Varita, cuchillo y silencio

Capítulo 11

Capítulo 11 ||

Había algo que tenías que entender sobre algunas casas antiguas.

En la época actual, los sangre pura eran a menudo, en una palabra, perezosos, endogámicos y egoístas, creyendo que su ancestral ascendencia los hacía superiores a todos los que estaban por debajo de ellos. Especialmente los nuevos sangre y los que no nacieron con magia; esta actitud era tan prevalente como la de quienes no confiaban en los de otros países. Lo que solían ser tradiciones orgullosas se habían convertido en extraños dominios y burlas de lo que solían ser. Las casas antiguas habían declinado y habían optado por casarse con sus propios primos para preservar la "pureza" de sus linajes. Las fortunas de estas familias se gastaron en sobornos y en apropiarse de extravagantes mansiones.

Reconstruyeron el sistema para atender a sí mismos y excluir a todos los demás, a pesar de ser una minoría notable en esta época. Construyeron tumbas más espléndidas que las casas de los vivos y hablaron sobre el pasado más que sobre el presente y el futuro. Como los reyes muggles de antaño, orgullosos pero vacíos y sin sentido, casi olvidando lo que significaba vivir entre personas en primer lugar.

Eran, en una palabra, una broma. Al menos, ese fue el caso en la Gran Bretaña de hoy en día. A los otros países, especialmente a Estados Unidos, les gustaba bromear sobre lo atrasada que estaba Gran Bretaña en estos días, aunque debido a la aparición de Voldemort estos chistes perdieron su humor. Se habló de entrar y ayudar a restaurar el orden, pero nadie quería arriesgarse a otra guerra abierta.

La guerra abierta entre países mágicos fue tan destructiva como sus contrapartes muggles modernas, si no más.

Eso fue en la historia que la mayoría ha olvidado por las mismas personas que alardean de sus linajes por su longevidad.

Por supuesto, no siempre había sido así. Las familias antiguas, aquellas que podían rastrear sus raíces más allá de la edad medieval, algunas incluso anteriores a Hogwarts y la época de los Fundadores, cuando todos los reinos mágicos existían en el mundo, antes de que cayeran en ruinas, lo sabían.

Hubo un tiempo en que existían tales cosas, hace muchos, muchos años, hace tanto tiempo que había desaparecido de la mayor parte de la memoria viva.

En ese tiempo, las monarquías mágicas se ocuparon de la tierra, reinando sobre la tierra, mientras que los muggles y los magos vivían puerta a puerta en armonía. Se extendieron por todo el mundo, algunos en el mar, algunos incluso en lo alto del cielo. Esos fueron algunos de los más famosos, Atlantis en el mar y El Dorato del cielo, se rumorea que este último estaba hecho completamente de oro, mientras que el primero era el centro comercial del mundo. La magia fue el regalo que se le dio al hombre, que le dio precedencia sobre todas las demás criaturas del mundo.

Los países mágicos eran una belleza para la vista y llevaron al mundo a una edad de oro. Porque con la magia vino la cura a todos los males normales, se pudo construir en un día, producir la verdad, y en todo fue un regalo para aquellos que lo usaron para el bien. Era cierto que había varias personas que lo usaban para sus propios fines, pero las calles se patrullaban con cuidado y estas personas nunca obtuvieron el tipo de poder que siempre anhelaron. La luz hizo retroceder a las sombras, las artes oscuras no se conocían ni practicaban salvajemente, y pocas personas toleraban su presencia de otra manera.

No había una Estatua del Secreto en ese entonces, o de hecho existía alguna inclinación a tener tal separación. Los muggles pagaban lealtad a los reyes mágicos a cambio de que compartieran estos maravillosos mundos con ellos. Los inventos muggles se fusionaron con la magia para aumentar la velocidad del conocimiento de la época. Los muggles vivían codo con codo con sus homólogos mágicos, y se mantenía el buen humor entre ellos.