𝑺𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒂 𝒃𝒂𝒃𝒚 [𝑴𝒊𝒏𝑺𝒖𝒏𝒈]

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   –¡Hannie! – gritó en forma de saludo una voz que reconocería en donde fuera acercándose al mencionado quien en seguida volteó mirando a su mejor amigo.

   –Suengmin – le sonrió al menor.

Al fin era viernes, por lo que los estudiantes estaban felices de que el fin de semana era tan cerca. Podrían levantarse tarde y estar en su casa todo el día o salir de fiesta.

   –Oye – habló el menor llamando la atención del cabello negro –. ¿Quieres ir a mi casa mañana a hacer maratón de películas mientras comemos palomitas?

La idea a Jisung le encantaba, por lo que asintió frenéticamente provocando leves risas en su amigo.

   –De acuerdo, te veo mañana. ¿A las cinco? – lo miró expectante y el azabache asintió.

Luego entraron a su aula, donde siguieron platicando animadamente mientras esperaban que su profesor llegara y comenzara la clase.

A Han se le hizo una eternidad.

El día en la escuela se le hizo tan lento que no vio la hora de irse de ahí y al fin llegar a su casa para descansar un poco.

Se moría de ganas por ver a su novio, quería estar en sus brazos acurrucados, viendo televisión o sólo compartiendo pequeños besos.

Jisung extrañaba al alcalde. Era tonto pues lo había visto ayer pero sintió un vacío cuando no estaba con Minho.

Después de varias horas, el timbre sonó anunciando la salida, alegrando al azabache en seguida.

Estaba seguro de que iba a llegar a casa a dormir hasta el día siguiente, tal vez.

El tan esperado sábado finalmente había llegado, por lo que Jisung por la tarde fue a la casa de su amigo, fue en autobús pues quedó algo lejos.

Al llegar a su destino, tocó la puerta tres veces y esperó a que alguien abriera. En seguida, esta fue abierta y vio a su pelirrojo amigo con una gran sonrisa en su cara. Suengmin se hizo a un lado y dejó pasar al mayor, este se adentró y se dirigió a la cocina.

Olía delicioso, Kim había estado haciendo palomitas y el dulce olor a mantequilla comenzaba a llenarle las fosas nasales.

   –¿Podrías ayudarme a llevar esto al sofá? En seguido voy – había dicho el pelirrojo con una sonrisa tímida, Jisung asintió y llevó el dolor de palomitas a la mesa de centro.

Pronto, el menor se dirigió al sofá con un par de refrescos y las dejó en la mesa de centro, para luego tomar asiento al lado del azabache. En seguida pusieron las películas que verían mientras tomaban un puñado de palomitas y le daban de vez en cuando algunos tragos a sus refrescos.

Cuando terminó, Jisung iba a poner la siguiente película, pero Suengmin lo detuvo.

   –Hannie, te quiero contar algo – dijo en voz baja.

El aludido se extrañó sin embargo, tomó asiento de nuevo y le dio toda su atención a su amigo.

   –¿Qué pasa, Minnie? – inquirió, ladeando ligeramente la cabeza, sin entender.

   –Te conté que Hyunjin y yo cumplimos seis meses. ¿Verdad? – había dicho apenas audible que incluso Jisung casi no le había entendido y cuando lo hizo, asintió levemente –. Bueno, nosotros ya tuvimos sexo.

Jisung se atragantó con una de las palomitas que se había metido a la boca, comenzando a toser. Suengmin en seguida reaccionó y comenzó a darle suaves golpes en su espalda.

   –Mierda lo siento, Jisung. Fui muy directo – se disculpó el pelirrojo.

   –No, está bien – replico Jisung, aclarándose la garganta un poco –. Sólo que me apareció un poco – Suengmin asintió, terminando completamente a los que se refería –. ¿Y qué tal estuvo? ¿Es bueno? – inquirió Jisung, mirando a su amigo con una sonrisa pícara.

Kim lo miró sorprendido y le dio un golpe juguetón en su hombro, soltando una carcajada poco después –. Pero sí, no voy a mentir. Fue muy lindo conmigo, era atento y créeme que estuve en un paraíso ese día.

Jisung soltó una carcajada al escucharlo y negó con la cabeza divertida. Luego hizo una pequeña mueca, un poco triste –. No he podido tener sexo con Minho todavía.

   –No te desanimes, Hannie. No le tomes mucha importancia, ese día llegará – habló Suengmin en voz baja intentando consolarlo, al escuchar que su amigo estaba ligeramente preocupado y triste debido al tema.

Han se limitó a asentir. Su amigo tenia razón, debía ser paciente y esperar a que llegara el momento.

Holi, vengo con otra adaptación. Espero les guste mucho.