Dos alfas (ishimondo)

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Plis no se olviden de votar eso me da mucha felicidad e inspiración 🙏

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Ambos estaban en silencio, taka miraba de vez en cuando a mondo, no sabía porque pero el hecho de verlo hacía que se sintiera mejor, jamás sintió una cercanía tan pura y linda como la que ellos dos tenían, era algo que tan sólo hace unos meses habria negado que sucedería al creer que mondo era una mala persona simplemente viendo su apariencia y sus notas, creyendo que era un flojo que no lo hacía porque no quería pero había más en eso, mondo tan sólo ocultaba un gran complejo, creyendo que era mejor desconcentrarse y pasarla bien para olvidar los problemas que le causaba la perdida de su hermano mayor, a quien extrañaba.

Taka recordaba la actitud de mondo cuando le contó sobre él, de su boca salían palabras tan bonitas al hablar sobre daiya pero en sus ojos había sufrimiento por los bellos recuerdos, unos que de cierto modo siempre lograba arruinar su día al no haber podido superar la tragedia.

Ahora mismo estaban estudiando, leían y de vez en cuando charlaban de otro tema para luego de unos segundos volver al estudio ya que taka insistía.

Fue entonces cuando sucedió, no podía ser en otro momento, su cuerpo tenía que reaccionar ahí mismo, estando en la casa de su mejor amigo, estando a solas.
El pelinegro apretó sus labios, casi mordiendo con delicadeza para contenerse al estar en una casa ajena, mondo lo miró cuando se detuvo, no pudiendo decir ni una palabra ante lo que sentía.

Taka sintió un pequeño mareo junto a una sensación extraña en su entrepierna, juntó sus piernas al sentir esto, cada moviendo se sentía dulce y excitante, cuando su entrepierna se frotaba contra la silla.

Mondo: ¿Estás bien?...

Ishimaru: s-sí....eh...p-por favor sigue leyendo...

Dijo mientras se apoyaba en mondo, estaba algo mareado, cerró sus ojos con delicadeza tratando de despejar su mente.

Mondo: ¿Seguro?...

Pregunta preocupado, pone su mano en el hombro de taka para que lo viera, estaba a punto de hablar pero guarda silencio al notar lo que pasa, taka olía de manera diferente, sus mejillas estaban rojas y no lo miraba, tan sólo ocultaba su entrepierna.

Mondo: ¿Estás....en celo?....

Taka se pone más nervioso ante la difícil pregunta, abrió un poco su boca para que las palabras salieran, sabía que era mejor decirlo que quedarse callado.

Ishimaru: c-creo que sí...

Mondo se sonrojó ante esto, se quedó quieto mientras todavía tenía su mano apoyada en el hombro de taka, manteniendo la cercanía que tanto le gustaba.

Ishimaru: ¿T....tienes algo para esto?...

Pregunta con algo de vergüenza ante lo que estaba pasando justo en ese mismo instante.

Mondo: claro, ya regreso

Dijo mientras se levantaba rápidamente para ayudar al pelinegro, el cuál se quedó en su lugar, tratando de ocultar su excitación, la que había sido provocada por nada ni por nadie, ni siquiera por el hermoso cuerpo de mondo.

El motociclista se estaba tardando más de lo habitual, taka se quedó ahí esperando mientras escuchaba los pasos del otro alfa, buscando sus medicinas en el baño para calmar la sed lujuriosa de su amigo.

Mondo: mierda no me quedan más

Dice mientras apenado entra a la habitación donde taka lo esperaba, estaba rascándose la nuca mientras miraba al suelo.

Ishimaru: ¿D-de verdad?...bueno, está bien...

Mondo se acerca, no sabiendo bien si decir en lo que estaba pensando, se sienta a su lado.

Ishimaru: voy a llamar a mi padre para que venga a buscarme-

Taka se detiene al ver que mondo se acerca más de lo que debería, tomando su rostro y besando sus labios. Trata de pronunciar el nombre de mondo pero este no se detiene, insiste en besarlo, taka se rinde en un par de segundos, no era desagradable, de hecho se sentía bien.

Se podían escuchar algunos jadeos por parte de ambos al faltarles el aire, taka se apartó para respirar, mondo hizo lo mismo estando algo nervioso, listo para recibir un regaño o un golpe por parte de kiyotaka, sin esperar que taka se volvería a acercar en busca de otro beso, los cuales lograban calmar su apetito, aunque no del todo ya que la cercanía hizo que su pene quedará erecto, esto porque la rodilla de mondo tocaba su entrepierna.

Taka estaba agitado, aferrándose al cuerpo de mondo, buscando una salvación a esto. Mondo estaba realmente sonrojado por lo que finalmente estaba pasando a pesar de que ambos fueran alfas.

Sin siquiera pensarlo mondo puso su mano en la entrepierna de taka, quien jadeó ante esto, sintiendo un pequeño cosquilleo en todo su cuerpo.
Sus labios se separaron ante el jadeo de taka, quien se aferró al pecho de mondo, el cuál se podía apreciar, tan cálido y confortante.

Ishimaru: E-estás....ah....¿P-por que?....

Susurra nervioso, jamás había sido tocado de ese modo, no puede ver a mondo a los ojos, ni siquiera levantar la mirada.

Mondo: quiero ayudarte...

Ishimaru: e-es mejor que venga a buscarme mi padre-...

Taka se detiene al ver que mondo está dispuesto a tocarlo, bajando el cierre de su pantalón tan ajustado. Estaba a punto de bajar todo el cierre pero se detiene, sabía que el silencio no era bueno, no quería obligarlo.

Mondo: ¿Quieres que me detenga?...

Pregunta nervioso, deseando que no respondiera con un "sí", quería besar una vez más sus labios, era realmente dulce.
Taka lo meditó por un pequeño momento ya que estaba excitado, no quería detenerse realmente, le gustaba lo que estaba pasando.

Ishimaru: n-no....

Dijo en voz baja, luego miró a mondo, besó sus labios, abrazando sus hombros.
Entonces el motociclista bajó por completo el cierre y sacó el bulto que apretaba tanto los pantalones de taka.

Ishimaru: a-ah...mondo....

Susurra mientras sigue besando a mondo con tanta pasión, aunque luego los labios del mayor se dirigen a su cuello a medida de que masturba su pene.
Taka estira y arquea su espalda levemente por los movimientos que realizaba mondo, era realmente excitante y enloquecía todos sus sentidos, no podía pensar en nada más que no fuera en finalmente llegar al climax.

Mondo besaba y subcionaba el cuello de su amado pelinegro, con tanto amor en su mirada mientras escuchaba los deliciosos jadeos y gemidos, siendo delicados pero a la vez ruidosos, eran música para sus oídos.
Podía sentir una cálida y silenciosa respiración en su cuello, la cual hacía a taka sentir un cosquilleo que querer más, soltando jadeos, sintiendo esa respiración que estimulaba todas sus terminaciones nerviosas.

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