[Kookv]‣ Luz De Luna| +17

IX

Las cadenas que imponen la sociedad , pesan más que una culpa.

El mirar de tus ojos con los míos , una corriente de emociones que traspasan mi cuerpo.

—Ey.

—Si , señor?

—podemos hablar?

—Como usted ordene.

Su sumisión era tan doliente al grado de sentirme mal por ello.

—que quieres Park.

—por que me hablas así?

—Acaso esperabas rosas y besos?

—Sabes que mi padre no va cambiar de opinión y yo... soy un cobarde que no renunciará a todo esto por su felicidad, okey?—.Cerre mis ojos dejando caer mi peso en cualquier pared cercana.

—Lo se y lo entiendo...

Pose mi mirada en el contrario el cual de sus ojos desbordaban una que otra lagrima... acaso alguien se puede sentir más miserable en este preciso momento.

—Desde hoy renunció a ti ... Mi pequeña fiore.

—Eso dijiste... Hace dos días y aún así sigues buscándome—este suspiro para sentarse a un costado mio.—Me confundes a tal grado de no saber si mañana vendrás y me trataras con tal indiferencia o me aclamaras por mi nombre llenándome como desde un principio fue hecho.

—eh estado cansado mentalmente últimamente—tome aquel rostro pálido entre mis manos dejando un pequeño beso en sus labios.

Desde que vi a Yoon bajar de aquel barco el cual traía gente de Goryo fue como un flechazo a primera vista, desde muy pequeño mis gustos nunca han sido de una pequeña dama que cuide de mi.
Me enamoro como aún siendo tratado tal esclavo y aldeano... En su mirar existía aquella chispa en sus ojos.
Me contó que quería navegar por el océano hasta perderse por completo, que hubiera deseado tener una vida diferente pero simplemente son sueños.

Un romance que empezó como un cuento de hadas , de encuentros repentinos e intercambios de miradas... Hasta llorar en las noches por la falta de aquel calor rodeando tu cuerpo.
Que aquel calor tan pecaminoso de nuestros cuerpos reclamando se por noches en un pequeño espacio con el temor de ser descubiertos.

(Goryo): Así llamada Corea en los años (918- 1392).

[...]

Abrí mis ojos encontrándome con la luminosidad del sol molestando estos , a mi costado estaba su figura durmiendo plácidamente. No pude evitar sonreír a tal escena tan tierna , sus manos abrazandose a si mismo mientras su pelo era un desastre precioso.