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"no pudimos hacer nada".
él estaba muerto.
draken estaba muerto.
"no importa qué, te salvaré".
"los salvaré a todos, y tendremos un final feliz".
"he salvado a draken".
lo había salvado una vez, ¿por qué ahora no pudo?
lloró, soltó algunas lágrimas, pero luego de escuchar un "lo siento" por parte de los médicos, se sintió seco.
había derramado demasiadas lágrimas ya, había visto morir a todos demasiadas veces.
hinata murió por su culpa, porque se metió con él. draken acababa de morir por su culpa, porque lo protegió. baji había muerto por su culpa, para ayudar a descubrir que kisaki no era nada bueno. todos morían por su culpa.
entonces, él tenía que morir por ellos, una vida por todas las demás, ¿no? era lo único que podía hacer.
"quizás... yo debería morir".
—¿hanagaki?
—¿eh? ¿qué pasa? —giró su rostro, para observar a senju. sus facciones se entristecieron, observando los ojos de takemichi.
estaba vacío, ¿dónde estaba ese brillo?—. hanagaki... -murmuró.
senju fue la primera persona en observar como takemichi decayó, y sin duda fue una de las peores cosas que presenció. había aprendido, en ese tiempo, que takemichi era un ser de luz dispuesto a ayudar a todos. y quizás estaba demasiado dispuesto. debía ser un poco egoísta.
realmente takemichi no oía nada, apenas distinguía algunos gritos que sabía que eran de parte de senju y su hermano mayor, no entendía mucho más.
—oye, oye, oye... se está poniendo animado aquí, eh —seguido, una carcajada.
lo observó, frente a él ese tipo que ni siquiera recordaba su nombre ahora mismo.
sólo recordaba que era odioso.
—llegamos justo a tiempo, ¿no? ¡al réquiem* de draken! —parecía emocionado, con todos sus seguidores detrás. le daba asco.
no prestó atención de ahí en más.
ni siquiera se sentía en su lugar, con los pies en la tierra. se sentía en el infierno, quemándose en las llamas que se merecía.
pero, sólo había algo que podía despertarlo de su pesadilla.
o alguien.
—¿mikey-kun...? —observó con sorpresa al chico que portaba el traje blanco, con la lluvia mojando su cabello rubio y tapando parte de su rostro, aunque con un simple y rápido vistazo, se notaba que sus facciones no mostraban felicidad alguna.
