Motivos para el amor | Chaesoo

Capítulo 12.

Rosé se sintió decepcionada cuando recibió el mensaje de texto de Jisoo que decía que no podía venir esta noche después de todo. No hubo explicación pero Rosé decidió esperar hasta el día siguiente antes de intentar averiguar qué sucedió.

Se puso al día con los mensajes de texto con Talia y Nayeon, reorganizó el espacio en su dormitorio para algunas de las cosas de Jisoo que habían llegado a su apartamento durante la última semana. Luego, Rosé le envió un mensaje de texto a su madre, preguntándole si podían hacer una videollamada. Había pasado un tiempo desde que había visto a la familia y se sentía como un caos un poco controlado.

—Rosie, cariño, ¿cómo va todo? Espera... espera...— Su madre se apartó de la cámara web de la computadora para gritarle a alguien, probablemente alguno de sus hermanos pequeños, que siempre se estaban metiendo en problemas. Acababan de comenzar la escuela secundaria y Rosé (y el resto de la familia) no esperaba con ansias sus años de escuela secundaria.

La computadora estaba en la vasta cocina Park y Rosé podía ver a diferentes personas caminando. Charló brevemente con su papá. James asomó la cabeza para un saludo rápido y para decir que Jimin no estaba allí, estaba de vuelta en el trabajo como guardabosques. Alex pidió algunas sugerencias de libros, luego tomó un plato y amontonó la comida antes de llevarla a la mesa en la distancia. Rosé incluso vio a Lisa hacer una ronda, lo cual era inusual para un lunes. Se sentó con Alex para charlar con él.

Su madre volvió a aparecer, pero se volvió para mirar hacia atrás y decir: —Alex, no te comas todo eso. La cena será en una hora.

Rosé se rió. Amaba a su familia.

—Está bien, lo siento.

—No, no hay problema, mamá. Me alegra verlos a todos haciendo cosas normales.

—Bueno, aparentemente has estado bastante ocupada. Sueles llamar con más frecuencia.

—Lo sé— respondió Rosé tímidamente. Captó el brillo de complicidad en los ojos de su madre.

—Vamos, ¿quién es ella?

—Mamá...

—Conociste a alguien. Puedo decir.

Desde detrás de su madre, Lisa gritó: —Oh, ¿estás hablando de la nueva novia de Rosie?

—¡Lisa!— gritó Rosé.

—¿Novia? Ni siquiera me dijiste que estabas saliendo con alguien.

—Salieron por primera vez como la semana pasada y Rosie está enamorada— bromeó Lisa. Rosé quería estrangularla.

Su madre se volvió hacia la cámara, con una mirada confusa en su rostro. —¿Y ella ya es tu novia?

—Lesbianas, mamá— dijo Lisa, como si eso lo explicara todo, y se acercó para quedarse al lado de su mamá. —¿Y dónde está Jisoo? Pensé que ustedes dos estaban unidas por la cadera.

—No pudo venir esta noche, por eso tengo tiempo para hablar con mamá—, espetó Rosé, todavía molesta porque Lisa le había dado la noticia de su relación a su madre.

—Lisa, 'lesbianas' no es una explicación—, intervino su madre, todavía tratando de ponerse al día. —Si lo fuera, entonces ¿por qué no explica por qué tú y Somi no se llaman novias incluso después de un año de estar juntas?

—Ahhh, ¿y cómo está mi no-cuñada-pero-podría-serlo?—, preguntó Rosé, contenta de tener algo con lo que molestar a su hermana.

Lisa y Somi se conocían desde hacía años, pero se conocieron mejor mientras entrenaban para el pentatlón del año pasado. Habían estado juntas desde entonces, aunque Lisa se había negado rotundamente a llamarlo una relación, a pesar de que actualmente vivían juntas. Rosé no sabía cómo aguantaba Somi sus tonterías.