𝐒𝐄𝐋𝐅 𝐄𝐒𝐓𝐄𝐄𝐌

01. Mirror

Su mirada se pasea sobre la imagen que tiene al frente. Jamás se había detenido tanto tiempo frente a un espejo para observarse tan a detalle.

Inevitablemente no puede el evitar fijarse en la gran cicatriz que cubre gran parte de su rostro. La observa con detenimiento y atención. Esa también es la primera vez en que es tan consciente de ella.

¿Qué está pasando con él? ¿Por qué le preocuparían esas tonterías ahora cuando ni siquiera se inmutó hace años al ver esa horrible marca?

Suspira frustrado antes de alzar una mano y llevarla hasta la piel chamuscada de su rostro, toca la superficie para reconocer cada levantamiento anormal y la textura a la que supuestamente ya estaba acostumbrado.

— Asqueroso —La palabra sale apenas en un murmullo completamente audible para él.

Cierto es que la caída de su cabello ayudaba a camuflar esa parte de su rostro, ¿acaso lo había cubierto sin ser del todo consciente desde hace unos años?

No le agrada, no le gusta, está arruinado.

— ¿Pasa algo? —La voz al otro lado de la habitación lo obliga a salir de su ensimismamiento, aunque no voltea, es capaz de ver a Koko mediante el reflejo del espejo.

— No realmente —Responde en automático, aún con sus dedos sobre la piel oscurecida.

Por supuesto, Kokonoi lo había estado observando desde hace un par de minutos en silencio, intentando entender su extraño comportamiento.

Sería estúpido si no se diese cuenta de lo que está pensando el mayor.

— Tienes bonitas facciones —Se aventura un poco con su comentario, acercándose con paso sigiloso.

— Arruinadas —Aclara el de cabello rubio antes de bajar la mano y acomodar el cabello de tal forma que oculte esa parte.

— No están arruinadas en absoluto —Contradice, enarcando una de sus cejas al escuchar tal tontería.

— Creo que deberías ir a un oculista —Le sorprende que Koko niegue sus palabras. Simplemente parece una versión de Freddy Krueger con cabello rubio.

— Mi vista está perfecta —Responde ligeramente ofendido antes de cerrar los ojos por unos instantes y suspirar.

¿Desde cuando a Inupi le preocupaba lo estético?

Bueno, lo cierto es que siempre ha tenido un buen gusto para vestir, pero eso es completamente opuesto a las repentinas quejas que tiene sobre su rostro.

¡Han pasado años desde esa tragedia!

— Permíteme tener serias dudas sobre eso —Para entonces la voz de Inui comienza a sonar ligeramente irritada.

No estaba dentro de sus pretensiones entrar en una discusión con Koko sobre su rostro y, el tema sinceramente comienza a tocarle los nervios.

— Ah.. no puede ser —El pelinegro lleva la punta de su dedo pulgar e índice sobre el puente de su nariz para realizar un poco de presión- Pareces una colegiala preocupada por su aspecto.

Kokonoi supo que la cagó al ver la expresión contrariada y adolorida del mayor al voltearse, dejando atrás el espejo.

— Tienes razón —Responde con un tono mucho más endurecido— Lamento preocuparme por cómo se ve mi cara -Que para bien, o más para mal, lo acompañará el resto de su vida.

— Lo siento, Inupi -Se apresura en disculparse, dando un par de pasos hacia el mencionado— .. No era mi intención decir..

— ¿Entonces cuál era tu intención? —Su mirada se mantenía clavada sobre el rostro del pelinegro, esperando una respuesta.