CAPITULO 1: 22: 15 HORAS EN EL CAMPO DE MAIZ

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No era sorpresa ni para Judy ni para mí que nuestro pánico hiciera que nuestra mente nos jugara trucos, pero juro que esa noche fue la más fría en el maizal del viejo Owen, acordamos visitarlo para saber que estaba ocurriendo en el lugar, pero habría deseado jamás aceptar dicho trato.

- me congelo – se quejó Judy.

- te comprendo – le respondí – y eso que aún no es media noche.

- algo no anda bien Albert, puedo sentirlo – expreso Judy – haber venido me da un mal presentimiento.

- todos acordamos inspeccionar algún lugar – explique – era esto, o la casa de la vieja Hughes

- si lo hubiese sabido, habría preferido mil veces acompañar a mi pequeña sobrina a pedir dulce o truco – dijo Judy.

- ten calma – le dije – tan pronto averigüemos que ocurre nos iremos de aquí está bien.

- está bien.

Acepto Judy, la idea de estar en el maizal le provocaba escalofríos por todo el cuerpo, y también a mí, después de todo, los muertos en noche de brujas debían ser solo decoraciones, y no personales reales.

- fue justo en el maizal donde lo encontraron – pregunto Judy

- sí, justo en medio maizal – respondí -  el pobre Larry fue abono para maíz y comida para los cuervos tras su desaparición

Larry Benson, un joven de 25 años que trabajaba a medio tiempo en el despacho del supermercado, era un soquete, pero aun siéndolo, no merecía terminar de esa forma en el granero, y creo que nadie lo merecía, a tres días tras su desaparición, los oficiales encontraron el cuerpo de Larry por pedazos en todo el maizal, la técnica del asesino fue según reportes, desmembramiento, y claro, el primero en la lista de acusados fue el viejo Owen, aunque a su edad solo podía propiciar tiros con su escopeta a las ratas que husmearan en el maizal, y al parecer así lo creyeron también los policiales, pues al no encontrar evidencia alguna en su contra, lo dejaron en libertad.

- crees que haya alguna parte de él aun en el campo – pregunto disgustada Judy.

- para nada – respondí – los forenses levantaron todo para llevarlo a laboratorio.

- eso espero – dijo Judy – lo último que quiero es ver un pie cercenado

- creo que habrían partes de él aún más grotescas.

Respondí como si mi comentario ayudara en algo, entonces la sangre se nos helo, un fuerte e inquietante grito provino del maizal.

- escuchaste eso – pregunto aterrada – parece que este año han decidido llevar dulce o truco a otro nivel

- no creo que se trate de una broma – dije a Judy.

Cuando de pronto otro grito más fuerte que el anterior nos paralizo por completo, y este fue precedido por uno más, pero para el tercero logramos identificar una palabra, "auxilio"

- eso vino del granero – dije a Judy.

- lo sé – respondió petrificada Judy – también pude deducirlo.

- debemos ayudarlo – ordene.

- estás loco – dijo Judy – te haces una idea de lo que puede ocurrir, asesinaron a alguien en ese lugar, lo último que quieres es entrar ahí.

- pues justo por eso que debemos socorrer a quien esté dentro – explique – no podemos dejar que ocurra de nuevo, tres personas son mejor que una con quien sea que ande por ahí.

SPOOKY STORIES  TO TELL ON  HALLOWEEN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora