Capítulo 2. Una noche loca de lujuria con consecuencias.

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Cristian POV

-¿Qué quieres ha...? hacer?- Dijo la castaña...

-Es obvio o ¿Te haces la tonta?-

-No vine para que me ofendieras. Vine a tener sex... sexo contigo-

-Bueno, entonces empieza a quitarte la ropa. Pero no te quites la mascara-

-No lo pensaba hacer de todos modos, es solo sexo y nada mas-

-Eso es bueno saberlo. Sexo sin ataduras-

Cristian veía como la chica de ojos azules se desnudaba con torpeza, imaginó que debía ser por los efectos del alcohol. Él también estaba un poco ebrio, pero se notaba que el era más resistentes a sus efectos.

Minutos después ambos estaban desnudos, pero Cristian se sorprendió al ver que debajo de ese feo traje de época medieval había un cuerpo de medidas perfectas, piel blanca que parecía porcelana, piernas largas y firmes, se notaba que se ejercitaba a menudo y mantenía una dieta, trasero de melocotón, curvas de reloj de arena, tetas grandes y redondas, cuello largo para ser besado, ojos como zafiros y cabello como chocolate.

Cristian tubo que contenerse para no lanzarse en sima de la desconocida, se lo tomaría con calma tendría toda la noche para disfrutar de este regalo.

-Acuéstate- ordeno Cristian. Así lo hizo la chica.

-Eres muy mandón-

-Así soy, ¿Te cuidas?, no me gustaría pescar algo o preñarte- Inquirió Cristian mientras le besaba y mordía el cuello a la chica.

-Estoy sana y........-

Cristian, al poner sus labios en el cuello de la chica y probar la piel blanca se excito tanto que no pensó más había sentido la piel de muchas chicas pero ninguna sabía ni olía como esta chica, bajo del cuello a la división de sus tetas, ahí termino de perder la poca cordura que tenía tomo ambos senos y los amaso con lujuria, mordía y chupaba con desesperación cada seno, los pezones de la chica se endurecieron hasta el punto de duplicar su tamaño, ella se encontraba debajo de él retorciéndose de placer mientras el se comía sus pechos.

-Eres exquisita, nunca había probado unas tetas como estas-

-Más por favor- dijo ella mientras se retorcía debajo de él.

Cuando Cristian dejó los senos de la chica sonrió, las había marcado, dejándole chupetones, no podría usar un escote muy pronunciado pues se verían. Bajo a su abdomen encontrándose a un perfecto ombligo en el cual metió su lengua, bajo al monte de venus de la chica donde se encontró un depilado total; además de una pequeña mancha en forma de corazón.

-Perfecto, como a mi me gusta- Dijo Cristian.

Hizo que la chica doblara y abriera sus piernas, perdiéndose en esa área, la castaña estaba tan excitada que su botón esta tan hinchado, Cristian volvió a sonreír al ver esa parte de la anatomía femenina; el sabía que si le brindaba muchas atenciones a esa área la chica obtendría su orgasmo, paro por unos segundos mientras decidía si continuaba dándole a tención a esa área o penetrarla de una vez ya que su pene esta tan duro que le dolía, decidió probar esa área. Quería descubrir si esa área era tan deliciosa como sus tetas, por lo que se decidido continuar, poso cada mano en cada muslo aplicando un poco de fuerza para que la chica no cerrara las piernas; pues su misión en el momento era probar esa parte de su anatomía.

Cristian paso su lengua por su clítoris, provocando un gemido en ella. Luego volvió a pasar la lengua por su entrada, estaba tan húmeda que sus fluidos se le escapaban Cristian se embriago con su sabor, había probado infinidades de coños, pero como este ninguno, su sabor era dulce afrutado.

La Modelo que iluminó mis SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora