En la habitación sólo se podían escuchar los chasquidos que aquel beso producía, también se podía escuchar uno que otro suave gemido por parte del chino y algunos gruñidos producidos por el coreano.
El ambiente se encontraba tan caliente que Na sentía que no podría aguantar, por lo que sin decir nada más miró a su novio, este teniendo los labios hinchados y rojizos. Jaemin sólo pudo gruñir nuevamente, ahora cambiando de posición, dejando el pequeño cuerpo de su novio recostado en la cama y quedando así él sobre su pareja, tomando las piernas de este y enrollándolas en su propia cintura.
"Incluso estando excitado eres adorable, Junnie."
Murmuró Jaemin con la voz ronca, sonriendo ladino antes de comenzar a mover sus caderas de manera que su entrepierna rozara con los glúteos de su novio, gruñendo al sentir como su bulto ya bastante notorio pedía ser atendido con urgencia. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó cuando la adorable manito del mayor se había posado sobre su entrepierna, acariciando el bulto con total delicadeza antes de fijar su mirada en Na.
"Sólo hagamos esto... Por favor."
Suplicó el pequeño Renjun, sin quitar su mirada de Jaemin.
Aquello sólo fue el incentivo para que Na prosiguiera con lo que tanto quería.
Sus manos viajaron hasta el borde del hoodie de su novio, comenzando a alzarlo lentamente hasta que la prenda estuvo fuera finalmente. Se soprendió al notar que bajo este no había nada, por lo que se topó con la blanquecina piel del apenas marcado abdomen de su chico.
"Tan lindo..."
Susurró Jaemin con una sonrisa, admirando por unos cuantos segundos el adorable cuerpo de su novio, notando como Renjun cubría su rostro con ambas manos, sabía que su pequeño era algo inseguro con su físico. Pero él estaba dispuesto a hacerle saber lo hermoso que era a sus ojos.
"Me encantas, Renjun. Como no tienes idea."
Musitó antes de acercar sus belfos hasta los rosados botoncitos del muchacho, pasando su lengua por el derecho y con una de sus manos estimulando el izquierdo.
Renjun sólo podía liberar pequeños quejidos y suaves gemidos, posando ambas manitos sobre los hombros de su pareja, dedicándose a disfrutar cada una de sus acciones.
"Tú tienes mucha ropa aún, Nana."
Murmuró con dificultad el mayor, mirando a Jaemin con una leve sonrisa.
Na no dijo nada y con total rápidez comenzó a desvestirse hasta quedar sólo con su ropa interior, riendo divertido al notar la mirada del mayor puesta sobre su cuerpo.
Sabía que su físico era bonito, y el que su novio le observara de aquella manera donde sólo pareciera que tenía ojos para él, le hacía sentir muy bien.
"¿Te gusta lo que ves?"
Cuestionó y volvió a acercarse al mayor, depositando un corto beso en sus labios mientras sus manos se encargaban de recorrer la definida figura del bajito, bajando hasta sus glúteos y proporcionando una suave nalgada a estos, sonriendo al escuchar el adorable gemido del mayor.
Sin decir nada más comenzó a bajar los pantalones del chico, dejándole así en las mismas condiciones que él.
"Nana... ¿Va a doler?"
La pregunta de su pareja le hizo sonreír enternecido, por lo que tomó suavemente ambas manos de este, besando sus nudillos antes de negar suavemente.
"Seré cuidadoso... Y si necesitas que me detenga, sólo pídemelo."
Renjun asintió suspirando y por voluntad propia quitó sus bóxer, quedando completamente desnudo frente a su novio quien estaba embobado con la perfecta figura del mayor, este último totalmente sonrojado y avergonzado.
"Soy tan afortunado de tenerte a mi lado."
Fue lo que el menor susurró antes de atacar los rojizos labios de su novio en un beso desesperado, pasando sus manos por las nalgas de su amado sin pudor alguno, permitiéndose amasar estas y también propinarle unas cuantas nalgadas. El mayor comenzó a tantear por el abdomen del menor hasta llegar al elástico de su bóxer, bajando este ya perdiendo la vergüenza por completo y alejándose de aquel beso sólo para admirar por completo el cuerpo del coreano.
"Oh... ¿Eres siquiera real, Na Jaemin?"
Cuestionó Renjun con los ojos entrecerrados y las mejillas algo rojizas, Jaemin tomó la cintura de su novio antes de voltearle hasta que el torso del adverso quedara contra el colchón.
"Necesito... Prepararte, y si te duele o algo por favor dímelo."
Murmuró Na con la voz ya bastante ronca, separando las nalgas de su novio y admirando aquella entrada rosadita, mordiendo su labio inferior y con su dedo pulgar tanteando el orificio, sólo para juguetear un poco con éste.
"Mmh, tan tierno."
Murmuró al notar que Huang se removía en busca de mayor contacto manteniendo sus ojitos cerrados.
No dudo más y comenzó a adentrar su dedo índice lentamente en la entrada de su novio, su falange siendo preso por las paredes de aquella cavidad, liberando un gemido ronco por la placentera sensación.
No se contuvo y decidió mejor ingresar ahora su dedo medio, teniendo así dos dígitos dentro del mayor, comenzando a mover estos lentamente y haciendo tijeras en su interior con extrema delicadeza, escuchando los gemidos y lloriqueos del mayor pidiendo más.
Y como buen novio que era, decidió adentrar un tercer y último dedo dejando de lado la delicadeza para comenzar a mover los tres falanges sin cuidado alguno en el ya no tan apretado interior del mayor.
"Joder Renjun, ya quiero entrar."
Murmuró entre dientes el menor.
"Entonces sólo hazlo, maldita sea."
Fue ahora el turno del mayor, quien habló con la voz más aguda de lo normal, meneando sus caderas buscando mayor contacto con el menor.
Jaemin asintió y sin previo aviso alineó su falo en aquel orificio, rozando su glande con aquella zona para lubricarle con las gotas del presemen.
"Te amo Renjun."
Fueron sus palabras antes de finalmente adentrarse entre aquellas paredes que recibieron tan deliciosamente al menor, quien liberó un gruñido por la placentera sensación del interior de su novio apretándole de una manera tan exquisita.
En cuanto escuchó como Renjun le otorgaba el permiso para moverse no pudo evitar sonreír lascivamente, afirmando las caderas de su novio con fuerza y comenzando con un vaivén lento que conforme pasaban los segundos se volvía más rápido.
El sonido de sus pieles chocando, los gemidos de ambos muchachos y el rechinar de la cama era lo único que se podía escuchar en la habitación.
Ese día Huang Renjun y Na Jaemin estaban uniéndose en cuerpo y alma, ambos entregándose mutuamente al otro.
Ellos no estaban teniendo sexo, no.
Ellos estaban haciendo el amor.
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HOLAAAA, adivinen quien actualizó al fin.
Espero este capítulo sea de su agrado, y a quienes sigan por ahí, muchas gracias por apoyarme. <3
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*ೃ 𝕤𝕡𝕖𝕝𝕝 / 𝕣𝕖𝕟𝕞𝕚𝕟 (ꈍᴗꈍ)ε
Фанфикhuang renjun es un niño lindo y jaemin quedó flechado en el concurso de deletreo.