♡⃕ ◡̈ Cerezas Y Dulces ♡⃕ ◡̈ JIKOOK 「Adaptación」

◌ᤢ⃪⃗ Capítulo 1◌ᤢ⃪⃗

Me encontraba de regreso a casa después de un día lleno de trabajo.

Me detuve en una cafetería a comprar un café, sentía que en cualquier momento me iba a dormir, el café me hace estar despierto.

Pagué mi café y decidí tomar un atajo para llegar rápidamente a casa, pero me desvíe un poco tratando de buscar de dónde provenía ese olor tan exquisito y delicioso que había deleitado mis fosas nasales.

Cerezas y dulces.

Supe que era un Omega, su olor era muy dulson pero delicioso.

Y acerté.

Ahí estaba un pobre chico con su cabeza entre sus piernas y creí escuchar algunos sollozos.

Tal vez algún alfa había abusado de el, mi lobo interior se enfureció y a la vez se preocupo, yo no entendía nada, ni siquiera conocía a ese lindo chico, bueno eso creo.

¿Lo recuerdas?, el chico que vimos en el supermercado.

Habló mi lobo.

Aquel chico que tenía frente a mi, hace algunos días me había sonreído en uno de los pasillos, mi lobo y yo solo queríamos tirarnos y que nos acariciara la pancita, lo único diferente de ese día fue que no olia tanto, tal vez estaba usando algún supresor porque no podía percibir su olor, ese olor, hubiera sigo muy difícil de olvidar, es tan adictivo.

Así que con un poco de temor, mi estómago revuelto y mi lobo saltando, me acerque a él para tratar de ayudarlo.

—¿E-estas bien?—Coloque una mis manos en uno de sus hombros haciéndolo brincar del susto.

Levantó su rostro y pude ver qué sus mejillas estaban rojas y húmedas.

Quería abrazarlos y decirle que todo estaba bien.

Pero ¿Por qué quería hacer eso?

Solo se levantó y envolvió sus brazos en mi cuello para luego apoyar su mejilla en mi hombro y me susurró:

—Te encontré.

Los escuché ronronear.

Lancé mi vaso de café y lo envolví entre mis brazos mientras mi nariz se deleitaba y disfrutaba de su olor.

Mi lobo aullaba y movía su cola, estaba feliz.

Es él, es él, es nuestro Omega.

—¿M-me encontraste?

Solo pude pronunciar eso, mis nervios estaban a flor de punta, no me permitían hablar o decir algo coherente.

Solo lo ví asentir sonriendo, besar mi barbilla y acariciar con su mejilla mi hombro.

—Pude olerte desde mi apartamento.—Señalo un edificio que estaba frente de nosotros.—Mi lobo pedía a gritos venir a buscarte, no sé quién eres, ni que buscas, pero yo si se algo y se que te quiero a ti.

Mi corazón latía frenéticamente mientras mi estómago se revolvía y una sonrisa se formaba en mis labios.

El chico con timidez se acercó  su rostro quedando a milímetros del mío y vi como se paraba en las puntillas de sus pies.

Reforce el agarre que tenía en su cintura y lo acerque más hacia mi, haciendo que sus labios chocarán con los míos.

Se sentía tan bien, tan correcto, apesar de que apenas nos habíamos conoido.

—¿Lo sientes?—Le dije mientras tomaba su mano y la llevaba a mi corazón.

Ví como asentía mientras sonreía