Única Parte

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Bucky gime frustrado al ver como su camisa se manchaba con la leche que goteaba de sus pezones, era la tercera camisa que usaba en el día y eso que ni siquiera iba por la mitad. Su ceño se frunció ante la idea de volverse a cambiar, desde el momento en que su cuerpo comenzó a gestar sus pechos decidieron que era una maravillosa idea el comenzar a lactar aún si faltaban siete meses para el nacimiento de los gemelos.


Algo que le parecía muy gracioso a Bucky era que ante el primer celo compartido con su alfa, el rubio había logrado embarazarle a la primera y de paso hacerlo con gemelos.


El castaño medio molesto camina a la habitación mientras iba quitando su camina para dejarle sobre el cesto de la ropa sucia, sus pasos le dejaron frente al espejo y observa las gotas que salían de sus pezones. Y lo abultado que se encontraban sus pectorales, sisea cuando sus dedos tocan la sensibilidad de los rojizos pezones.


—Te ves tan caliente de esta forma, omega. —Bucky jadea sorprendido al sentir las manos de su alfa tocando su cuerpo, ya que no había sentido que entrará a la habitación, sin pensarlo y solo guiándose por el instinto arquea su cuerpo para darle mayor libertad a Thor de tocarle lo que gustará.


Muchos se sorprendieron al enterarse que ambos eran destinados, puesto que Thor era de otro planeta y los géneros secundarios no funcionaban de la misma forma que en la tierra. Pero eso no evito que el destino de ambos se entrelazará para unificarse después de un cortejo de seis meses. El cuello de Bucky poseía la marca del dios y su vientre estaba albergando a los herederos de Asgard.


—Me encanta la forma en que te ves cargando a mis hijos, me dan ganas de mantenerte embarazado cada vez que pueda. —Las manos de Thor tomaron los pechos de Bucky y comenzó a jugar con los pezones, haciendo más continuo las caídas de las gotas de leche.


Bucky jadea sin aire ante el pensamiento de verse pesado por los hijos de su alfa, su entrada comienza a lubricar con el pensamiento de verse lleno. Thor siente como el olor de su omega comienza a llenar cada espacio de la habitación, demostrándole lo entusiasta que se encontraba con la idea de llevar a otros de sus hijos, sus manos en ningún momento abandona los pechos de su omega, aún si comienza a llenarse cada vez de leche.


—¡Alf...alfa! —Un gemido agudo sale de Bucky al sentir el pellizco en sus pezones, sus ojos observaron la forma tan vulgar que se veía frente al espejo, se había centrado tanto en lo que se sentía que se había olvidado que todavía estaba en frente de ello.


Su cabello se encontraba algo desordenado, sus ojos se miraban brillosos como si se estuviera perdiendo en el placer y la excitación era tan notoria en ellos, sus mejillas y algunas partes de su cuello se encontraban rojas por el aumento de calor de su cuerpo. Su vista fue bajando hasta el lugar en donde su alfa estaba tocando, de alguna forma sus pechos habían crecido más a lo largo de la semana hasta el punto en que Thor podía ahuecarlas con sus manos, sus pezones se encontraban rojizos y húmedos por la leche que seguía goteando, y bajando por su pecho. Una erección estaba en sus pantalones, formando un claro bulto entre sus piernas. Y si observaba bien sus piernas podía ver la humedad de su lubricante ensuciar el short que andaba, y los muslos.


—Mira, tan solo estoy acariciando tus tetas y ya estás todo mojado. —Thor susurra sobre el oído de Bucky y mordisquea el lóbulo del oído. —Dime, bebé, ¿te gusta tanto que papá te acaricie tus senos? —Bucky asiente con su cabeza ante la pregunta, pero ante la ausencia de una respuesta concreta el rubio pelliza uno de los pezones. —Usa tus palabras, cariño.

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