¿Suerte ó accidente?

Capítulo 1: Vida nueva.

Me llamo Sofía Charlton, acabo de graduarme de la universidad, estudié marketing digital, tras rechazar la propuesta de mi madre de jugar para las próximas elecciones, ya que mi padre es el presidente y ella la primera dama, en fin todo un caos.
Me había dicho que estudiará relaciones internacionales pero conseguí una beca y pagué una nueva carrera, la que de verdad quería estudiar. Pero gracias a mi madre estoy aquí.

Cuando salí de la universidad, nos asignaron una empresa a la que asistiríamos como becarios, sin embargo, ingresé una solicitud a la empresa de mayor prestigio a nivel internacional, realmente no creía que me elegirían, al final, me aceptaron.
Le platiqué a mi madre y a mi padre sobre lo que tenía planeado para mi futuro, mi padre accedió fácilmente, pero mi madre, es un hueso duro de roer así que me costó un poco de trabajo convencerla, me lo autorizó solo con una condición, si no salía como esperaba me regresaría y me lanzaría como presidenta, a mí nunca me llamo la atención la política, aunque gracias a eso jamás me falto algo, cuando salía con mis padres y veía a niños como yo, siendo groseros con sus padres no me quería convertir en uno de ellos, así que decidí ganarme las cosas, cuando quería algo, trataba de comprarlo yo misma, con el dinero que me daban mis padres como gasto, guardaba una parte si quería algo, también quería ganar mi propio dinero, una vez viendo una entrevista a un hombre millonario me interesé por el mundo de los negocios.
Me gusta aprender cosas nuevas, en especial idiomas, actualmente hablo español como lengua materna, inglés, francés, árabe y chino, pero estoy aprendiendo japonés y alemán, mi sueño es viajar por el mundo y abrir una empresa, una que yo la haya creado, una que sepa lo que vale porque yo lo trabajé, mi madre no estaba de acuerdo, ella siempre me decía que cuando cumpliera la mayoría de edad me casaría con el hijo del presidente pasado, nunca me agradó, era un tipo bastante raro y tenía una cara de pocos amigos, eso no quiere decir que yo fuese muy amigable, pero era más fácil mantener una conversación conmigo que con él, sin embargo el sueño de mamá se vino abajo cuando se descubrió la razón por la que aquel chico era así, Andrés, en la época de la secundaría - preparatoria, sufrió discriminación por sus preferencias sexuales, es correcto, Andrés es gay, sé lo que se siente ser marginado, es por eso que se cambiaron de residencia y abandonaron su ciudad de origen.

Mi vida en la universidad fue bastante aburrida, porque se trataba de ir a la uni, y de ella a la casa, no salía a ningún otro lugar, eso se trató porque me prometí a hacerlo así, no quería ninguna distracción, al menos no hasta que terminará mis estudios, dejó de ser aburrida y paso a ser un poco mejor cuando conocí a Aura, una chica que se convirtió en mi mejor amiga, pero, eso no duró mucho, por cuestiones familiares se vio obligada a irse a los Estados unidos, ya que su padre había conseguido un mejor trabajo y pudo sacar la residencia, a ellos no le agradaba la idea de que Aura fuese mi amiga, por lo que dejamos de hablarnos y perdimos el contacto, solo espero que le haya ido bien en todos los proyectos que tenía planeados.

Siempre fui una chica que creía en los cuentos de hadas y las historias de amor color de rosa, tuve que aprender a la mala que no todo es color de ese color, Marco, un chico que a pesar de lo que me hizo espero que le vaya bien en su matrimonio, estaba perdidamente enamorada de él hasta que una vez que iba a su casa lo vi con otra mujer mientras lo besaba, nunca supo que me enteré de su relación y desde eso no le abrí las puertas al "amor" a veces es complicado.

- No olvides llamarme - dijo mi madre con lágrimas - y no dudes en regresar si no sale como lo planeabas.

A pesar de ser como es la amo, y sé que ella a mí, y quiere lo mejor para su única hija.

- Creciste rápido - mencionó mi padre - iremos a visitarte en navidad. Ten un buen viaje y cuídate mucho.

Así fue como me despedí de ellos.
Se escuchó una tercera llamada, para los pasajeros a Los Ángeles, abracé a mis padres, me coloqué los auriculares y subí al avión.

Hoy es el día en el que comienzo una nueva vida.

Próxima parada: una vida con retos y aventuras.