*ೃ 𝕤𝕡𝕖𝕝𝕝 / 𝕣𝕖𝕟𝕞𝕚𝕟 (ꈍᴗꈍ)ε

12

Renjun se encontraba nervioso, en una semana él y Jaemin cumplirían un mes. Y no sabía que regalarle. 

Por eso había decidido pedirle ayuda al mejor amigo de su novio, y novio de su mejor amigo. Lee Jeno.

Jeno llenito

¿Ya estás en el centro comercial?

13:20

Sí, te estoy esperando hace mUcho >:c

Ya vente para acá maldito 7-7

13:22

Luego de esa breve conversación, Renjun espero impaciente al dichoso chico ojos de alcancía. Mientras tomaba un batido de fresa.

A lo lejos vio una figura muy conocida, con alguien más.

Su novio con ¿un extraño?

Okay eso no se lo esperaba, ¿qué hacía Jaemin con un chico desconocido en el centro comercial mientras parece estar divirtiéndose? 

No sabe muy bien si fue por los repentinos celos o porque vio al muchacho desconocido acariciar los cabellos de su novio, pero se levanto dispuesto a tirarle el batido en esa cara muy sonriente al extraño.

Si no fuera porque Jeno llegó justo a tiempo para detenerlo.

"Ya estoy aquí Ren. ¿Qué sucede?"

Jeno le miró curioso pues Renjun estaba con los ojos aguados, siendo que éste mismo no lo había notado.

"Tu mejor amigo está divirtiéndose con un chico que no soy yo ni tú." 

Renjun miró a su novio con los brazos cruzados y un puchero en sus labios.

"¿Quién es ese chico?" Jeno intentaba mirar la cara del chico extraño, más no podía por la distancia a la que se encontraban. 

Eso sólo aumentó la molestia en Renjun.

"¿N-no lo conoces?" Definitivamente a Renjun le iba a dar algo.

"No puedo ver quien es." 

Jeno al parecer no era consciente de que el chico a su lado estaba a  nada de romper en llanto.

Esta sensación le parecía tan conocida.

"J-jeno." Huang llamó bajito al contrario, sujetándose de su hombro, pues le había venido un repentino dolor de cabeza y unas enormes ganas de vomitar.

Esto le recordaba a Jun.

Jeno observó al contrario y rápidamente lo tomó por la cintura, estabilizándolo, pues estaba a nada de caer.

Renjun tenía los ojos vidriosos y estaba totalmente pálido. 

Jaemin estaba con alguien más. 

"Mejor te llevaré a casa." 

Renjun asintió, no sin antes dar una mirada a su novio. Una mirada llena de dolor.

.

.

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Ya en casa, Renjun agradeció a Jeno. 

Jeno se marchó, diciéndole que si volvía a sentirse mal, lo llamara sin importar qué.

Renjun se adentró a su hogar con un horrible dolor en su corazón. 

Estaba tan mal que ignoró a su madre, quien preocupada miró a su pequeño, y no quiso preguntar nada.