Perdóname y Ayúdame GL

Capitulo 1_En desesperacion

Estoy perdida....

Siempre eh logrado lo que me propongo, aunque estos días han Sido más complicados, siento que solo hago las cosas por inercia hace mucho que no hago nada nuevo, mi rutina es simple... Me levanto muy temprano en la mañana, me quedo 10 minutos viendo a la nada sin reaccionar, bueno tal ves sean 15 minutos, después de eso voy hacia el baño me lavo los dientes con la poca pasta que queda y que nose como a durado hasta ahora, prendo la ducha, y sale agua fría y enseguida entro; no me gusta el agua fría pero con eso despiertas bastante bien, espero a que se ponga caliente y me comienzo a tallar el cuerpo, enseguida que salgo de ducharme me cambio y bueno, no desayuno ya que mi mamá se la pasa tomando en la sala y en las mañanas piensa que soy un asaltante o nose que piensa que soy... cómo la cocina está alado no puedo quedarme mucho tiempo, así que solo bajo las escaleras con cuidado de no despertarla, si la despierto solo queda correr hacia la puerta antes de que se ponga lunática.

-Ey! Tu! Maldita ladrona! Ven para acá -grita desesperada al momento avienta una botella de vidrio hacia ella pero cierra la puerta a tiempo haciendo que se rompa contra la puerta.

Camino hacia el colegio que está bastante cerca de mi casa, y por eso tal ves siempre llegué tarde, entro tomo mis clases y hasta la hora de receso como algo, aunque siempre estoy sola, no recuerdo en qué momento me quedé comiendo sin nadie a mi lado o simplemente en qué momento deje de tener personas a mi alrededor, pero aunque así estoy bien... -piensa mientras le da una mordida a su sandwich -mis días son completamente iguales, hay días distintos esos días son cuando regreso a casa hay una pandilla de jóvenes saliendo del colegio, siempre me hablan que me acerque mientras se ríen, pero prefiero ignorarlos... Llegó a casa y no hago nada más que limpiar un poco y cenar algo, si es que hay algo de comida, subo a mi habitación y hago mi tarea, después me acuesto y duermo temprano, para al siguiente día hacer lo mismo, una y otra, y otra ves, aveces es frustrante pero te acostumbras.

Está mañana me encontré con la sorpresa que mi mamá no me lanzo nada, ni siquiera despertó, eso es bastante sorprendente hace mucho tiempo eso no pasaba, pero la curiosidad me dice que entre de nuevo a casa para ver si es verdad que sigue dormida, pero es mejor no arriesgarse...

Llegué al colegio y había algo diferente en la hora del receso, había una chica de cabello corto sentada en mi banca donde yo me siento diario a comer, no es como si ella no se diera que ese es mi asiento, toda la escuela sabe que ese lugar es de la "rarita", pero será mejor no interponerse, ya encontraré algún otro lugar, todo mundo me ve raro, es sorprendente lo que hace cambiar de rutina solo por un día... Preferirá comer agusto sin que se queden mirándome todo el tiempo pero este es el lugar más alejado que encontré dónde no hubiesen seres vivientes, son irritantes... Y ahora al entrar a clase hay un examen sorpresa, perfecto lo único lo que le faltaba al día de hoy, enserio es molesto, pero es mejor no decir nada, de todas maneras es mi problema el hecho de que no me guste.

-¿señorita? -pregunta la profesora justo enfrente de ella para que la logre escuchar

-¿Uh? Que sucede... -dice intentando no sonar grosera ya que la saco de sus pensamientos

-le pregunté si sabía la respuesta tres veces y ninguna me responde, aunque parecía que me estaba prestando atención -le dice molesta

-oh, amm ¿Cuál es la pregunta? -pregunta por último mientras le da un tik en el ojo de los nervios

-olvídalo señorita... Mmm... Olvídalo...-se rinde en decir algo que ya no recuerda

¿Es enserio que nisiquiera la profesora recuerda mi nombre? Espera, entonces siquiera ¿hay alguien de aquí que sepa que estoy aquí? Me duele el pecho de solo pensar en eso... Pero bien, por lo mientras ya no me molestó, ya me quisiera ir a casa pero de todas formas no es como si alguien me estuviera esperando ahí... Bueno no importa, concéntrate ahora, para que no vuelva a mencionarte ¡Jamás!