Rebehold las estrellas

Capítulo 3 : Un diablo de mi palabra

"No no no." Chloe se inclina y se pone las botas cuando las puertas del ascensor comienzan a cerrarse. “Creo que debería hacer esto por mi cuenta. Por ahora."

Él lee sin esfuerzo las vibraciones inherentes de 'mantente alejado de mí' que ella está enviando, y cierra los ojos contra el dolor en su pecho en lugar de verla huir de él una vez más.

Se vuelve para contemplar la carnicería de su sala de estar, ignorando el insistente escozor en su mano, que ahora parece haberse extendido a su muñeca. Frunce el ceño ante la toalla ensangrentada. Impar. Estas pequeñas muescas miserables no suelen doler tanto. Se vuelve hacia el fregadero para lavarse la sangre de la mano, luego la envuelve con una toalla limpia mientras se dirige al baño, donde guarda el elegante botiquín de primeros auxilios que recogió cuando necesitaba sacar las balas de sus alas el mes pasado. . Encuentra una gasa y un poco de cinta adhesiva flexible para mantenerlo en su lugar, y venda con torpeza el corte que enrojece rápidamente.

Una vez que tiene el vendaje en su lugar, limpia rápidamente el vino derramado y limpia los fragmentos de la copa de vino, sin preocuparse más por los cortes desde que el detective se ha ido. Con desánimo, arroja los sándwiches a la basura y deja los platos a un lado para limpiarlos una vez que su mano esté sana. Mira fijamente el vendaje, que está empezando a mostrar una pequeña mancha de sangre en la superficie, a pesar de la gasa gruesa en la herida. Más curioso y más curioso. Debería estar curado a estas alturas, ella se ha ido casi media hora.

Pero sigue sangrando y el escozor ha empeorado. Vuelve a mirar y el enrojecimiento que había alrededor de la herida cuando se envolvió está comenzando a salir por debajo del vendaje en inquietantes zarcillos carmesí, siguiendo el marco de sus venas debajo de la piel. Bien. Tenía la esperanza de estar completamente curado antes de seguirla, pero no quiere esperar más. A pesar de que el detective conduce como un caracol con un somnífero, sabe que con el tráfico ligero a esta hora de la noche ella debería estar allí en 15 minutos. Despliega sus alas y en un parpadeo de espacio de flexión se encuentra en el lugar de rodaje de The Cabin. Se derrite en las sombras bajo los árboles y espera a que llegue el detective, mirando de nuevo su mano vendada. Frunce el ceño al notar una ligera visión borrosa, siempre perfectamente nítida, incluso en la oscuridad. Tiene la boca seca, y alcanza su frasco, notando un hormigueo en sus labios y lengua al tragar que no tiene nada que ver con el suave ardor del whisky. Busca a tientas mientras vuelve a colocar la tapa y la vuelve a guardar con torpeza en el bolsillo del pecho cuando la patrulla del detective se detiene y se estaciona.

Él permanece quieto mientras ella sale del crucero y espera hasta que ella se dirija a uno de los edificios de la tripulación antes de seguirla, sus pasos vacilantes. Sacude la cabeza mientras su visión se desenfoca aún más, y usa el edificio para apoyar sus esfuerzos por permanecer erguido mientras se escabulle hacia la puerta lateral donde tiene una vista clara del Detective. Vuelve a mirar adormilado su mano y ve que los zarcillos escarlata se han deslizado mucho más allá de su muñeca y desaparecen bajo la manga de la camisa. Dirige su mente errante hacia los ocupantes del edificio, no completamente capaz de seguir las palabras en este momento, pero leyendo el tono y la intención de las voces. La voz de Chloe apaciguó, el camarógrafo agitado, agresivo, defensivo. Capta el destello de movimiento mientras tira el hacha para tirar y no duda,

"¡Detective, NO!" su lengua y labios son torpes, y no forman las palabras correctamente, pero se las arregla para interponerse entre el arma y su amada. El pesado calzo del hacha al atravesar sus costillas retumba en sus oídos como un disparo y luego todo lo que puede hacer es tumbarse en el suelo, mirando vagamente al techo mientras lucha por respirar. El dolor punzante alcanza su punto máximo con cada intento de respirar, y puede ver el mango del hacha balanceándose con el latido de su pecho. Un horrible traqueteo llena su garganta y siente el calor de la sangre en su piel enfriándose en el aire de la noche cuando el rostro de Chloe aparece sobre él, hermosos ojos oceánicos húmedos y abiertos, ¿qué? ¿Sorpresa? ¿Temor? ¿Preocupación?