Dos alfas (ishimondo)

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Plis no se olviden de votar eso me da mucha felicidad e inspiración 🙏

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Ishimaru tan sólo deseaba que el profesor llegará para así no escuchar la voz de su compañera, quien esperaba poder quebrar a kiyotaka por completo cómo había hecho hace tan sólo unos minutos, siempre le había gustado el ver la desesperación en sus compañeros.

Todos pudieron escuchar un estruendo que hizo que todos mirarán a la izquierda del fondo del salón, se trataba de una silla moviéndose, la cual se arrastró por el suelo, el causante de este ruido fue el ahora enojado motociclista, quien ya no soportaba las burlas sobre taka, había escuchado todo al estar muy cerca de ellas.

Mondo: ¡¡maldita sea, ya cállense!!

Los demás estudiantes miraron a mondo, quién estaba molesto, mirando a junko y a su grupo de amigas.

Junko: ¿Hum? ¿Disculpa?

Dijo sin expresión, lo que demostraba que estaba molesta ya que no le gustaba que la trataran de esa forma.

X: H-hey, no vas a tratar a junko de ese modo!

Exijia una de sus amigas mientras se inclinaba sobre su asiento.

Mondo: ¡entonces ya cállense, sus voces son realmente irritantes!

Y: la tuya lo es aún más!

Dijo otra de sus amigas, junko sonrió al ser defendida por sus "secuaces".

Junko: jeh ¿Pero saben que es más irritante? Ver las cejas Ishimaru

Taka simplemente se quedó callado ante está burla, pudiendo escuchar las pequeñas risas y aceptación por parte de sus compañeras.

X: jaja ay junko, que mala jaja

Dijo con una sonrisa juguetona y a la vez burlona, no deteniendo a junko por hablar mal sobre la apariencia de su compañero, poniendo su mano en el hombro de la rubia.
Mondo se acercó a junko, queriendo golpear su rostro, no le importaba si era una chica, lo haría si se seguía burlando de kiyotaka.

Mondo: maldita estúpida ¿Acaso quieres que te golpeé?!

Pregunta molesto mostrando su puño al
aire, estando al frente de junko, quien lo miraba con una sonrisa divertida.

X: s-sí lo haces voy a llamar al director!

Dijo con miedo, manteniendo su seño fruncido ante el motociclista mientras lo observaba.

Y: sí, eres un bully!

Dijo de manera hipócrita.

Mondo: ¿Bully? ¿¡De verdad me estás llamando bully!? ¿¿¡Con que cara me dices eso!??

Dijo más molesto ya que ese mismo grupo de chicas se la pasaba molestando a los demás, buscando cualquier oportunidad para hablar mal o hacer pequeñas bromas que realmente fastidiaban a los demás. Y sí, de cierto modo owada era algo parecido al ser un pandillero pero tenía sus límites, trataba de cambiar eso al querer algo mejor para él.

Junko: vamos mondo, tú también has estado-

Mondo: me da igual, ya no soy así! ¡Ya estoy harto de esta mierda!

Junko: y yo estoy harta de ishimaru y toda sus estupideces-

Mondo: ¡tú eres la que hace estupideces!

X: oye, por lo menos junko es sincera!

Dijo tratando de justificar sus comentarios ofensivos con que tan sólo estaba siendo sincera con los demás, que no lo hacía apropocito, lo que era todo lo contrario ya que le gustaba burlarse de la desgracia de otros.

Y: sí, ishimaru es un mentiroso al igual que su estúpido abuelo!

Mondo: ¿¡Y que!? ¡Todos han mentido alguna vez en su maldita vida, ya dejen de joder!

Junko: pero jamás escuché una mentira tan estúpida como esa, la verdad hace el ridículo él solo

Mondo: mintió porque sabía que te ibas a burlar de él, imbécil! ¡Porque eres completamente insoportable!

X: pero ishimaru siempre es tan hipócrita que-

Mondo: ¿¡y de verdad me vas a decir que jamás has mentido!? ¡Vamos, te reto a decirlo!

X: E-eh...em....

La chica se calló al no tener una respuesta ya que también mentía.

Mondo: todos somos unos malditos
hipócritas, en especial ustedes.

Dijo esto último antes de que todos dirigieran si mirada hacia el frente al notar que el profesor había llegado.

Profesor: hola...eh....buenas tardes...

Dijo de manera incómoda, era un nuevo profesor y no se esperaba entrar al salón y escuchar un griterío. Todos se levantaron para saludar al profesor de manera apropiada.
Taka se guardaba las lágrimas, jamás creyó que alguien iba a defenderlo, se sentía cálido por alguna razón, como si mondo lo estuviera abrazando con sus palabras para que supiera que estaba bien.

Taka no podía evitar de vez en cuando voltear y ver a mondo, quien mantenía su vista en su libro, tenía curiosidad por saber por qué lo defendía o por qué quería ser su amigo, no lo entendía, según taka se suponía que los amigos debían compartir algún gusto pero ninguno de los dos tenía algo en común, o por lo menos eso era lo que creía, no lo conocía lo suficiente como para negarse.

Apretó con algo de confusión el lápiz que sostenía en su mano, tratando de pensar en porque mondo se acercaba ahora, habían varias hipótesis pero no estaba seguro de ninguna de ellas, lo único era el preguntarle a mondo ¿aunque quizás estaría mal preguntar eso? Pero necesitaba saberlo, estar seguro de que no se estaba burlando de él o trataba de engañarlo para más tarde hacerle una broma.

Después de algunos minutos el timbre que indicaba la salida ya había tocado, por lo que todos empezaron a guardar sus útiles dentro de sus mochilas.
Taka se volteó una última vez para mirar a mondo, quien hablaba tranquilamente con sus amigos, lo que hizo que taka se sintiera inseguro sobre si debería hablar con él.

Makoto: ishimaru-

Ishimaru: ¿Q-que pasa?

Pregunta mientras se voltea rápidamente para ver a su compañero, esperando que no pensara algo raro de él por haber estado viendo a mondo.

Makoto: no es nada....es sólo...que quería hablarte...quizás podríamos ir a caminar o algo...

Ishimaru: claro...si quieres puedo acompañarte hasta donde pueda, nuestras casas van por casi el mismo camino

El moreno le ofreció una sonrisa al ver que taka se levantaba para acompañarlo a su casa.

Mondo: hasta mañana, ishimaru

Dijo mientras lo despedía con su mano, el pelinegro se volteó para verlo.

Ishimaru: oh adiós owada

Responde su despedida con una sonrisa para luego sonrojarse levemente al cruzar su mirada con mondo por unos pocos segundos, antes de que makoto le recordara que quería que se fueran para poder hablar.
Ambos cruzaron la puerta mientras mondo tan sólo los observaba de reojo.

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