Capítulo 03

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Forth se encontraba recostado en su cama, se sentía tan avergonzado por haber salido huyendo de la cena, pero no podía soportarlo más. La sola presencia de Beam alteraba sus nervios como un animal en celo.

Nunca había sentido la necesidad de poseer tanto a una persona como ahora. Había estado con tantos cuerpos antes, pero estaba seguro de que Beam era diferente.

Tock Tock...
Los golpes en la puerta despertaron a Forth de su ensoñación. Beam se encontraba de pie en la puerta, tenía una bandeja de comida en las manos.

Forth cubrió su entrepierna con uno de sus cojines, no podía permitir que Beam se diera cuenta. Tratando de hablar con normalidad.

"Amm... Tío Blake me pidió traer esta pequeña charola de comida. Está preocupado porque saliste corriendo del comedor y no tocaste absolutamente nada de tu cena" Beam hablo un poco nervioso. No sabía cómo debía hablar con Forth ya que para él, era un extraño.

Forth miró a Beam, su cuerpo delgado y las manos pálidas que sostenían la charola, se lamió los labios pensando en lo que esas manos podrían hacer.

"Jhm disculpa, pero ¿podría sentarme?" Beam preguntó mientras caminaba más cerca de Forth.

Forth quién se sorprendió por la cercanía de Beam, solo pudo asentir con la cabeza. 

Beam sonrió. 
Dejó la charola en la mesita de noche y tomó asiento al lado de Forth.

"¿Qué sucede?" Forth se sorprendió cuando Beam de pronto tomó sus manos. Eran cálidas.

El corazón de Forth comenzó a latir con rapidez, no estaba seguro de lo que sucedía, solo sabía una cosa. Beam era peligroso para su salud.

Forth soltó el agarre de Beam, tomó su chaqueta y salió corriendo de aquella casa. Esperaba que Beam no hubiera notado su creciente erección.

Beam se sorprendió. No entendía que había hecho mal.

Blake le había contado la historia de Forth. Un hombre que perdió a sus padres en un accidente y que ahora estaba solo en el mundo. Beam era bueno hablando con personas nuevas, pero la presencia de Forth, hacía qué Beam se sintiera tímido. Y las palabras se atoraron en su garganta. Por ello optó por transmitirle tranquilidad y confianza a Forth mediante su calor corporal. Pero no funcionó. Quería ayudarlo a deshacerse de esa soledad que Beam conocía muy bien. 

Sus padres siempre están ocupados en el trabajo, nunca están para él y solo le envían dinero para cubrir sus gastos mientras termina sus estudios.

Está agradecido con su tío por dejar que se quedara a vivir con él.

Mientras tanto en otro lugar, Forth se encontraba tomando en un bar, quería aclarar sus pensamientos, no entendía cómo una persona que acababa de conocer los ocupaba todos.

"¿Estas solo?" La voz de una mujer sacó a Forth de sus pensamientos, la mujer era hermosa, tenía un maquillaje natural y usaba un short con unas zapatillas no muy altas.

Forth sonrió, pensó que solo necesitaba liberarse, no lo había hecho en días. La mujer que rozaba sus dedos por los hombros anchos de Forh, lo guió hasta el segundo piso del bar, había habitaciones para las parejas que deseaban pasar un rato agradable como Forth y aquella mujer.

La mujer rozó el rostro de Forth con su nariz, Forth sonrió y sin esperar más capturo los labios de la mujer con rudeza, paso sus manos por su cintura hasta llegar a sus hombros descubriendolos. 

Forth separó sus labios y observó su obra, la mujer los tenía hinchados y rojos. De pronto recordó los labios rojos de Beam. Forth sacudió la cabeza y volvió a incorporarse. Beso y mordió el cuello de la mujer haciéndola gemir. 

Te Encontré Para MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora