𝐒𝐄𝐋𝐅 𝐄𝐒𝐓𝐄𝐄𝐌

02. Memories

Para Seishu ese era el instante perfecto para soltar todo aquello que había mantenido oculto en lo profundo de su corazón durante tantísimos años, una verdad que simplemente se había guardado en silencio a consideración suya, aún cuando su corazón se encoge cada vez que piensa en el rostro sorprendido de Koko cuando notó que lo había salvado a él y no a su hermana.

¿Había siquiera pensado en él aunque sea durante una décima de segundo cuando entró a la casa en llamas para rescatarla a ella?

No.

Lo sabe, lo entiende y no lo culpa, él también hubiese preferido que su adorada hermana saliese del fuego con bien, cambiar posiciones y simplemente perecer mientras las llamas consumen su carne hasta no dejar más que cenizas. O al menos haber soportado el dolor de las quemaduras como hizo su hermana a lo largo de todo su cuerpo y luego fallecer. Si eso hubiese ocurrido el presente de todos habría sido diametralmente distinto.

Pero la vida siempre ha sido una perra con él y sus deseos.

Intenta acompasar sus respiraciones pues en un instante de la discusión se había agitado al punto de sentir el compás acelerado de su propio pulso contra su piel.

— Joder, sí, claro que me sorprende —El pelinegro se acomoda unos mechones de cabello tras la oreja, sin apartar la mirada del lugar en donde acababa de golpear al mayor, claramente arrepentido por su reacción.

— Oh vamos, Koko —Rueda sus llamativos ojos celestes, intentando hacerse una idea mental de todas las excusas que su mejor amigo podría darle con tal de no hacerle sentir mal— No necesito que te esfuerces tanto, de verdad.

— Maldición Seishu, ¿vas a escucharme o simplemente vas asumir lo que se te cante el culo? —Sí, es cierto que había reaccionado mal al ser encarado y cuestionado de esa forma, pero el rubio no le había dado tiempo tampoco de responder de forma adecuada.

Inui se congela en su posición al escuchar su nombre, no su apellido, no su apodo, su nombre. Las ocasiones en que Koko le había llamado por su nombre de pila eran contadas con los dedos de su mano. En parte supone que se debía a que Koko al no llamarle como tal intentaba proyectar la imagen de su hermana sobre él.

Está seguro.

Después de que el de ojos negros lo besara en la biblioteca, creyendo que estaba plácidamente dormido, le escuchó claramente llamar el nombre de su hermana.

Y le frustra, le enoja y carcome que Kokonoi no sea capaz de darse cuenta de todo eso. Que no sea capaz de simplemente aceptarlo y decírselo.

— Bien, dime lo que tienes que decir entonces —No cree que cambie mucho lo que piense de todos modos, pero si es tan importante para el menor entonces lo escuchará.

— Es cierto que aquella vez entré al fuego para salvar a Akane —Confirma algo que ambos saben, la pérdida de la mayor fue un golpe brutal para su corazón, pero no solo para él, también para su hermano menor— Pero jamás he pensado que fue un error sacarte de ahí —Afirma sin duda alguna, buscando la mirada contraria con la propia— O que debió ser Akane.. —En realidad, debieron ser los dos quienes salieran y sobrevivieran del fuego abrasador— Solo me culpo a mi mismo por no lograr salvarlos a ambos.

Inui escucha en silencio todo lo que Kokonoi acaba de decir y, sinceramente, no sabe si creer en todo eso. Quizás se lo hubiese tragado si al ser besado no hubiese sido llamado 'Akane', pero ahora mismo no hay forma en el mundo de que lo haga... O quizás sí.

Porque una parte de él quiere creerle todo lo que dice desesperadamente.

— Escucha, jamás, en toda mi maldita vida, he pensado que.. —Siente como se le cierra la garganta de repente al imaginarse ese tipo de futuro. Sin Seishu— Lo que quiero decir es... No me arrepiento de salvarte, mierda, no podría —Es una de las pocas cosas que ha hecho bien en su vida aparte de generar dinero. Y lo peor es que falló dos veces, tanto en salvarla como en conseguir el dinero para que ella viviese.