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Jungkook hace varias horas sintió como era llamado por su omega, haciendo apresurarse más y llegar junto a él. Entro al apartamento que tenía junto a su pareja, no era tan grande pero era muy cómodo para ambos. Había corrido mucho haciéndolo llegar de forma agitada y con poca respiración.

—¿Hoseok?— Llamo Jungkook a su pareja, pero no hubo respuesta.

—Mi vida ¿Dónde estás?— de nuevo llamo, pero un alto sollozo resonó en la casa, al escucharlo sigio el olor que desprendía su pareja.

Aquellos sollozos los reconocía perfectamente, ese olor que tanto amaba, vainilla y un toque de miel venía del baño, pero al llegar e intentar abrir vio como este contenía seguro.

Los sollozos aún sonaban pero eran más bajos y decidió volver a hablar. —Hoseokie, abre la puerta. No quiero usar mi voz de mando sobre ti— Jungkook no quería, pero si debía hacerlo sería lo mejor.

El omega al oír aquella advertencia decidió acercarse poco a poco a la puerta segundos después. Un lindo chico de nariz perfecta, ojos marrones y labios con forma de corazón un poco rojos gracias a sus llantos, este, decidió abrir la puerta.

Para Jungkook fue sorpresa verlo así. —¿Por qué estás llorando?— Dijo en tono preocupado.

—Jungkookie, no q-quiero que me dejes— Hablo el omega luego de abrazar el cuello de su pareja.

—No tengo razones para hacerlo— Respondio con una sonrisa.

Vio como el omega ingresaba otra vez al baño, cuando venía pudo ver que traía algo en sus manos, Hoseok le entregó aquello y sintió como su mundo se paralizaba, fue duro de similar.

Ya que, si, era una prueba de embarazo, y si, salió positivo.

—Oh! Cariño no llores— Fue una gran sorpresa y no podía dejar de sonreír ni pudo impedir que sus ojos se llenaran de lágrimas.

—P-perdoname, y-yo sabía que no querías ser p-padre aún, porque somos muy jóvenes y quizá vayas a dejarme y mi marca d-desaparecerá, q-...—

Para Jungkook fue doloroso ver como su novio lloraba así que decidió abrazarlo, este ya ni podía hablar de lo nervioso que estaba, no le molestaba como los mocos y lagrimas de su pareja terminaban en su camisa del trabajo, su pareja aspiraba su olor para empezar a tranquilizarse.

—Amor, yo nunca rompería nuestro lazo, fue una gran sorpresa para mí, solo eso, sisi— Dijo con cariño mientras daba caricias en la cadera del contrario.

Los ojos del omega estaban rojizos —Deverdad ¿N-no me dejarás?— muy tierno.

—Ni a ti, ni a nuestro cachorro, somos una familia cariño— Solo pudo sonreír y dar suaves caricias en el plano abdomen de su lindo hobi.

Pregnant -Junghope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora