Aléjate

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Era sabido por todos, incluso los niños pequeños, que al nacer las primeras palabras que recibirás de tu alma gemela se encontrarían grabadas en alguna parte de tu cuerpo.

Algunos lo consideran romántico, para Tweek no es más que una carga. Tener a alguien que es perfecto para tí en alguna parte del mundo solo le generaba ansiedad. Era un caos de posibilidades y escenarios desastrosos.

¿Y si su persona destinada se encontraba al otro lado del mundo? Tweek odiaba viajar, lo desconocido y las aventuras en general, así nunca se conocerían.

¿O si hablaban otro idioma? Tweek tenía notas bajisimas en lengua extranjera, nunca podrían comunicarse.

¿Si fuera un anciano o un bebé? En ambos casos habría que cambiar pañales, no cree que podría con eso.

¿Si ya tenían pareja o una familia? Tweek tendría que dejarlo ir y quedarse solo para siempre, se rehusaba a ser una gata rompe hogares.

Además, era demasiada presión, saber que tenía que ser el ideal de la otra persona porque así lo quería él destino, él no estaba seguro de cumplir con las expectativas de nadie, ¿quien podría considerar amar a un esquelético y nervioso cabello de espantapájaros como él?

¿Y sí el tema de ser perfectos el uno para el otro no funcionaba con él? Las reglas de las almas gemelas son sencillas, pero existen excepciones y casos raros.

¿Que tal si la persona al conocerlo sólo se siente decepcionada? ¿Y si piensa que es molesto e irritante?

En fin, el tema era una carga y no quería lidiar con ella.

Todo lo relacionado con el tema era una molestia para él, desde el lugar de su marca, hasta su contenido, incluso la tipo de letra de esta.

Su marca estaba en su espalda baja, imposible de ver sin un espejo. Y tal vez sea lo mejor, piensa, porque no soportaría ver diariamente la palabra que es un recordatorio continuo de que posiblemente nunca conseguirá el amor que obtienen todos los demás.

"¡Aléjate!" decía, en una fuente cursiva y delicada, contrastando con las frias palabras escritas.

Aún recuerda la cara de sus padres cuando les preguntó por primera vez que significaban las letras en su piel, emocionado de saber que decían pero incapaz de leer aún a sus cortos 4 años de edad.

Las caras de compasión y lástima en sus rostros son difíciles de olvidar, incluso a tan corta edad.

Las burlas en los vestidores tras educación física no se habían hecho de esperar, era difícil no burlarse del niño ansioso y paranoico cuyas palabras, de aquel que se supone lo amaría a pesar de todo, son de total rechazo a lo mínimo, o asco en el peor de los casos.

Porque, si su alma gemela no lo quiere ¿como alguien más podría amarlo?

Es una pregunta que Tweek trata de ignorar, que sólo se permite recordar en las noches de insomnio, donde está solo en su habitación y nadie puede verlo llorar.

Tras un tiempo empezó a usar jeans de tiro alto, anulando toda posibilidad de que alguien viera el escrito por casualidad.

Pero no debería quejarse de algo tan tonto como ser rechazado por alguien que aún conoce, las cosas podrían ser peor, eso lo sabe bien, es imposible lamentarse cuando existen casos como el de Butters Stotch.

Butters es un chico dulce, asiste a la clase de al lado y siempre huele a shampoo para niños. Solía sonreír todo el tiempo, recibía bullyng de vez en cuando, aún peor que el Tweek antes de tomar precauciones para evitar que su marca fuera vista, pero ya nadie molesta al chico, ¿quien se metería con alguien que ha pasado lo que él?

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2021 ⏰

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