Ali
Estaba intentado levantarme de la cama cuando, como no, Elhoy se lanzaba a la cama sin dejar que me ponga en pie. Elhoy es mi perro, es un beagle de tres años, lo recogimos cuando la perrita de mi vecina tuvo crías, convencer a mi madre no fue una tarea simple pero mi hermana y yo fuimos capaces de lograrlo. Me dispongo a salir de la cama mientras Elhoy sale de mi cuarto en busca del olor a tostadas que sale de la cocina.
Tengo que recoger mi cuarto muy rápido porque entro a trabajar dentro de media hora y no creo que me de tiempo contando que tengo que peinarme, vestirme y sacarle brillo a mis reeboks. Estiro la cama y cojo la ropa. Para hoy he elegido unos vaqueros claros largos y una camiseta blanca que la puedo anudar a la altura de mi ombligo. Muy básica pero así muestro lo que soy. Cojo mis airpods, mi bolso negro y sin desayunar pongo rumbo al trabajo. No tengo ganas de trabajar pero es lo que me
queda si quiero seguir pagándome el carnet de coche, tampoco es que el trabajo me entusiasme, soy camarera en un bar por las mañanas...Mi única oportunidad de salir de este infierno de trabajo, con esa compañera irritable y ese jefe pesado, es el curriculum que he echado en mi campamento de cuando era niña. Solo es para los meses de julio y agosto pero... prefiero salir de este pozo sin fondo.Me parece increíble como han pasado cuatro años desde la última vez que fui a mi campamento. Aún recuerdo el último día, la hoguera con Gonzalo, la charla de Clara, el beso con Ra...
-Buenos días- dije sorprendida cuando casi me choco con Steven de frente- ¿Qué haces aquí tan temprano?-
Steven es el único amigo que saco de este horrible trabajo, hemos desayunado juntos muchos días antes de entrar, hemos criticado lo mal que nos tratan aquí y por supuesto hemos disfrutado de muchas noches viendo maratones Disney en su casa. Steven es muy guapo, es muy bueno pero... tiene novia. Me encanta escucharlo hablar de ella, es
tierno y se acuerda de ella en cualquier parte que vamos. Ella es preciosa y una gran persona. A veces la envidio por tener un novio así, a veces, me gustaría que Steven fuera mi novio en vez de suyo... Igualmente, creo que nunca podríamos estar juntos porque aunque sea tan guapo y simpático, es demasiado perfecto para mí. Me gustaría vivir mi vida con alguien un poco más... ¿alocado?-Buenos dias, chiqui. He venido más temprano porque he tenido que llevar a mi novia a su trabajo y ya solo quedaba media hora para entrar, así que he venido... ¿Un café?- me invita sonriente
-No, gracias. Voy a poner todo en orden y ahora me lo tomaré. Ayer no recogimos bien y esta todo hecho un asco.
Pasaron unas cuantas horas en las que no ocurrió nada interesante. La gente maleducada, como siempre, el jefe llegó a las tantas relatando,
como siempre y mis compañeras se fueron una hora antes, como siempre. En definitiva, todo como siempre. Todo exactamente igual que
ayer, que antes de ayer, que hace una semana.
Necesitaba un cambio en mi vida ya. Quiero vivir algo diferente, quiero cambiar de rutina y mi
única salvación era una carta que debería recibir hoy si todo iba bien.-Bueno... yo me voy ya, Steven.-Dije mientras recogía mi bolso.
-Espera, si quieres podemos ir a tomar un helado y así celebrar que esta semana terminó la jornada.- Dijo Steven cogiéndome una mano y alzándola hacia arriba.
-No sé, Steven. Hoy no me he levantado muy animada y creo que va a ser mejor que....-Murmullé pero no me dejó terminar.
-Pues por eso mismo, vamos y así te despejas... Si a ti encanta ir a la heladería.-Alzó un poco más la voz mientras sonreía.
-Bueno venga...-Dije levantando la cara para mirarlo a los ojos, ya que medía mucho más que yo.
