Fantasma

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Dicen que los perros, los gatos y los niños pueden ver más haya de lo que nuestros ojos pueden ver. Si es verdad o es mentira dependerá de cada uno de nosotros.


Para Mina... Esto puede que sea una verdad.


[...]

Mina 6 años

"Señor pingüino permítame darle una taza de té" Dijo Mina mientras jugaba con su peluche en el patio.

La niña se había mudado recientemente a esta hermosa casa. Cuando sus padres le contaron que tenían que mudarse a Corea, Mina lloro mucho, no quería alejarse de sus amigos, no quería abandonar su casa, no quería aprender otro idioma, pero como todo niño esas preocupaciones se fueron cuando sus padres le contaron que la casa era muy grande, con piscina incluída y que ahí podía tener todo los peluches de pingüinos que quisiera. Fue así, como Mina aprendió un nuevo idioma, una nueva cultura y empezó una nueva vida. Gracias a que Mina era muy responsable y estudiosa, adaptarse fue algo fácil para ella.


Cuando Mina se canso de jugar, con pasos apresurados fue directo a su cuarto, cuando abrió la puerta se sorprendió de encontrar a una chica alta en medio del lugar, la chica desconocida tenía el cabello muy largo, parecía llegarle hasta su cintura, sus ojos tenían un color gris claro, su rostro era hermoso, llevaba un pantalón de mezclilla rasgado y una sudadera roja.


Mina sentía que estaba viendo una estrella de Hollywood, la chica era realmente hermosa. Con mucho cuidado, Mina observo como la chica había estado viendo toda su habitación de arriba abajo, hasta que llego a la puerta donde sus ojos se encontraron con las de ella. Mina sintió un escalofrió cuando los ojos de la chica se posaron en ella.


Sin despegar la mirada en Mina. La chica empezó hablar. "Esta es la única habitación llena de cosas infantiles, así que deduzco que eres dueña de este cuarto. Realmente eres una adicta a los pingüinos, creo que conté 200 pingüinos en toda esta habitación y eso sin contar tu ropa" Dijo la chica mientras fruncía el cejo y dejaba ver su desagrado.


"¡Como te atreves a decir eso!" Contesto Mina con enojo. "No tiene nada de malo amar a los pingüinos. ¿Además quién eres tú? Mi mamá no me dijo que tendríamos invitados" Enojada. Mina se acercó a su cama para dejar su peluche y cruzar sus brazos esperando una respuesta de la joven. Cosa que no pasaba ya que la chica parecía congelada y sorprendida.


"Mmm, ¿unnie pasa algo? Parece que viste un fantasma"


La chica no se inmutó en decir ni una palabra. En cambio, solo observaba a Mina. Haciendo sentir a la niña un poco de miedo.


"Si no vas a decir nada, entonces le diré a mi mamá que venga por ti" Antes de que Mina pudiera acercarse a la puerta se escucho un grito muy fuerte detrás de ella.


"¡¡NO TE VAYAS!! " Grito la chica asustando a Mina. Al ver eso, la chica tosio levemente para seguir hablando. "Digo ejem, disculpa por no hablar antes... Es que me sorprendí"


"¿De que unnie?"


"De que puedes verme"


"¿Por qué no podría verte?"


"Yo.... Te sonara algo loco jaja, pero soy un fantasma" Dijo la chica esperando no asustar a Mina con la confesión.


"No es momento de bromear unnie, ni siquiera te conozco, le diré a mi mamá que estas molestándome"


Al abrir la puerta, Mina empezó a correr por toda la casa buscando a su mamá, mientras la joven iba corriendo detrás de ella diciendo. "¡¡Espera!! ¡¡No bromeo!! ¡Por favor espera! ¡No corras! Estoy diciendo la verdad"


MiTzulandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora