Capitulo 1

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|•|NUEVA VIDA|•|

Septiembre 1995





Antes de soltar la mano de mi madre para entrar al Dojo que se encuentra cerca del edificio donde comenzaremos a vivir, echo un vistazo al vecindario.

—¿Estás segura que podrás presentarte sola, cariño?

—Claro, tú ve tranquila. —.Contesto forzando mi mejor sonrisa logrando tranquilizarla un poco

—Vendré por ti más tarde. —.Asegura para después besar mi frente y correr a alcanzar el taxi que la esperaba

Sin que pueda hacer algo para evitarlo, mi barbilla comienza a temblar al mismo tiempo que las lágrimas comienzan a descender por mis grandes ojos azules.

—¿Porqué lloras? —.Pego un brinco debido al susto pero inmediatamente trato de limpiar cualquier rastro de debilidad de mi rostro

—¡No estoy llorando!

El chico pelinegro se acerca mirándome confundido pues la escena en la que me encontró demuestra lo contrario.

—¿Vienes al Dojo? Tienes el uniforme.

Asiento varias veces mirando al piso causando que suelte una risita por mi manera infantil de evadir su mirada.

—¿Llorabas porque tú mamá, te dejó sola?

—¡No lo entenderías!

—Si me explicas puedo entender...

Dudo un par de segundos pero el que se siente a mi lado mirándome expectante, hace rendirme inmediatamente ante su vibra tan llamativa.

—Es la primera vez que me deja sola tanto tiempo... Entiendo que debe trabajar pero-

—Tranquila, te acostumbrarás.

—¿Cómo sabes?

Aparta la mirada unos segundos haciéndome pensar que pregunte algo malo pero qué me sonría abiertamente cuando vuelva a verme, me da una sensación de alivio.

—Porque yo me también acostumbré a no estar con mi mamá así que no te preocupes, estarás bien.

—¡Ahh! ¡¿Porque me dan ganas de llorar por un señor que nisiquiera conozco?!

Suelta a reír al escucharme quejar y no se realmente que fue lo divertido de mi pregunta.

—¡No soy un señor, solo tengo 15!

—Eres un señor para mí, solo tengo 6.

Se sorprende por mi respuesta pero no me contradice, incluso me da la razón.

—Bueno vamos, te llevaré a conocer al resto.

Mi entrecejo se arruga al verlo estirar su mano en mi dirección, le pegó un manotazo rechazando su acción, dejándolo confundido.

—Ni siquiera te conozco, no te daré la mano.

Parece darse cuenta de su error y me mira apenada antes de volver a repetir su acción pero en modo de saludo.

Solo Eres Tú. (Tokyo Revengers)(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora