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(O como los dioses se enamoraron a primera vista de sus futuros omegas.)
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Heimdall casi se ahoga al ver el nombre del oponente de Lord Odin. Con manos temblorosas, cerro los ojos y suspiro, preparado para el caos que estaba por formarse.
—¡Como representante de la humanidad, les presento al Avatar de la Fuerza Fenix, Jace Grey!
El largo cabello pelirrojo del joven se mecia, como si fuera fuego jugando con el viento, invitando a todos a quemarse en su furia. Y ese fuego y furia era lo que traeria a la lucha.
—Vaya, asi que eres mi oponente, mi rey.
La burlona voz de Jace se pudo escuchar con claridad y Odin trago duro, sus ojos no pudiendo creer a quien veia.
El...
Su mirada se dirigio a Thor y su respiracion temblo. Thor era identico a su madre, incluso tenia su hermoso y largo cabello rojo como el fuego.
Jamas penso que lucharia con la unica persona a la que amo. Si Thor se entera... si los dioses se enteran de la relacion que hubo entre ellos...
Los dioses sabian muy bien el peso que era ser el Avatar de la Fuerza Fenix, una identidad tan antigua como el universo y sumamente poderosa. Es por eso que ahora mismo se encontraban temblando de miedo al tener tal divina identidad frente a ellos y del lado de la humanidad.
—¿No vas a atacar? —pregunto con una curiosa mirada.
Odin apreto sus dientes.
¿Atacar?
¡El jamas podria lastimar al amor de su vida! ¡A la madre de su hijo!
(A lo lejos, Frigga miraba con seriedad e ira pura, pudiendo adivinar quien era el omega.)
Jace sonrio con cariño, negando con su cabeza.
Su rey siempre fue muy blando con el.
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