vientre que no le dio importancia quitarlas–.

Eso hubiera sido toda su tarde, recordar frases que le decía Johnny, ver fotos, arroparse y llorar hasta quedarse dormido.
Pero el toque en su puerta lo alejo de su burbuja.

–¿DoYoung?–era Ten–.

–¿Qué pasa?.

Limpió sus mejillas antes de levantarse a abrir la puerta.

–Tuve una emergencia en el hospital y TaeYong tiene que ir a comprar unas cosas de la despensa. Te he preparado algo para merendar, se que no has comido y tienes que comer.

–No tengo hambre.

–No te pregunté si tenías, te dije que comerás–la mirada de Chittaphon se lo advirtió–¿Bien?.

–Bien–suspiro–.

–Descansa un poco, mañana pasó para llevarte por lo que falta para el parto.

Asintió con una leve sonrisa, Chittaphon le dio una última mirada, le desacomodo el pelo y se fue.

Faltaba tan poco para que por fin viera a JeNo. Le alegraba y le entristecia la idea de estar en el hospital sólo con su bebé. Claro tendría a TaeYong y Ten a su lado, pero no era lo mismo, nunca sería lo mismo estar con tu pareja un día tan feliz como el nacimiento de su hijo, a estar solamente con tus amigos.

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–!Voy!–gritó desde la sala–.

¿Quién toca a las 7:30 a.m?, si a Chittaphon se le olvidó las llaves; lo mata. Aunque era poco probable que fuera Ten, él era de sueño pesado, más su trabajo lo dejaba muerto y a su departamento llegaba a eso de las 8, 9 de la mañana, o al medio día, puesto que a veces le tocaban turnos nocturnos.

–¿Está vez no te tocó turno de noche, Chi?–abrió la puerta mientras sobaba sus ojos–.

–Primero, Buenos días, no, no tengo turnos de noche, mis citas son solo en la mañana y no sé quién sea Chi.

Abrió los ojos de golpe, esa definitivamente no era la voz de Ten, tal fue su sorpresa y confusión al mirar a la persona parada fuera de su departamento.

–¿YoonOh?.