MiTzuland

Primer amor

Mina conoció a Tzuyu en Corea. Las dos siempre quisieron conocer otro país y la oportunidad de estudiar en el extranjero como estudiantes de intercambio fue la mejor decisión que pudieron tomar en sus vidas.

Sus primeros encuentros fueron solo miradas robadas desde lejos, como ninguna era buena con el coreano y se habían percatado que eran de diferente país, habían  preferido mantenerse alejadas hasta que pudieran conversar correctamente, pero el destino (y ellas mismas) no podían esperar por hablarse, por lo que en una ocasión, intentaron conversar pero todo fue un fracaso, Tzuyu tropezaba con sus palabras mientras que Mina mezclaba el japonés con el coreano.

Esa pequeña primera conversación siempre les causaba risa, porque aun teniendo una gran barrera, que era el del idioma, la conexión que sentían la una por la otra era algo muy fuerte y solo era cuestión de meses para que ellas se dieran cuenta.

La universidad fue uno de los mejores etapas para Mina gracias a Tzuyu. Cuando comenzaron a salir lo primero que pensaron fue, qué querían visitar los lugares turísticos del país, por ello empezaron hacer planes para visitarlos, pero como no tenían el tiempo y el dinero suficiente para viajar a todo los lugares, optaron por solo ir  a la isla de Jeju, donde tuvieron días de tranquilidad, disfrutando del hermoso clima y observando sus alrededores con maravilla.

Hubieron muchas citas que quedaron grabados en la mente de Mina como en la memoria de su celular, siendo culpable de lo último Tzuyu, ya que siempre le gustaba agarrarlo para tomarse una foto durante y después de la cita, explicando que las fotos son una buena forma de recordar los buenos momentos que tuvieron juntas.

Así como hubieron momentos agradables, también hubieron momentos llenos de angustia. Uno que más recordaba Mina era cuando se encontraba llorando en su habitación con desesperación, porqué un profesor era malo con ella solo por ser proveniente de Japón y aunque ella mostraba que no le afectaba en lo absoluto, lo cierto era que esos comentarios la estaban carcomiendo por dentro, gracias a ello sentía que ya no podía seguir y simplemente quería huir, volver a Japón con sus padres, quienes los extrañaba mucho.

Sintiendo como sus lágrimas recorrían su rostro sin cesar, recuerda a ver visto como Tzuyu estaba a su lado apoyándola con pequeñas palmadas en su espalda mientras se mordía el labio, Mina era consiente de que su novia también quería llorar, después de todo estar en otro país nunca fue fácil para las dos.

Con una sonrisa débil, Tzuyu la abrazo mientras le decía en voz baja: "No dejes que entre en tu cabeza, estoy aquí para ti" logrando con ello calmarla, después de todo su novia era la única persona que podía reconfortarla de una manera que la haría sentir que estos problemas no son nada... con ella sentía que podía hacer todo lo que deseara.

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Tarde o temprano tanto Tzuyu como Mina sabían lo que iba pasar después de graduarse de la universidad, siempre lo supieron pero prefirieron olvidarse de aquel detalle para disfrutar aun mejor su tiempo juntas, pero el tiempo se acortaba haciendo que conversaran lo que iban hacer con su nueva etapa en la vida. Por su parte, Tzuyu dijo que le gusto mucho Corea, pero también quería ver a sus padres porque los extrañaba mucho, Mina dijo lo mismo haciendo que las dos se vieran con una pequeña sonrisa, sabían que era egoísta pedirle a la otra que se fuera con ella a su país para seguir juntas, por eso prefirieron terminar, esperando que algún día se volvieran a encontrar con la esperanza de esta vez lograr el equilibrio que actualmente no podían manejar en sus vidas.

La primera en irse fue Mina, su tiempo en Corea había terminado, por ello tuvo que despedirse de sus amigas, quienes se encontraban llorando mientras la abrazaban y le daban obsequios como recuerdo de esta aventura.