No Mires Atrás.

Capítulo 1: Despertando (Remasterizado)

Capítulo 1 : Despertando (Remasterizado)

Años después de que el mundo se tornara rojo y las cenizas del pasado fueran esparcidas por el aire, una voz lo llamó liberándolo del eterno silencio del cual había sido preso sin siquiera saberlo.

-Necesito que abras los ojos

La voz, que se escuchaba distante, causaba un sentimiento tanto de familiaridad como de confusión en su ser. Trató de pensar, pero sus pensamientos estaban repletos de preguntas sin fin, hasta hace un momento hubiera jurado que todo su ser era inexistente, flotante en una oscuridad infinita y sin vació que fue borrada en el momento en que aquella voz le ordenó abrir los ojos, ojos que no poseía antes y que ahora eran existentes.

Intentó seguir sus órdenes y formuló un esfuerzo por abrir los parpados que le fueron entregados. Tras unos segundos de dificultad, estos comenzaron a moverse y poco a poco la oscuridad fue invadida por una fuerte luz blanca que trajo consigo una punzada de dolor al estar en contacto con sus ojos.

El dolor, otra sensación más que le fue regalada en ese instante pero que al mismo tiempo le pareció haber experimentado antes, hace mucho tiempo atrás.

Sus parpados se abrieron por completo y sus ojos fueron acostumbrándose a la luz blanca que le rodeaba revelando una pequeña silueta justo en frente de él.

Una niña de no poco más de siete u ocho años de edad yacía inmóvil observándolo con gran interés. Vestía una bata blanca que ocasionaba la ilusión de que la chica carecía de cuerpo alguno salvo por su cabeza que estaba cubierta de una hermosa cabellera café y sus diminutas manos que reposaban sobre su costado.

Su mirada se cruzó con la del infante, sus ojos eran de color café al igual que su cabello que reflejaban un rostro borroso e indistinguible. Era como observar una mancha de estática cubriendo su cara por completo. Desde el reflejo observó cómo lentamente llevó su mano hasta tocar su rostro.

No sintió nada.

No había nada que tocar.

Apartó la vista del reflejo y ahora los concentró sobre sus manos. Flexionó los dedos y apretó los puños un par de veces, las giró para observar las palmas y viceversa.

-¿Quién soy?- Su voz fue como la de un extraño para sus oídos.

Aquella figura infantil dejo caer delicadamente la cabeza hacia un costado, un gesto que reflejaba una emoción que logró reconocer.

Confusión.

Cómo si hubiera hablado en un idioma totalmente distinto y estuviera intentando averiguar qué fue lo que dijo.

-¿Te golpeaste la cabeza o algo así?- La niña sonrió de la nada, su expresión desapareció tan rápido como había llegado y hablo en tono burlón. Le sujetó la mano, un agarre firme y fuerte para alguien de su edad. - Ven, sígueme.

Él, sin conocimiento alguno sobre lo que estaba pasando, no tuvo más remedio que seguirla.

-¿En dónde estoy? ¿Quién eres?- Las preguntas que antes retumbaban por su mente eran ahora audibles, se preguntaba cómo era posible hablar sin tener una boca como la niña. O quizá tenía una, pero no donde debería. El no saber le provocó otra sensación. Un cosquilleo en la espalda.

Inquietud.

La pequeña no se molestó en mirarlo durante su caminata, era como si tuviera los ojos clavados en el lugar al que quería ir y que este desaparecería tan rápido le quitara la vista de encima. Hubo un largo silencio antes de que la voz volviera a aparecer.