Nos montamos en su coche y fuimos hacia la heladería. Me pedí mi granizada de limón, acto por el que Steven siempre se ríe y dice: "¿Cómo
vienes a una heladería y te pides una granizada en vez de un helado, es que no lo entiendo". Muchas veces intento explicarme para que lo entienda pero es que últimamente es imposible que lo comprenda.-¿Qué tal la semana?-Dijo mientras se llevaba la cuchara color rosa del helado a la boca-
-Nada del otro mundo. Ir a trabajar, volver, leer o ver la tele y dormir. Así sucesivamente... Parece que vivo en una película de esas que se repite el mismo día una y otra vez..
-Pues como todos realmente.-Dijo Steven mientras se reía- ¿Sabes algo más sobre el campamento?-Pregunta curioso.
-Ojalá pero no. Si hoy no me llega ninguna carta volarán mis esperanzas de que me acepten como monitora.- Ser monitora del campamento que
me encantaba de pequeña sería la motivación más grande para este año.-Seguro que te cogen, Ali. Tienes que ser positiva...-Soltó mientras se levantaba- Bueno, yo me tengo que ir que he quedado con unos amigos para jugar al fútbol, pero si quieres podemos vernos mañana.- Dijo mientras se levantaba y me ofrecía la mano para levantarme con él.
-Mmm, no sé. Ya te digo mañana como tengo el día, ¿vale?- dije mientras me ponía a su lado.
-No te creo...-sonrió Steven.- Pero.... no me queda otra que creerte así que me voy ya, chiqui.
-Adiós, anda y pásalo bien.- dije mientras le acercaba la mejilla para que me diera un beso. Es una mania que tengo acercar la cara para que me
den un beso en vez de darlo yo.Steven se acercó a darme un beso pero para mi asombro se acercó demasiado a mi boca, podría decir que el beso me lo dio en la comisura. Lo miré extrañada y él simplemente sonrió y se fue. Solo quiero recordar que somos amigos y que obviamente, él tiene novia, Abril, majisima
además. No le quise dar más importancia y me fui a mi casa.El camino de vuelta a mi casa se me hizo muy corto, estaba escuchando a Funzo y Baby Loud en bucle... Creo que una de las sensaciones más bonitas del mundo es ir escuchando música mientras voy paseando por la calle... Esa sensación de calma y tranquilidad me duró solo un segundo más en cuanto pasé por la puerta de casa.
- ¡Valeria, no vas a ver a Elias y punto! ¡No me lo preguntes más!- Gritó mi madre a mi hermana desde la planta de abajo.
Vuelta a la realidad.
¡Voy a hacer lo que quiera, no eres nadie para decidir quien me gusta y quién no!-Dijo mi hermana y a continuación cerró de un portazo la puerta.
Mi hermana cumple 16 este año y realmente está insoportable. Mis padres también son demasiado estrictos y la tienen un poco como Rapunzel en su castillo. No sé quién es Elias pero después de lo mal que lo paso mi hermana hace un mes por Oscar, entiendo a mi madre...
Me duché en cuanto entre a mi casa antes de que alguno se me adelantara y tardé literalmente una hora hasta que llegué a mi cuarto. Me estaba secando el pelo con los cascos puestos mientras escuchaba música, ojalá existiese un secador silencioso para poder escuchar música mientras me lo seco. Cuando al fin termino bajo a hacerme la cena. En la nevera sobró pasta que hizo mi padre, así la calenté en el microondas y en menos de 15 minutos ya estaba metida en la cama.
El día se había pasado muy rápido y ya eran las diez de la noche. Puse netflix para engancharme a alguna serie, algo que me estaba costando mucho desde hace meses ya que no había ninguna que me interesase. Pongo algo aleatorio y lo dejo puesto mientras doy libertad a mi mente. No podía parar de pensar que no me había llegado ninguna carta, que
dentro de dos días empezaría la semana y yo volvería a mi rutina de ese trabajo tan odiado... Mientras mis pensamientos volaban mi teléfono empezó a sonar sin parar.Grupo: Monitores del campamento (+50 mensajes)
Número desconocido: ¡Hola! Encantado de conoceros, me hacia muchísima ilusión volver al campamento al que fui de pequeño... ¡Ay! Perdón, no me he presentado, jajajaja. Soy Ra.¿Qué?
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Ayer era verano
Teen FictionAli y sus rebooks siempre limpias y totalmente blancas. Ra y sus camisetas anchas de color negro. Nada más sencillo, nada más ansiado, nada más esperado. Quizá todo va bien hasta que te das cuenta que ayer era verano.