𝗰𝗵𝗲𝗮𝘁𝗶𝗻𝗴 𝗶𝘀 𝗡𝗢𝗧 𝗮 𝗰𝗿𝗶𝗺𝗲 | hanma/mikey

(𔗫 ִ ֗🔪🕷️ ؛. ָ ֺ 𔘓)

TW:
-contenido sexual
-ligero ooc
-bdsm leve
-cheating
-lenguaje vulgar leve
-NTR

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Hacia un tiempo que el sexo con Takemicchi le aburria, no era que fuera malo ni mucho menos, sin embargo, ya se había acostumbrado a las caricias y palabras tiernas que le daba. No se quejaba nunca, era lindo y cariñoso, y ese era el problema.

Intentó de todo para convencerlo indirectamente de volverse un poco más rudo, portándose mal para recibir una nalgada, haciendo uno que otro comentario al aire sobre el cómo un cambio puede mejorar la dinámica entre la pareja. Olvidando el puro y simple hecho de que su novio era despistado a menos que las cosas le golpearan en la cara, a veces literalmente. Cuando finalmente se había decidido en hablarlo claramente con él luego de haber investigado lo suficiente por los dos.

Quería una buena experiencia su novio, y que ambos disfrutaran de algo nuevo. Lamentablemente todo se le fue a la mierda cuando Takemicchi comentó lo "vulgar" que era el sexo no tradicional, pelearon esa tarde por ello, el argumento de Mikey fue, —¡Tenemos sexo gay, no hay nada más vulgar y poco tradicional que eso, no seas imbécil! —. Y con esas últimas palabras cerró la puerta, yendo a distraer su mente con alcohol. Pensando si realmente era solo un capricho suyo ese deseo de querer algo más que palabras bonitas llenas de miel.

El vino barato comenzó a sonrojarle las mejillas, dándose cuenta de que si no quería cometer algún error debía regresar a casa, donde probablemente ambos se disculpen por la pelea porque simplemente no les gusta vivir enojados con el otro y tendrían sexo de reconciliación. Aburrido y lleno un discurso tierno. Perdiendo la mirada cansada en las gotas que quedaban en su copa sobre la pobre barra de madera vieja, tan metido estaba en sus pensamientos que no vio acercarse un hombre, cercano a su edad con un pulcro traje de negocios, demasiado limpio como para estar en ese tipo de bar a esas horas, sospechosamente sonriente le toma por los hombros para presentarse.

—Shuji Hanma.

—Estoy casado.

No lo estaba.

—Se nota —. Comentó con ironía sobre la pobre institución matrimonial y lo burdo que parece un contrato de ese tipo. -Bebiendo solo, vino de poca calidad y con una cara amarga-. Le arrebató el pequeño sorbo que quedaba en el cristal para beberlo con gusto ante la atenta pero desganada mirada de Mikey. —Aunque esta dulce, sigue teniendo ese sabor a desesperación.

Le irritó ese énfasis en la última palabra. —Me largo—. Estaba a punto de levantarse e irse a ser miserable a otra parte. Hasta que el susodicho Hanma le tomo de la mano, evitando su salida.

—Te invito algo —. Con lentitud regresó la mirada a la copa vacía sobre la barra y sonrió con gracia. —Algo con mejor sabor—. Le tentaba, no solo la invitación a algo más fuerte sino a quedarse más tiempo antes de regresar. —Mientras me cuentas tus problemas.

—¿Por qué debería contárselos a un extraño?

La sonrisa de Hanma no se borró en ningún momento, pidiéndole con la mirada que regresara y se sentara. —Ya te dije mi nombre, además, contarle tus problemas a un extraño no es tan malo como parece—. Lo animaba lentamente a aceptar un trago de whiskey, algo caro y pretencioso, demasiado bueno incluso para el bar donde estaban. —No es como si fuera a decírselo a tu esposo.

Con algunas dudas en mente, regresó a su lugar, comenzando a contarle sobre Takemicchi, era amable, cariñoso y se preocupaba por él, todo un príncipe. Mientras Mikey hablaba sobre lo mucho que amaba a su novio, los tragos siguieron viniendo uno tras otro, y sus palabras se volvieron más sueltas, fluyendo entre sus problemas descaradamente. —Siento que a veces no me conoce.