ALICIA
Era la última noche del campamento y yo todavía no era consciente de ello. Me estaba terminando de repasar el pelo planchado por octava vez. Siempre me planchaba el pelo una y otra vez, para mi nunca estaba suficientemente liso. Mientras yo seguía con mi pelo entró por la puerta Lía, no la soportaba, pero como a todo el mundo le caía bien, no podía mostrar ese sentimiento con nadie. Todas las chicas se abalanzaron a Lía para decirle lo guapa que estaba, lo bien conjuntada que iba, lo mucho que le gustaba su maquillaje... Uf, como odiaba la manera que tenían de hacerle la pelota. Yo obviamente seguí a lo mio y después de dejarme el pelo perfecto, me coloqué mis reeboks totalmente limpias, algo por lo que todo el mundo me reconocía, y me fui hacia la puerta de la cabaña. Justo cuando ya había tocado el pomo, alguien entró en la habitación.
-¡Vamos chicas, están todos en la hoguera esperándoos! - dijo Clara con media sonrisa.
Yo fui la primera en salir, sinceramente nunca me gustó seguir a un grupo o intentar encajar en algún sitio sí o sí. Siempre fui más a mi bola, a veces me sentía un poco sola pero prefería eso a estar con barbie y sus secuaces.
Estaba llegando a la hoguera y no encontraba a Gonzalo. Gonzalo es mi mejor amigo y mi compañero de aventuras. Las chicas dicen que le gusto pero yo no sé si creerlas. Solo nos llevamos bien, para mi es como un hermano.
- Hola, Ali – me dijo Gonzalo dando palmaditas en un hueco libre que había al lado suya- ¿Donde están las demás? No... espera... Ya lo sé: gritando lo guapo que está Ra hoy- dijo soltando una carcajada a la vez que la última palabra.
Ra es el chico más guapo del campamento según las chicas. Siempre intentan impresionarlo vistiéndose con vestidos preciosos y unos tacones tan altos que no pueden ni andar. A él parece que le da igual eso, no las mira nunca, solo cuando Lía se le pega tanto que no tiene otra elección. Sinceramente no sé si con quince años lo normal es ser como ellas, pero para nada quisiera ser así. Me gusta ser como soy aunque a veces me da envidia lo bien que visten y lo guapas que se ven.
- Qué tonto eres. Dame mi goma del pelo ya por... - le dije pero no me dejó terminar la frase.
- Dirás mi goma del pelo, y no, no te la voy a dar que me pega con la camiseta.- terminó de decir justo antes de que empezaran a hablar los monitores.-
Ponen la canción del campamento: Avicii - Wake Me Up. Todos la cantamos mientras nos agarramos las manos. Sabemos que es nuestro último año en el campamento. A partir de los quince años ya no podemos venir aquí. Todas las ansias en junio para que llegue agosto y poder entrar por esas puertas gigantes ya no se volverán a repetir.
-Venga Ali, ¡Vamos! - me dijo Gonzalo- ¿En qué piensas?
No sé en que momento dejé de escuchar a mi monitora y solo miraba a Ra. Realmente es muy guapo, tiene una mirada muy intensa, parece que está enfadado todo el rato, pero yo sé que solo es una fachada suya, en el fondo es una persona muy tierna.
- Sí, sí... Vamos – Le respondí mientras le cogía de la mano para salir del circulo de la hoguera.
Nos obligaban a acostarnos a las 12:00 AM, pero como era la última noche, todos quedaron en escaparse y encontrarse en el bosque que había justo detrás de las cabañas. A mi no me apetecía mucho la idea, estaba cansada y tampoco iba a estar a gusto. Habían robado alcohol y es lo que iban a hacer durante toda la noche: beber hasta no poder más. Nunca me ha gustado beber alcohol, es más, Gonzalo me ha dado a probar muchas veces y siempre lo he rechazado.
Llegué a la cabaña, me tumbé en la cama e inmediatamente me quedé dormida con mi libro favorito "Buenos días, princesa". Un libro divertido y sobretodo romántico, a mi me encantaba... Pasaron las horas y me desperté a las 3:00 AM cuando se estaban yendo. Pasó por mi cabeza ir con ellas pero el sueño y mi poca relación con las personas que iban me hicieron volver a mi primera opción, así que me volví a quedar dormida antes de de que hubiera silencio absoluto en la cabaña...
-Chis, chis... Ali... despierta.- dijo. Yo estaba demasiado dormida para saber quien era. - Venga levántate.
Me di la vuelta e intenté seguir durmiendo hasta que me di cuenta de que no era un sueño, que realmente estaba alguien allí.
-¿Qué haces aquí?- dije mientras me incorporaba sobresaltada.
- He venido a decirte algo... - dijo Ra mientras bajaba la mirada.
Me daba la sensación de que estaba nervioso. Me parecía raro que una persona como él estuviera nervioso cerca de una persona como yo. No olía alcohol y no tenía pinta de haber bebido. No entendía nada de lo que estaba pasando y él se había quedado callado, así que solté alguna palabra para romper el hielo.
- ¿Qué quieres decirme, Ra? - dije un poco nerviosa- Lia y sus secua... y sus amigas están ya en el bosque...
- No, si yo no vengo en busca de Lía y sus asquerosas lameculos. - Dijo serio y yo no pude evitar soltar una sonrisa. - ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos? Ibas con una coleta alta y unas reebok igualitas a las que llevabas hoy- Llevo llevando zapatillas reeboks desde que tengo uso de razón... y la coleta... me encantan las coletas altas.
- A ver... fue hace cinco años pero puedo recordarlo..., aunque no entiendo a que viene todo esto. - Dije incómoda.
- Desde ese día me encantaste, tan pequeña pero con esa mirada tan firme y decidida que tenías. - me dijo y me miró con esos ojos verdes a los que siempre había mirado pero no desde esta distancia. Nunca te has acercado a mi, y no lo entiendo. No lo digo porque sea guapísimo, que en realidad lo soy. Lo digo porque todas las niñas se me acercan, me hablan, me piden que hagamos cosas juntos... y tú... no ¿Por qué?
Yo no sabía ni que decir. Ra, el niño más guapo de todo el campamento se estaba... ¿declarando?
-Pues... - contesté con duda. Estaba totalmente impactada con la pregunta que me había hecho-. Me caes bien pero tampoco es que...
Cuando menos lo esperaba Ra me había plantado un beso en los labios, era el primer beso que me daban y no sé decir si me gustó o no, pero sí sé que lo sentí con toda mi alma.
- Sé que no nos volveremos a ver, así que, tenía que hacer esto. - dijo Ra mientras se levantaba de la cama y se dirigía hasta la puerta -. Adiós, Ali.
Fui corriendo hacia la ventana a ver si lo veía pero estaba demasiado oscuro y no pude ver nada. Me quedé confusa y con una sensación rara en el estómago... A la mañana siguiente, al despertarme, a él ya lo habían recogido sus padres. Mis padres llegaron una hora después, metimos mis maletas en el coche y nos pusimos rumbo a mi ciudad.
El camino hacia mi ciudad me lo pasé pensando en él y solo me repetía una pregunta... ¿Por qué no me lo pudo confesar antes?

ESTÁS LEYENDO
Ayer era verano
Подростковая литератураAli y sus rebooks siempre limpias y totalmente blancas. Ra y sus camisetas anchas de color negro. Nada más sencillo, nada más ansiado, nada más esperado. Quizá todo va bien hasta que te das cuenta que ayer era verano.