¡I hate you! | | Uraraka fic [EDITANDO]

Final alternativo

Eso paso hace ya un tiempo, sigo sin creer el como pude sentirme afectada por comentarios de personas que ni siquiera conocen lo suficiente de mi para criticarme...

Por suerte tuve a alguien que me apoyo durante esos momentos difíciles, estoy tan agradecida de que ese pecoso me haya ayudado en esos momentos, no me imagino que me hubiera pasado si él no estaba ahí.

Sigo sin creer que gracias a esas personas ahora estoy aquí, mirándome en el espejo, sin poder creerlo aún.

Estaba ahí, con un hermoso maquillaje, mi largo cabello estaba decorado con algunos broches de flor, completamente blancos, definitivamente hermosos, junto con mi hermoso vestido de novia.

Pues sí, gracias a esas cartas ahora me casaría con el hombre que más amo.

Junto a mi estaban mis grandes amigas, mis viejas compañeras de la U.A, las cuales me miraban con una gran sonrisa, mientras me alagaban, mi madre me miraba con los ojos llorosos, pues no creía que su hija estuviera a nada de casarse.

–Cielo, pareces una hermosa princesa... –Dijo su madre, la cual aguantaba su llanto, pues estaba feliz, su hija lucia hermosa, a ella le hubiera gustado darle ese tipo de joyas de pequeña, más en esos tiempos su situación económica no se lo permitía.

–Gracias mamá. –Le respondió con una gran sonrisa la castaña.

–Vamos linda, ya es hora.

–Esta bien...

–¡No te pongas tan nerviosa Ochako! Es el día de tu boda, pero creo que es mejor estar feliz.

–Lo se Mina, pero no puedo evitarlo...

Mientras tanto en el altar esperaba cierto pecoso, el cual y apenas podía respirar bien.

–Dios, viejo, es tú boda, ¡deberías estar feliz, no estar temblando de esa forma!

–Kaminari, para usted es fácil decirlo, después de todo usted no es quien se va a casar... –Respondió el pecoso, tratando de calmarse, definitivamente todo le preocupaba, ¿y si Ochako se arrepintió?

–Y dudo que lo logre...

–¡Bakugou! ¡¿Por qué dices eso?!, esta más que claro que yo si lograré casarme... –Respondio el rubio con intenciones de defenderse, lo cual no logró, pues tanto el rubio cenizo, el pecoso y el peli-rojo de encontraban riendo. –¡Todoroki-San!, di algo, por favooooooor–Pidió, alargando la "o".

–Kaminari, lo siento, pero creo que esta vez Katsuki tiene razón. –Respondió con una sonrisa.

–¡P-pero!–El rubio no pudo terminar, pues las puertas de la Iglesia fueron abiertas, indicando que la novia ya se encontraba ahí.