Incertidumbre

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Ya había pasado mucho tiempo sin recordar, recordar lo que había pasado, lo que estuvo frente a mis ojos todo este tiempo... pero sentada en el jardín, viendo el hermoso atardecer, empezaron a llegar los recuerdos a mi mente.

Empezaría un nuevo día, el miedo apoderándose de mi por no saber si esta vez podría adaptarme, ya lo había hecho otras veces, pero siempre la primera vez se siente como si algo se apoderar de mí y no pudieran salir las palabras de mi boca, supongo que todos hemos sentido eso cuando llegamos a un lugar nuevo donde no conocemos a nadie. Los primeros meses hice amigos que no duraron mucho, solamente estaba con ellos para sentir que encajaba, pero fuera de ahí, todavía no encontraba a nadie con quien me sintiera a gusto, pasó un mes más y fue cuando empecé a conocer personas que realmente quería en mi vida, personas que sabía que me iban a apoyar, que me querían y con quienes simplemente podría pasar buenos momentos.

Desde el primer día nos asignaron lugares a todos, donde íbamos a estar todo el año escolar, al principio yo no hablaba con quienes se sentaba alrededor de mí, solo seguía con mis "amigos", pero un día la mayoría de ellos no fueron a clase, entonces empecé a hablar con las personas de mi alrededor, la primera persona con la que hablé se convirtió en mi mejor amiga, una persona llena de vida, de felicidad y de mucho amor, conforme empecé a hablar con los demás, note que había alguien que nunca decía más de dos oraciones, simplemente estaba ahí.

Ya que comenzaba a tener amigos de verdad, sentí que se me fue un peso grande de encima, que ya no iba a atravesar por esto sola... tenía personas que iban a estar conmigo para ayudarme.

A mi me gustaba mucho hacer actividad física, así que me metí a las clases extracurriculares, comencé primero en natación por que yo adoraba nadar, por que cuando lo hacía me sentía libre. Un día saliendo de mis clases me doy cuenta de que esa persona que me llamó la atención por no decir más que dos oraciones, mientras mi grupo de amigos y yo platicábamos, estaba saliendo de clase de futbol, entonces vi la oportunidad de ir con el para platicar y preguntarle por que no le gustaba hablar, me acerque a el y me senté a su lado, comenzamos a platicar sobre cosas que teníamos en común, deporte, la música, comida, amor por aprender y muchas otras cosas, no me di cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo y que ninguno de los dos habíamos escuchado, como nos llamaban para ya irnos a nuestra casa, a partir de ahí supe que tenía una conexión con él, que era una persona especial.

Desde ese día, empecé a platicar con el todo el tiempo, durante y fuera de clases, me capturo su forma de ser, de ver las cosas, como tenía tanta pasión por el deporte, hasta su forma de trabajar y de hacer las cosas. Todo lo hacíamos juntos, trabajos, proyectos, estudiar y a veces solo nos divertíamos haciendo cosas muy simples.

Al cabo del tiempo ya era mi mejor amigo, era la persona en quien yo más confiaba, le contaba todo, lo que me hacía estar feliz, triste, enojada e incluso le llegué a contar sobre la persona que me gustaba, el siempre me decía que a mi no me gustaba esa persona, porque lo único que yo era capaz de decir de él, era que me gustaban sus ojos y que era muy lindo y divertido, pero de ahí no pasaba, me decía que eso simplemente era un capricho que me iba a durar 1 semana máximo, al fin y al cabo tenía razón, solo eran caprichos.

El y yo siempre nos molestábamos, el me quitaba mis cosas y yo las suyas, pero al final del día cada uno las recuperaba, era una persona con la que yo no tenía miedo de ser quien soy, alguien muy amorosa, brusca y bromista, básicamente el siempre me aceptó, con todos mis defectos y virtudes, supongo que eso hacen los amigos de verdad ¿no?...

En unos de esos días en los que parece que nada puede ir peor, llegué a clases llorando, no tenía fuerzas para hacer nada, ni siquiera quería hablar, todos mis amigos al verme así fueron a abrazarme, no dijeron ni una palabra, no era necesario, solo necesitaba saber que alguien estaba ahí conmigo, ese día el llegó tarde y quiso hablar conmigo para asegurarse que estuviera bien, solo que yo me aislé ese día, no estaba haciendo los trabajos, ni le dirija la palabra a nadie, entonces todos nuestros amigos le dijeron, que ahora no era un buen momento, el sin saber que me había pasado, me dio mi espacio y en todo el día hizo gestos muy simples, pero lo suficientemente lindos para sacarme una sonrisa.

Siempre serás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora