Conflictos externos-Parte 3

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Por fin, ya era fin de semana. Siempre espero con ansias estos dos días de "Descanso" para poder salir a disfrutar y bailar, lo cual es una de mis cosas favoritas.

En mi mente ya tenía todo planeado. Invité a Hannah a salir conmigo exactamente el día sábado, y planeamos que al llegar de la discoteca, se quedaría en mi casa a dormir.

Ella ya tenía toda su tarea lista para el lunes, en cambio ya yo había conseguido a alguien que me la haría toda por solo cinco dólares, así que estaba relajada.

Llegó el día y Hannah llego a mi apartamento exactamente a las 7:00 p.m para arreglarnos juntas. Ella eligió ponerse un vestido negro, de tiritas que le llegaba hasta las rodillas. En sus manos tenía varios anillos que destacaba por medio de todo, y unos tacones negros no tan altos, lo suficiente como para poder bailar cómodamente.

En cambio, yo elegí un vestido con un intenso color rojo, un poco corto. Solo decidí ponerme una cadenita, y una pulsera. Y de zapatos usaría unos tenis blancos, así podría durar toda la noche bailando.

Nos maquillamos, ella mas que yo. Sinceramente no me gusta la sensación del maquillaje en mi piel, y mas cuando se junta con el sudor; igualmente dejo que ella me maquille un poco ya que le encanta y no me gusta discutir por eso, y al final del día, quedo mas arreglada de lo común.

Salimos del apartamento al rededor de las 9:30 p.m, llamamos a una amiga que sí tiene carro para que nos lleve, pero esta vez ella no se puede quedar porque tenía una cena familiar, entonces solo se ofreció a llevarnos amigablemente.

Nos bajamos del carro, y lo primero que sentimos es el frio que había en el ambiente, pensando en que no nos habíamos traído una chaqueta.

Entramos al lugar, y sin perder el tiempo fuimos a la pista de baile, en ese momento tenían puesta música, "Salsa" la cual nos gusta mucho a las dos.

Bailamos juntas por un buen rato, de vez en cuando me distanciaba para que ella pudiera  bailar con algún chico por ahi, mientras yo, aprovechaba y descansaba con un refresco en mi mano.

Me siento en la barra, con la silla volteada hacia la pista para ver hacia allá. Por mi observación se podría decir que había al rededor de 200 personas en ese lugar, las perfectas como para estar en sinfonia con cada canción. Me quedo pensativa por un par de minutos, pensando en nada y en todo a la vez, duro así al rededor de 10 minutos cuando derrepente sin esperarlo pasa esto:

- Hey niña

Volteo al instante solo por escuchar su voz, me emociona instantáneamente saber que es él, que esta aquí conmigo.

- Hey, al parecer los adultos no salen de fiesta solo una vez al año, ¿cómo estas Maximiliano?

- Bien niña, aquí buscando una compañera de baile. Vine con unos amigos pero los perdí de vista, y no pienso buscarlos.

- Wow, que gran amigo eres, no te importan los tuyos

- En realidad si me importan, pero deben estar bebiendo o fumando, y prefiero alejarme cuando lo hacen

- Ashhh, bueno te entiendo. Cuéntame ¿cómo has estado?

- Bien- Mira hacia arriba pensándolo dos veces -Pero en cierto modo mal, porque una niña por ahí se olvidó de mí.

Aunque le pagaba a algunas personas para que me hicieran ciertas tares, yo igualmente hacía la mayoría de ellas, y siempre terminaba muy cansada sin animo de nada.

Él y yo solo hablamos por llamada, ya que por texto no fluían muy bien nuestras conversaciones, así que no me daba mucho tiempo para hablar con él.

¿Dónde Estas? Solo te fuisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora