Mi Sueño Eres Tú |Yeonbin|

Capítulo 5

Al parecer correr se le había hecho una costumbre y es que como siempre, iba tarde.

Era su primer día en entrenamiento y no quería dar una mala impresión, sabía que Taehyun ya estaba en la empresa, pues fue este mismo quien lo había llamado preguntándole por qué aun no hacía su aparición por allí.

Debía estar en Star Entretainment en la tarde, para poder dedicarle la mañana a sus estudios como muchos otros allí, pero se había quedado dormido en una clase y lo llevaron a dirección, luego tuvo un ligero castigo y pues, así fue como se retrasó.

Sentía como el sudor provocaba que su cabello se pegara en su frente y se le hacía incomodo, en sus brazos llevaba colgando un bolso con otra ropa y otro bolso con los materiales de la universidad, no había podido ir a casa, por lo que no pudo dejar esta.

Se sintió aliviado al ver las puertas de cristal, dio una mirada a su reloj, le quedaba poco tiempo, pero si hacía las cosas rápido llegaría sin ningún problema.

Al entrar lo primero que hizo fue entrar a los baños del primer piso, debía cambiarse la ropa por otra con la que le fuera más cómodo bailar.

Cuando ya estuvo listo metió la ropa dentro del mismo bolso que llevaba antes, se miró en el espejo unos segundos tratando de acomodar su cabello hacia atrás, una vez se vio decente a sus ojos salió a paso apresurado del baño.

- ¡Esperen! – gritó tan pronto vio como a unos metros de él las puertas del elevador se cerraban, una chica lo escuchó y mantuvo abierta la entrada a la cabina de metal hasta que él entrara – Muchas gracias – dijo seguido de una corta reverencia en señal de agradecimiento.

Marcó en el tablero el piso al que iba, si lo pensaba bien, pudo haber subido las escaleras, pues solo iba al segundo. Le restó importancia en su mente, estaba cansado y no quería imaginar lo agotado que estaría si llegaba en peor condición a la clase de baile.

Una llamada entrante apareció en la pantalla de su celular y contestó al instante, cuando se percató de que era de su amigo Taehyun.

- ¿Dónde estás? – sonaba preocupado, Yeonjun apostaría a que estaba mordiéndose las uñas en ese momento.

- En el elevador, llego en unos segundos – trató de tranquilizarlo.

- Está bien, te espero – y sin decir nada más cortó la llamada.

Las puertas del elevador se abrieron nuevamente y comenzó a correr, solo debía doblar por el pasillo a la izquierda y llegaría a la primera sala de baile.

- ¡Auch! – ni siquiera fue completamente consiente de cuando se encontraba en el suelo junto a otro chico.

- Lo siento – miró la hora de nuevo, no podía quedarse a decir algo más que eso, tomó su bolso y se levantó para continuar su camino, si tenía mucha suerte llegaría a tiempo.

A sus espaldas un pelirrubio ayudaba a levantarse a su amigo, ambos mirando por donde se había ido el descuidado chico.

- ¿Está bien? – preguntó ayudándolo a sacudir su ropa y acomodando un poco sus cabellos azules.

- Claro – se tomó unos minutos para pensar y luego soltó una pequeña risa - ¿Recuerdas cuando éramos así? Siempre llegando tarde a las clases por quedarnos jugando en tu casa – continuó.

- Eso era antes Soobin hyung, ahora ya no podemos hacer eso – dijo haciendo un pequeño puchero, ganándose que su mayor revolviera su cabello ligeramente rizado.

- Tienes razón, ahora vamos que Beomgyu nos debe estar esperando.

Yeonjun llegó justo a tiempo, pues cuando terminó de acomodar sus cosas la puerta de la sala fue cerrada de un golpe, haciéndolo sobresaltarse.

- Muy bien, tengo entendido que es el primer día de muchos – habló el hombre dirigiéndose hacia sus jóvenes alumnos recibiendo solo cortos asentimientos de parte de estos – espero que puedan tomar rápido el ritmo de la clase o se irán más rápido de lo esperado – dijo seguido de una sonrisa.

Comenzó dando cortas explicaciones sobre cómo identificar el pulso de la canción, seguido de cortos estiramientos para soltar el cuerpo.

Para cuando comenzaron a practicar los pasos más básicos que podían mostrarles, ya llevaban más de una hora y media de la clase.

Giros, vueltas, ligeros saltos y otros movimientos les eran explicados, todo para que pudieran desarrollarlos de la manera más limpia posible.

Donde debían marcarlos, el punto de focalización de cada uno. Yeonjun miraba atento su reflejo en el gran espejo frente a él, repasando como moverse sonriendo conforme cuando podía hacerlo bien o negando levemente cuando no le gustaba el resultado.

- ¿Cuál es tu nombre? – estaba tan concentrado en sí mismo que cuando su instructor de baile se le acercó a hablarle dio un pequeño salto en su lugar, provocado por el susto que se había llevado.

- ¿El mío? – preguntó de vuelta, viendo como el mayor elevaba una de sus cejas en señal de obviedad – Soy Choi Yeonjun señor – dijo dando una pequeña reverencia, no sabiendo exactamente que hacer después.

- Dime ¿Has tomado clases de danza antes? – inquirió con genuina curiosidad.

- Nunca lo hice, solo bailaba como pasatiempo y hace poco se me presentó la oportunidad de estar aquí – explicó.

Vio como el mayor de ambos se alejaba a paso lento mientras asentía leve, sin saber exactamente qué era lo que pasaba por su cabeza.

Restándole importancia se dejó llevar nuevamente por su cuerpo, poniendo todo de si para aprender y perfeccionar cada paso que pudiera.