El internado Privé Crew [Jearian]

S I N O P S I S

      Narrador Omnisciente

Fernanda Rojas, era una hermosa chica que a los dieciséis años de edad conoció lo que era el dolor, ella pensaba que en su mundo nada podía salir mal, que nadie moría, que nada malo pasaría, pero el mundo real era cruel y ella no lo sabía, a ella le gustaba encerrarse en su burbuja o en su mundo como ella lo llamaba.

Actualmente tiene diecisiete años, sigue de luto, su dolor no cesa y es entendible, su hermano era todo para ella.

Sus padres...

Ellos no querían verla sin vida, encerrada en su habitación, así que decidieron mandarla al internado.

¿Buena o mala idea?, no importaba, igual iría a ese lugar, al mismo internado en el que su hermano Orson desapareció hace ya un año.

La chica ya no veía la vida con la misma alegría, desde que el se fue los días nunca volvieron a ser soleados, siempre llovía, siempre estaba gris.

¿Atento contra su vida?, si, ella solo quería estar con su hermano, solo quería ser feliz de nuevo, quería que no doliera, por suerte ese intento fue en vano.

¿Por qué?,¿Por qué las personas buenas son las que más sufren?

Y sé que hasta cierto punto la entiendes, porque todos hemos sufrido, todos hemos llorado, nos hemos caído.

Ella aprendió a ver la belleza en la lluvía, le gustaba pensar que el cielo lloraba por su hermano.

        “el dolor es mi unico     
  recordatorio de que el existe”

–Partiste de forma tan repentina que no tuve tiempo de decirte adiós.

La chica miraba como las gotas de lluvía se deslizaban lentamente por su ventana, lloraba intentando callar los sollozos.

Y es que nadie nunca entendería el amor que le tenía a su hermano, recordar todo lo que vivieron la hacia ponerse mal y caer al hoyo del que hace poco salió.

La chica creía que no tenía nada, no tenía a su hermano, no tenía amigos, nadie la entendía, sus padres estaban para ella pintados en la pared, solo muerte, ella estaba muerta en vida, pero para ella era al revés, ella pensaba que el mundo estaba muerto porque el no estaba.

“Tus alas ya estaban listas para volar. Pero mi corazón nunca estuvo listo para verte partir.”